Siempre se ha dicho que el castellano es el idioma para hablar con Dios. Nuestra lengua, procedente del latín y expandida al mundo entero, la hablan más de 500 millones de personas y, a día de hoy, sus palabras y sus secretos nos siguen sorprendiendo.
Listículo es un neologismo que une las palabras lista y artículo. Un listículo es exactamente lo que ofrece la Fundación del Español Urgente en 1001 curiosidades, palabras y expresiones del español (Debate).
Tal y como señala el periodista Mario Tascón en el prólogo de la obra, "en un mundo caótico y volátil, como el que nos rodea, las listas sirven para hacer comprensible lo infinito y crear un orden. Son, al fin y al cabo, un intento de organizar lo incomprensible".
De esta manera, la Fundéu se esfuerza en hacer llegar al lector todo tipo de curiosidades, normas y bulos en relación a nuestro idioma, desde un punto de vista atractivo para enriquecer el conocimiento de cada uno. De hecho, recalcan que el libro es idóneo para conversaciones entre amigos o familiares en las sobremesas. Además, su lectura amena acerca al lector al aprendizaje.
¿"Solo" lleva tilde?
Es sin duda una de las normas que más chirría entre los españoles. La mayoría está acostumbrado a acentuarlo cuando se trata de un adverbio y dejarla sin tilde cuando es un adjetivo.
"Únicamente es posible acentuarlo, aunque no obligatorio, cuando es adverbio y hay riesgo de ambigüedad, algo que ocurre en muy pocos casos", se explica el libro, y se destaca que los españoles viven en una eterna nostalgia para el regreso de una tilde que ya no es necesaria.
Tilde en demostrativos
Al parecer, la tilde es uno de los signos ortográficos que más debates crea dentro del español. "Aunque tradicionalmente era preceptivo tildar los demostrativos cuando eran pronombres -"Quiero ésa" o "He visto a aquéllos"- y no adjetivos -"Esta casa" o "Aquel piano"-, a partir de mediados del siglo pasado se recomendaba la tilde solo en los raros casos en los que el pronombre podía confundirse con un adjetivo. Sin embargo, ahora se recomienda prescindir de la tilde en todos los casos", considera el libro de la Fundéu.
Las comillas correctas
Las comillas se emplean generalmente para enmarcar la reproducción de lo dicho por una persona. No obstante, existen muchos tipos de comillas y cada una tiene su función y su posición. En primera instancia, las Academias de la Lengua Española recomiendan utilizar las comillas españolas: (« »)
A continuación, si uno quisiera introducir comillas dentro de una frase que ya de por sí las lleva, se recomiendan las inglesas: (" "). Y por último se encontrarían las comillas simples: (' ').
No se escribe "champagne"
Por mucho que en novelas lo veamos escrito como champagne, no es sino una importación del francés. En castellano, a todo vino espumoso blanco o rosado se le califica como champán o champaña.
Palabras del euskera
El castellano, a lo largo de su historia, ha bebido de todos los idiomas de su alrededor. Pero en la Península Ibérica existe un idioma completamente distinto al catalán o al gallego que han aportado mucho a nuestra lengua común: el euskera.
"Sin duda, izquierda es uno de los vasquismos más usados en español y quizá muchos desconocían que procede de ezkerra. Esta es la forma más extendida para referirse al lado o la parte opuesta a la derecha, frente al cultismo de origen latino siniestra", aclara el libro.
Zurrón, pacharán, mus o zamarra son otras de las palabras que escuchamos frecuentemente y que provienen del vasco.
El chotis es alemán
Es realmente curioso que el baile tradicional de Madrid no tenga un nombre castellano. La palabra chotis no tiene un ápice de castizo: "¿Pues no va la Academia y nos informa de que tal vocablo está emparentado con el germanismo Schottisch? ¡Menudo baile de países! ¡Lo practican los madrileños, lo denominan los alemanes y el nombre alude a los escoceses!".
Las mayúsculas sí se acentúan
Antiguamente era complicado tildar las mayúsculas tanto en la imprenta como en las primeras máquinas de escribir. De esta forma, se generalizó que no había por qué hacerlo y hay gente que todavía hereda esta tendencia.
La Fundéu afirma que en la actualidad ya no hay excusa y que las mayúsculas deben acentuarse siempre.
"Almóndiga" y "cocreta"
A lo largo de los últimos años, se ha difundido el bulo de que cocreta es un término aceptado para referirse a croqueta. En ningún caso está presente tal afirmación en el Diccionario. En cuanto a almóndiga, es cierto que la RAE contempla la palabra. De todos modos, se recalca en todo momento que se trata de un vulgarismo que no conviene usar.
La presidenta
Mucho se ha polemizado acerca del femenino del sufijo -nte. "Este bulo está muy vinculado al femenino presidenta, que algunos juzgan incorrecto. La Gramática recoge femeninos formados sobre este prefijo desde hace siglos: presidenta, regenta, tenienta o sirvienta figuraban ya en el Diccionario de 1803 e infanta está registrado desde 1604", destaca el libro.
"Idos" antes que "iros"
Prácticamente no se usa pero si uno quiere escribir la segunda persona del plural del imperativo del verbo ir(se), debe decir y escribirlo como idos. Eso no quiere decir que iros, ampliamente extendido, no se acepte -aunque a los puristas les parezca toda una traición a la lengua-.