La Justicia acaba de absolverle de los delitos de apropiación indebida y falsedad de documento mercantil. Estaba acusado de haber cobrado de la SGAE por trabajos no realizados y podían caerle cuatro años y diez meses de cárcel. Pero el “rey del pollo frito” ha salido limpio de su encuentro con la Justicia. Sin embargo, la opinión pública no le perdona sus declaraciones, su defensa acérrima de la SGAE en sus momentos de menor popularidad y su capacidad para decir siempre la frase menos oportuna. “¿Cómo pueden absolver a Ramoncín con lo mal que me cae?”, se preguntaba en Twitter @PepeJavi, resumiendo un sentimiento que escapa a la lógica de la justicia y se multiplica: Ramoncín era TT a los pocos minutos de la sentencia.
1. Por sus declaraciones. En general. Hay gente que nace con la boca abierta. Y, diga lo que diga, siempre crea polémica. Reconozcámoslo: como periodistas, esto nos encanta.
2. Por formar parte de la Junta Directiva de SGAE. No en cualquier etapa, sino en la más cuestionada de Teddy Bautista. Ahí estaba siempre Ramoncín para defender la labor recaudatoria de la entidad en sus momentos más polémicos.
3. Por cobrar a las bodas, las peluquerías y los hoteles… Su obsesión por defender el cobro por parte de la SGAE de los derechos generados, incluso en los casos menos populares, le creó muchos enemigos. Defender el Canon, una medida con muy mala imagen entre los internautas, sumó unos cuantos más.
4. Por sus contradicciones. Sus opiniones van y vienen. En 2002 firmó un manifiesto contra Operación Triunfo. Años después, formó parte del jurado. ¿Pelillos a la mar?
5. Por su defensa numantina del “teddysmo”. Durante años, fue el abanderado de la SGAE. "No me puedo creer que Neri, mi amigo y también mi ídolo de juventud, esté involucrado en este asunto tan grave, imagínate cómo me siento", dijo a Rolling Stone sobre el gestor de José Neri, director general de la Sociedad Digital de Autores (SDAE) imputado por el juez Ruz. Cuando Ruz mandó entrar en la entidad y abrió el caso SAGA, Ramoncín comenzó a renegar y a pedir al directivo que dimitiese hasta que se aclarase todo...
6. Por su arrogancia. «Que a nadie se le ocurra apuntarme con el dedo por todo lo que está pasando con la SGAE, tomaré medidas legales contra el primero que lo haga». Son palabras de Ramoncín a Ep al comienzo del caso SAGA. Dos años después, el propio cantante era imputado. Es cierto que finalmente ha sido absuelto, pero no es habitual que un artista amenace a los medios antes de que estos hayan incurrido en el libelo. En 2012, cuando comparece por primera vez ante el juez, explica que tuvo que vender su “talento” a la SGAE, a la que vendió proyectos de valor “extraordinario”, a causa de la persecución que sufría en los escenarios. La persecución, por cierto, venía de lejos: en 1978 ya hay noticias de conciertos en los que le recibía a tomatazos...
7. Porque elige mal sus enemigos... En su lucha por defender a tajo y destajo los derechos de autor, criticó en 2006 a Joaquín Sabina por titular su gira “Carretera y Top Manta”. “Creo que dice a las claras en qué situación está este colectivo”; dijo entonces Ramoncín. “Me parece que hay cosas que pueden ser andalosas y otras que pueden ser repugnantes, y ésta lo es”. Y añadió: “Uno no puede creer que está por encima del bien y del mal, uno no puede creer que es Dios y como me permiten estar afónico, no cantar, irme, no venir… ¿Carretera y top manta? Bueno, pues yo, desde aquí, le digo que es vergonzoso y que es un insulto al resto de los compañeros”. El cantautor vitriólico jienense le respondió con su sorna habitual: “Si es más tonto no nace”.
8. ...y peor a sus amigos. En pleno proceso soberanista, el cantante fue uno de los que se subieron al escenario del Camp Nou en el Concert per la Llibertad en 2013. No se lo agradecieron como esperaba: le recibieron con abucheos.
9. Por su música. Para algunos nostálgicos de “Hormigón, mujeres y alcohol” (más conocida como “Litros de alcohol”) y otros temas que suenan en los bares, los discos del rockero son lo único que le salvan como personaje público. Pero hay quien cree que son otro punto más en su deber. Atreverse a versionar a Nirvana también le ha valido cientos de tuits…
10. Porque hasta enjuiciado amenaza con dejar de actuar… pero no lo hace. En mayo de 2015 canceló un concierto previsto y anunció que no volvería a tocar hasta que no fuera absuelto del caso SGAE. Hubo cierto grado de celebración en las redes. Todos los que aplaudieron su decisión en Twitter quizá ahora estén doblemente cabreados con la sentencia.