Valtonyc es libre. Así lo ha decidido la justicia belga, al menos, hasta que se resuelva su petición de extradición. El joven rapero, condenado por los tribunales españoles a tres años y medio de prisión por el contenido de sus canciones, ha comparecido hoy en Bruselas, en la que es su primera rueda de prensa e intervención pública desde que se fugase del país. Lo ha hecho bajo el ala de su abogado, Simon Beakaert, y ha comenzado dándole las gracias por su “defensa de los derechos humanos” y por su lucha contra “la criminalización de los artistas”. También ha tenido palabras para Gonzalo Boye.
El músico ha contado que nunca se ha “escondido” en su país de acogida. “En todo momento he estado a la disposición de la justicia belga, desde el primer momento en que llegué aquí”: “Confío plenamente en la justicia belga y en la justicia europea porque ha demostrado ser una justicia independiente siempre. Está a favor de los derechos humanos y de los derechos fundamentales”. Ha explicado que su vida continúa y que se encuentra fuerte. “Tengo trabajo desde el tercer día en que llegué aquí, tengo una casa alquilada y un teléfono móvil… sólo quiero hacer vida normal sin dejar de luchar contra la injusticia que se está viviendo en España. Me gustaría poder seguir cantando, haciendo canciones y dando conciertos”.
“Soy libre, y estoy feliz de estar libre, porque ahora cumpliría dos meses en la prisión, pero gracias a la organización y al poder popular estoy aquí. Estoy contento, pero también estoy enfadado, porque aquí nos dan la razón cuando en España no nos la dan. Hay imputados por hacer canciones, por poner un tuit, por haber querido hacer un referéndum, por haber intentado que la gente pudiese votar...”, ha resoplado.
Mi delito es ser de izquierdas, comunista e independentista. Eso en España no es legal
Ha recordado que no es el único que se encuentra en esta situación. “No soy un caso aislado. Esto no es un ataque personal contra Valtonyc, sino la demostración de que España está sufriendo un retroceso democrático, aunque de democracia tiene bien poco. Por eso he querido que mi caso sirva como precedente para la justicia. No quiero que entren más personas en prisión por la Ley Mordaza o por la reforma del código penal, que sólo sirve para criminalizar al pueblo. El código penal no cumple la función que debería cumplir, que es juzgar a los terroristas. Nosotros no somos terroristas”, ha subrayado. Su delito, dice, es “ser de izquierdas, comunista e independentista”. “Eso en España no es legal. Por cosas así te persiguen y te meten en prisión, como le está pasando a mucha otra gente”.
“No soy una persona peligrosa”, ha explicado. Al ser preguntado por el concierto en el que pidió la muerte de los guardias civiles, ha asegurado que “no deben tener miedo”, porque sólo era una performance, una parte más del show. “No me arrepiento de nada de lo que he rapeado, salvo de aquellas letras donde he podido ser machista, como si me he metido con la Reina por ser mujer y no por ser reina”. ¿Planea regresar a España? “Volveré cuando exista la República Catalana”.