En las canciones de amor uno descubre que los viejos males son los nuevos, que los chascos atraviesan la vida y nunca es tarde -ni temprano- para que se te agriete un poco el corazón. Lo recuerda Roberto Carlos, el rey revolucionario de Latinoamérica, un hombre que ha parido más de 500 canciones y ahora regresa con otro rosario de composiciones: en Esa mujer, que canta con Alejandro Sanz, trastean una tristeza clásica, la de la dama que se va. Charlan entre ellos como dos compadres heridos y cómplices. “Me he quedado todo el día acostado en una cama, miro sus fotografías para revivir”. “Eso no ayuda, amigo”, chasquea el otro. “Hoy se vuelve frío el pan que tuesta en las mañanas y el café se siente amargo si ella no está aquí”.
Vuelven los consejos fraternos: “Aprovecha esa tristeza y escribe canciones, vete al bar de la esquina a mendigar sonrisas, con el tiempo pasarán estas desilusiones, los buenos amigos hacen que pase deprisa”. Roberto Carlos es inagotable porque las emociones también lo son, y ese sinvivir eterno lo canjea en Amor sin límites, su primer álbum de inéditas en español después de 25 años. El cantautor más importante de la música brasileña comparte pista también con Jennifer López en Llegaste.
Viene de vuelta, Roberto Carlos: ya vendió más de 125 millones de discos, pero mantiene el pulso creativo. En la década de los sesenta revolucionó Brasil, inaugurando unos cambios artísticos que coincidieron con el movimiento juvenil de los Beatles, que andaban adueñándose del mundo. Más tarde, ya a finales de esa década, evolucionó para caer en el barro del amor y renacer como el cantante romántico más exitoso de Brasil. Ahí los clásicos Detalles, Jesús Cristo, Emociones o Qué será de ti. Diez años después no había duda: nunca antes un brasileño había conquistado así la música latina.
Grabó en inglés y francés, editó álbumes en español, italiano y portugués y se lanzó al estrellato internacional. Llegaron cuatro Grammy y en los 90 ya podía decir que era el primer artista latinoamericano en vender más discos esa década que los propios Beatles. El próximo 23 de mayo ofrecerá su único concierto en España en el Wizink Center. Ahora, en octubre, arranca su gira latinoamericana, que le llevará por Chile, Paraguay y México.