70 años cumple este martes Joaquín Sabina y lo hace con la voz rota, alejado de los conciertos por problemas de salud. Pero su legado y su música permanecen ahí, inmutables, perennes al paso del tiempo. El chaval de Úbeda (Jaén) que quería ser torero y se hizo cantante "por cobardía" celebra un aniversario más, el 40+30, como dice él mismo. Los años pasan por él y sigue conquistando a diferentes generaciones. No hay corazón al que no llegue la música de Sabina.
En los últimos días se ha presentado una canción en la que homenajea a su amigo Javier Krahe y el año que viene se estrenará una serie sobre su vida, dirigida por Fernando León de Aranoa, pero la figura de Sabina sigue estando relacionada con una serie de clásicos que no caducan, que suenan cada día por todos los rincones de España. Son el regalo de Sabrina a su patria.
Pongamos que hablo de Madrid (1980)
Sabina definió esta canción como "una historia de amor y de odio a una ciudad invivible pero insustituible". Es uno de sus clásicos indiscutibles y formó parte de su segundo trabajo como solista, Malas Compañías, en el que también estaban Calle Melancolía o ¡Qué demasiao!. Una letra que algunos ya han propuesto como himno de la Comunidad de Madrid.
19 días y 500 noches (1999)
Este ha sido, probablemente, su mayor éxito; una canción desgarradora en la que, con sentido de humor, demuestra que los canallas también sufren: "Con la cocaína / volviéndome loco / Derrochando / la bolsa y la vida / la fui, poco a poco / dando por perdida".
Y nos dieron las diez (1992)
Las primeras estrofas de la canción las escribió Sabina en una servilleta que el entregó a Enrique Urquijo. Nunca llegaron a entenderse y terminaron el tema cada uno por su cuenta, creando Sabina Y nos dieron las diez y el compositor madrileño Ojos de gata. Este disco, Adiós tristeza, reúne además otros de sus trabajos más famosos, como Conductores Suicidas, Yo quiero ser una chica Almodóvar, La del Pirata Cojo, Peor para el Sol.
Lo niego todo (2017)
Después de unos cuantos años si publicar nada nuevo, Sabina estrenó en 2017 Lo niego todo, el primer single de un disco del mismo nombre. Se trata de unos versos autobiográficos y confesionales con producción de Leiva. "Lo niego todo / Aquellos polvos y estos lodos / Lo niego todo / incluso la verdad".
Inventario (1978)
De joven, Sabina era un rebelde. En 1970 lanzó un cóctel molotov contra una sucursal del Banco de Bilbao en Granada y la consecuente persecución de las fuerzas del orden le llevó a tomar la decisión de abandonar España con rumbo, primero a París y luego a Londres. En la ciudad británica vivió de okupa durante un año antes de regresar a la Península. En 1978 publicó su primer álbum musicando una serie de textos que ya había publicado previamente en el libreto de canciones Memorias del Exilio de 1976.