Es cantante y compone sus propias canciones y ha revolucionado la industria de la música a sus 17 años. La artista californiana Billie Eilish publicó a finales de marzo su primer álbum y el videoclip de la nueva canción Bad Guy consiguió 30 millones de visualizaciones en apenas cuatro días.
La nueva chica del siglo XXI, nacida en diciembre de 2001, ofrece un estilo musical diferente que se aleja de las jóvenes promesas del pop conocidas hasta ahora. Una música antagónica al buenismo adolescente es lo que ha cautivado a la generación Z. Quizá sea esa la clave de su éxito que, hasta el momento, ha tenido calado en las generaciones más jóvenes.
Su estética colorida contrasta con unas letras que tratan las inquietudes de la sociedad joven actual, así como sus propios problemas personales. El disco se llama When We All Fall Asleep, Where Do We Go? (¿Cuando todos nos dormimos, adónde vamos?) y, tal y como afirmó en una entrevista, habla de "parálisis del sueño y sueños lúcidos" que ella misma ha sufrido a lo largo de su vida. "Hace un año tuve la misma pesadilla durante dos meses y eso afectó a mi vida", confesaba al DJ neozelandés Zane Lowe.
De hecho, varias canciones del disco han alarmado a muchos de sus seguidores y numerosos internautas han mostrado su preocupación por el estado mental de la cantante. No sería la primera vez en que las letras de un cantante ejercieran como una petición de ayuda que no termina de consumarse. Fue el caso del vocalista y compositor Chester Bennington, del grupo Linkin Park, donde varios medios y usuarios vincularon su suicidio con el contenido melancólico de su último álbum: One more light.
En cuanto a Eilish, su tema Listen before I go (Escuchadlo antes de que me marche) pide perdón por no ser capaz de salvarse a sí misma y se despide de sus amigos. "Si me necesitáis, si me queréis ver, daos prisa porque me marcharé pronto".
A su vez, la canción de Bury a friend (Enterrar a una amiga) presenta un videoclip tétrico en el que ella es su propio monstruo bajo la cama. "Quiero terminar conmigo", repite constantemente la canción y la narrativa del videoclip se sucede en forma de bucle hasta tres veces como si de una pesadilla se tratara.
Eilish siempre ha sido una persona activa en redes sociales y ha expresado públicamente su Síndrome de Tourette. De todos modos, su estabilidad emocional es una incógnita y sus fans se preguntan si es parte del personaje o si realmente necesita una ayuda que, por otra parte, se desconoce si recibe o no.
La artista, que ha confirmado una colaboración junto a Rosalía, saltó a la fama en 2016 con el single Ocean Eyes, que cuenta actualmente con 95 millones de visualizaciones en la plataforma de YouTube.