Se denomina a sí misma como "la princesa de España", o al menos eso indica en su perfil de Instagram: la nueva biografía de los millenials. Aún así, la cantante y compositora madrileña Rebeca Díaz, conocida artísticamente como Rebe o Rebequita La Bonita, huye de los nombres, las etiquetas y las categorías, sobre todo a la hora de hablar de su música.
Algunos lo describen como pop de habitación con tintes electrónicos, pero Rebe puede crear desde una versión de Corazón Partío de Alejandro Sanz o de Ni una sola palabra de Paulina Rubio a un tema con aires diabólicos sobre el amor propio. "Me gustaría que me recordasen como hermosísima. Tal cual", dice osada durante nuestra entrevista. Un poco Cecilia, un poco Grimes. Es difícil encajarla en una categoría concreta, pero datos como que su debut en casette hizo sold out incluso antes de su publicación desmuestran que Rebe tiene algo especial, que engancha.
Feminidad, fantasía y erotismo. Casi como si fuese un hada del bosque, Rebe crea una atmósfera a su alrededor tanto en lo musical como en lo estético que le hace única. Una performance que está llena de tintes vintage, guiños a la estética de os 2.000 y con un halo onírico.
Nuevo EP
Según cuenta, su andadura en la industria comienza en 2018, cuando creaba música con unos amigos utilizando bases que sacaban de Internet y "tecladitos de Casio antiguos". Por aquel entonces lo compartían en SoundCloud. Después de esa experimentación, decidió crear música por su cuenta aunque mantuvo el mismo sistema. "Puedo coger la base de la Abeja Maya y mezclarlo con teclados pequeños, como de juguete", nos cuenta.
Ahora, acaba de publicar un EP, Solo pasiones..., con Elefant Records, donde se pueden encontrar temas como Jamon, la más wapa del bar, xanclas sobre el asfalto o mis creadores. Una forma de escribir sus títulos que nos traslada a la época del Messenger o de los más jóvenes. "No lo veo como una cosa especial mía, sino que es la forma de hablar en general en Internet. No es una decisión que haya tomado de forma premeditada, es algo de mi generación, yo escribo así todo el rato", explica.
Este proyecto musical ha supuesto un cambio en su trayectoria. "Mis discos anteriores eran más personales y partían de crear una sensación de intimidad, como de estar contándole a alguien un secreto. Estas nuevas canciones son algo más perfomático y teatral. No me interesa ya lo personal, de hecho, huyo mucho de ello", relata la artista.
La razón de este cambio es que no le interesa "lo vulnerable, lo dulce, lo ñoño", y ahora le llama la atención "lo diabólico"."No me gusta exponerme tanto. Por eso acudo a lo perfomático. Pero no es una cuestión de empoderamiento, esa palabra no la manejo, no me interesa", apunta.
Su "no" a Tangana
Sin miedo a entremezclar géneros y experimentar con su voz, la madrileña no tiene una opinión al respecto de la industria musical en la que se encuentra inmersa. Aunque sí que se moja al preguntarle sobre su negativa a una colaboración con su paisano, El Madrileño. "No me gusta C.Tangana, será comercial, pero es comercial de aquella manera", dice. Lo que podría haber supuesto un jugoso empujón en su carrera en cuanto a proyección internacional no entraba en sus planes. Ella prefiere colaborar con artistas como Isabella Lovestory o Chico Blanco.
"Estoy empezando a hacer música después del EP. Me gustaría que mis nuevas canciones fueran más movidas, incluso hacer algo de tecno", nos adelanta. Para una persona que siempre se ha grabado en su cuarto, controlando el espacio personal e íntimo en el que desarrolla su música, enfrentarse a un escenario con gradas llenas parece todo un reto. "Sí, asusta. No estoy acostumbrada a ese tipo de exposición, estoy acostumbrada a la exposición de Instagram que es más controlada y que no es en tiempo real", nos cuenta.
Diva virtual
Según explica, Instagram es su ventana al mundo, pero donde encuentra realmente la inspiración no es en las redes de fotos sino en su Spotify donde podemos encontrar desde bachata, temas de Aventura o clásicos de Las Chuches. "Escucho de todo, pero siempre indispensable Papá Levante". Una nostalgia que también tiene cabida en sus composiciones. "Creo que en general es importante recuperar esos temas antiguos para conocer la historia. Sobre todo, aquellas cosas que me podían parecer ridículas entonces".
Cuando le pregunto qué le diferencia del resto de artistas nacidos y criados en Internet su respuesta es clara: "Que soy una diva". De nuevo, Rebe nos traslada a ese universo perfomático que viene acompañado de una risita que se cuela a través del móvil. Para ella, "la música es solo una cosa más, porque el personaje es Rebe".
Describe sus letras como algo contradictorias. "No diría que canto sobre la felicidad, sino que también tengo canciones de desamor aunque no me hayan roto el corazón fuerte. Me encantaría que me rompiesen el corazón, lo estoy deseando para recrearme en ello y componer". Quien sabe, puede que, con corazón roto o sin él, escuchemos algunas de sus nuevas composiciones el 18 de septiembre en Valencia, en el Centro del Carmen de Cultura Contemporánea, donde tendrá lugar el próximo concierto de "la más diva de España".