Dicen los expertos en romanticismo que las rupturas amorosas tienen cinco fases: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Y aunque no hay medicina ni solución posible más que el paso del tiempo para un corazón roto, muchos y muchas encuentran en la música un aliado con el que compartir desde los momentos más bonitos hasta los que más escuecen.
Tanto el amor como el desamor han sido fuente de inspiración para los artistas desde el inicio de los tiempos, y la música es una de las disciplinas que más partido saca a estos sentimientos contradictorios. Ejemplo de ello es el último y existoso disco de Olivia Rodrigo, la promesa del pop-punk que en este proyecto saca todo el jugo a una ruptura amorosa.
Los meses de verano son un periodo crítico para las relaciones de pareja: las personas tienen más espacio para gestionar su mundo sentimental, aumentan los momentos de tiempo libre y se aprovecha cualquier situación para estar juntos lo que, a pesar de lo que pueda parecer, no siempre es positivo. De hecho, un tercio de las demandas de separación que se registran en España se formalizan en septiembre. Algo que explica la gran ola de rupturas de parejas de famosos que se ha producido este 2021.
Para superar estos momentos tan crudos, hemos recopilado cinco canciones imprescindibles para acompañar cada una de las fases de superación del duelo romántico.
Negación
Esta fase se caracteriza porque la persona se encuentra en un momento en el que niega la realidad y actúa como si todo continuase igual. Es una etapa que aunque no suele durar mucho, es la forma de autoprotegerse ante el duro impacto de la ruptura.
Sin duda, Amaral tiene algunas de las canciones románticas más míticas del panorama español. Y aunque su tema Días de verano (2005) sería perfecto para finalizar nuestra lista, la elegida para dar el pistoletazo de salida es Te necesito (2002).
Como a la luz del sol
En este invierno frio
'Pa' darme tu calor
Como quieres que te olvide
Si tu nombre esta en el aire
Y sopla entre mis recuerdos
Si ya se que no eres libre
Si ya se que yo no debo
Retenerte en mi memoria
Asi es como yo contemplo
Mi tormenta de tormento
Asi es como yo te quiero
Ira
No quiero que más nadie me hable de amor
Ya me cansé
To' esos trucos ya me los sé
Esos dolores los pasé
Hoy te odio, no es secreto, ante todo lo confieso
Si pudiera, te pidiera que devuelvas to' los besos que te di
Las palabras y todo el tiempo que perdí
Me arrepiento una y mil vece' de haber confiado en ti
Negociación/Recaída
Que porque un hombre le pagó mal
Está dura y abusa
Se cansó de ser buena, ahora es ella quien los usa
Ya no se le ve sentimental
Dice que por otro man no llora, no
Depresión
La esperanza y la felicidad no son precisamente los protagonistas de esta fase del duelo. El dolor y la tristeza lo invaden todo y la pérdida tiene más presencia que nunca. Desde el Te extraño de El Cigala hasta Procuro Olvidarte de Manuel Alejandro o El frio de Zahara, la lista es larga. Para la ocasión, nos ponemos nostálgicos recordando uno de los temas más cantados de Mecano.
Mucha sensatez
Y no sé si seré sensato
Lo que sé es que me cuesta un rato
Hacer las cosas sin querer
Que ya no más
Y no me cansé se jurarte
Que no habrá segunda parte
Me cuesta tanto olvidarte
Me cuesta tanto olvidarte
Me cuesta tanto olvidarte
Aceptación
Tras superar una de las etapas más duras del proceso post-ruptura, llega la aceptación. Un momento en el que se asimila y acepta (valga la redundancia) que la "historia se acabó" y que hay que seguir adelante.
Y aunque se siente que por fin todo ha terminado, es inevitable tener momentos de recaída en los que rememorar momentos especiales. Para esos días de breakdown escogemos una canción de Mocedades, que nos recuerda que el verano siempre se acaba y que, con la vuelta del invierno, los recuerdos siempre regresan.
Desde que te has marchado
Mis manos tienen frío
Por no tener tus manos
Desde que me has dejado
Yo solo soy la sombra
De aquella que has amado
De sueños y esperanzas
Hay un rumor a invierno amor
Sin ti no tengo nada
Hay un rumor a invierno amor
Sin ti no tengo nada