La directora del Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña (CRBMC), Àngels Solé, ha asegurado que el deterioro de las obras de Sijena que han denunciado varios dirigentes de Aragón "vienen de origen", es decir, "del largo tiempo en que estuvieron bajo la administración aragonesa". La directora del CRBMC, centro que ha intervenido en la restauración de algunas de estas piezas en los últimos años, ha asegurado que el traslado de ayer "contravino" los informes que habían sido enviados desde Cataluña, que advertían de los riesgos que comportaba el desplazamiento para el estado de estas piezas, que "viajaron amontonadas", ha denunciado.
También ha lamentado el "desconocimiento" que ha tenido el Museo de Lleida, donde se encontraban las obras hasta ahora, de las condiciones preventivas y de conservación en las que se conservarán las obras en su nuevo destino, y de la falta de informes por parte de Aragón al respecto.
El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha denunciado hoy el estado en el que han llegado algunas de las obras y ha anunciado que estudiará acciones ante la "negligencia" de algunas instituciones que ha causado que algunos bienes se perdieran "por el camino o se deterioraran de manera absolutamente culpable".
La "degradación" de las obras
La directora del centro ha tachado estas declaraciones de "insensatas" y ha afirmado que las obras llegaron al Museo de Lleida hace años "en un estado ruinoso" y que su deterioro original se produjo durante un tiempo en que estuvieron "bajo la administración aragonesa", tras lo que ha dicho el presidente de Aragón "está tirando piedras sobre su propio tejado". Los bienes sufrieron un gran deterioro a raíz del incendio que ocurrió en el Monasterio de Sijena, donde entonces se encontraban, durante la Guerra Civil española, décadas antes de su llegada a Cataluña entre los años 80 y 90.
Solé ha explicado que las obras de arte sufrían procesos de degradación en la piedra, la madera y la policromía, y que "el museo ha procurado que este estado de degradación no empeorase", mientras ha señalado que "se necesita mucho dinero" para intervenir en estas obras "y el museo tiene los recursos que tiene".
En algunos casos, la degradación afecta a la pintura de las obras de tela, que está levantada debido a las extremas temperaturas a las que se vio sometida durante el incendio, mientras que en otros se observan desgarros o daños en los márgenes de alabastro, según ha explicado Solé.