El museo Chillida Leku reabrirá en abril tras más de ocho años cerrado
- El centro cultural que homenajea al escultor guipuzcoano se inauguró en 2000 y desde 2011 solo se podía visitar con cita previa.
- La familia de Chillida se había visto obligada a tomar esta decisión por culpa de la crisis y la falta de ayudas oficiales.
- La RAE carga contra Netflix por los subtítulos de la película 'Roma': "No hay un español bueno y otro malo"
Chillida Leku, el museo al aire libre situado en la localidad de Hernani (Gipuzkoa) que acoge el corpus de obra más importante del artista y escultor guipuzcoano, reabrirá sus puertas el próximo mes de abril. La familia de Eduardo Chillida se había visto obligado a cerrarlo el 31 de diciembre de 2010 por la crisis y la falta de ayudas oficiales.
Según ha anunciado este jueves la familia del escultor en un comunicado, en el centro cultural situado en torno al caserío Zabalaga de Hernani se "están llevando a cabo trabajos de restauración que permitirán acoger a un flujo continuado de visitantes mayor" y que incluyen una "actualización respetuosa" de las instalaciones.
Chillida Leku, que desde su inauguración en el año 2000 no ha cesado en su actividad de difusión y conservación de la obra del escultor vasco, se cerró al público en enero de 2011 y desde entonces solo podía ser visitado bajo cita previa.
"Estamos francamente encantados ante esta nueva etapa que va a experimentar Chillida Leku", asegura el comunicado de la familia. "El hecho de poner de nuevo en pleno funcionamiento el museo nos ilusiona y estamos seguros de que nuestros padres estarán felices por ello. No nos cabe duda de que la gran expectación que despierta la reapertura y el creciente interés que la obra de Chillida ha tenido irá seguro en aumento en el futuro", recalca.
Los trabajos de "actualización" de las instalaciones se llevan a cabo bajo la supervisión del arquitecto argentino Luis Laplace, en colaboración con Jon Essery Chillida, nieto del escultor, y cuenta con la aportación del arquitecto de naturaleza holandés Piet Oudolf, que introducirá "sutiles elementos paisajísticos".
El caserío Zabalaga, una construcción tradicional vasca del siglo XVI y que constituye la edificación central del museo, conservará "exactamente el mismo aspecto y estructura" que concibió Chillida aunque contará con mejoras en la iluminación, el aislamiento de techos y suelos y accesibilidad. Además se abrirá un centro de bienvenida, una cafetería y una tienda al tiempo que se acometerán adecuaciones en el aparcamiento.
"Lugar de encuentro internacional"
La exdirectora del Gaudí Exhibitión Center Mireia Massagué, que trabajó también con el Teatro Nacional de Cataluña, asumirá las labores de dirección que llevará a cabo "con estrecha colaboración con la familia Chillida, que tiene la propiedad y gestión del museo".
Massagué ha mostrado sus deseos de que en su nueva etapa el espacio dedicado al escultor guipuzcoano sea un "lugar de encuentro internacional, buscando la complicidad con el territorio y la sociedad local".
Una vez entre en funcionamiento el "equipo histórico" del museo "se irá ampliando progresivamente" lo que lo consolidará "como un foco de creación de empleo y dinamización de la economía local", agrega el comunicado.
La familia Chillida asegura que para emprender las obras de renovación ha contado con la "complicidad y apoyo" de "distintas administraciones" del País Vasco, entre las que ha destacado el departamento de Cultura, Turismo, Juventud y Deporte de la Diputación de Gipuzkoa, que durante los trabajos ha facilitado espacios en Gordailua, el centro Colecciones Patrimoniales de la institución foral, para la custodia y almacenaje de las obras que estaban expuestas en Zabalaga.
Asimismo subraya que la galería suiza Hauser & Wirth, que desde 2017 lleva la representación de la familia Chillida, ha aportado asesoría y acompañamiento individualizado en diseño del nuevo "modelo sostenible para Chillida Leku y para que las futuras generaciones puedan seguir descubriendo la vida y la obra" del escultor.
Chillida Leku está situado a las afueras de Hernani, cerca de San Sebastián, y está compuesto por un paraje de 11 hectáreas que acoge 40 esculturas al aire libre y el caserío Zabalaga. Los terrenos y la edificación fueron adquiridos en la década de los años ochenta por Eduardo Chillida y su esposa, Begoña Belzunce, quienes restauraron y acondicionaron el conjunto, que fue inaugurado en septiembre de 2000.