Es considerado una de las antiguas maravillas del mundo y, pese a su monumentalidad, apenas estuvo en pie 66 años. Estaba hecha con placas de bronce sobre un armazón de hierro y representaba al dios griego del sol, Helios. Según Plinio el Viejo, medía 70 codos de altura, unos 32 metros.
En el año 226 a.C. un terremoto derribó al coloso. No obstante, los habitantes de Rodas decidieron mantener la impresionante obra en el suelo. Allí se mantuvo durante casi un milenio hasta que los musulmanes decidieron vender el bronce.