El asesinato del general Qasem Soleimani, muerto este viernes en Bagdad en un bombardeo estadounidense, ha hecho saltar las alarmas en la comunidad internacional sobre una posible venganza por parte de la República Islámica de Irán. El presidente Hasán Rouhani señaló que "el martirio de Soleimani hará que Irán sea más decisivo para resistir el expansionismo de Estados Unidos y defender nuestros valores islámicos".
Por su parte, Donald Trump no ha querido guardar silencio y ha asegurado que tiene bajo el punto de mira hasta 52 puntos estratégicos iraníes que podrían saltar por los aires si Irán decidiera tomar represalias por la muerte del general. Entre ellas, destacaba, que se encontraban numerosos objetivos "importantes para la cultura iraní".
Y es que el país musulmán, debido a su ancestral historia, repleta de distintas culturas y civilizaciones, tiene un valioso patrimonio cultural e histórico que trasciende fronteras y que ahora está amenazado por el país estadounidense. Según la UNESCO, Irán alberga bajo su superficie hasta 22 sitios culturales protegidos —y dos naturales—. ¿Qué tesoros culturales iraníes están en peligro?
Persépolis
Ubicado a 70 km de la ciudad iraní de Shiraz, este yacimiento arqueológico del año 518 a.C. fue en su momento capital del Imperio aqueménida fundada por Darío I. Por este histórico enclave, construido sobre una inmensa terraza, natural y artificial a la vez, se paseó Alejandro Magno en el año 331 a.C. tras conquistar la ciudad. Durante siglos fue un destino de peregrinaje por viajeros occidentales pero no sería hasta el siglo XVII cuando las ruinas se certificaron como la antigua capital aqueménida. Tal y como explica la UNESCO, "este sitio arqueológico es único en su género por la cantidad y la calidad de los vestigios monumentales que posee".
Mezquita del jeque Lotf Allah
Fue en 1615 cuando el Shah Abbas I, bajo reinado de los safavides, ordenó la edificación de una de las construcciones más relevantes y que en mejor estado se conserva actualmente. De esta manera, el color azul y el turquesa predominan en el interior mientras que es el amarillo el que destaca en la estructura exterior.
Susa
Localizado al sudoeste de Irán, las excavaciones arqueológicas descubrieron todo tipo de edificaciones que datan desde el año 5.000 a.C. hasta el siglo XIII: palacios, edificios administrativos, templos y viviendas pueden ser hallados en Susa. "Este bien cultural constituye un testimonio excepcional de las culturas elamita, persa y parta, hoy desaparecidas en gran parte", escribe el organismo especializado de las Naciones Unidas.
La ciudad de Bam
La ciudad de Bam está ubicada en una región desértica del extremo sur de la meseta iraní y sus orígenes se remontan al periodo aqueménida (siglos VI al IV a.C.). Situada en una encrucijada de rutas comerciales y reputada por su producción de tejidos de seda y algodón, conoció su máximo apogeo entre los siglos VII y XI d.C. Explica la UNESCO que Bam creció en un oasis creado gracias a los qanats, canales de riego subterráneos, de los que ha conservado algunos de los más antiguos de todo el Irán.
El terremoto de 2013 causó el derrumbe de varias secciones de la residencia del gobernador y las partes superiores de las murallas, así como importantes destrozos en su bazar y otros edificios como la mezquita. Ahora, es la amenaza de Trump la que pone en peligro a la ciudad.
El santuario del jeque Safi Al Din en Ardebil
Fue construido por el jeque Safi-ad-din Ardabili en la ciudad de Ardaebil entre principios del siglo XVI y finales del siglo XVIII. "Sus constructores aprovecharon al máximo el espacio relativamente reducido del que disponían para crear bazares, baños públicos, plazas, lugares de culto, viviendas y oficinas", describe la UNESCO y añade que también crearon un itinerario de acceso al mausoleo del Jeque Safi Al Din estructurado en siete etapas que corresponden a los siete estados místicos del sufismo. Formado por un conjunto excepcional de elementos de la arquitectura islámica medieval, el sitio cuenta con fachadas e interiores ricamente ornamentados y con una notable colección de objetos antiguos.
Asimismo, el qanat persa, el palacio de Golestán o el santuario del zoroastrismo Tajt-e Soleimán son otros de los complejos históricos que, según el comunicado emitido por Trump, podrían tener los días contados.