La Alcazaba de Málaga, uno de los pocos monumentos de la época musulmana en pie en la ciudad, sobrevivió a duras penas en los últimos años del siglo XIX. En aquellos años, la fortaleza construida en el siglo XI estaba amenazada de destrucción: pidieron al Gobierno, presidido por el malagueño Cánovas del Castillo, despiezar los muros para rellenar las escolleras del puerto. La idea no cuajó.
En el primer tercio del siglo XX, el monumento sirvió como barrio de viviendas que utilizaban los muros construidos casi mil años antes para sostener pequeñas casas familiares. En los años 30, con el surgimiento de la figura de Juan Temboury, se comenzó a devolver a la Alcazaba a su estado original: un monumento islámico que, aún hoy, sigue necesitando de actuaciones para su conservación.
Fanny de Carranza, arqueóloga, trabaja como conservadora en el Ayuntamiento de Málaga. Los últimos planes de conservación han estado atascados por la burocracia: “Actualmente hay un plan de 150.000 euros ejecutado y otros dos pendientes de poner en marcha”, afirma. Uno de los planes pendientes se presentó ante la Junta de Andalucía en enero de 2019 y aún sigue pendiente de aprobación e incluía acciones de conservación para el conjunto monumental de la Alcazaba y el Castillo de Gibralfaro.
Aquel plan de 2019 pretendía realizar seis actuaciones urgentes, entre ellos los zócalos del barrio árabe: “Llevamos años intentando que la Junta autorice a restaurarlos, porque son muy vulnerables”. La humedad del cerro en el que se encuentra, además, hacen necesaria la intervención de los restauradores.
En las últimas semanas, ante la necesidad acuciante de las actuaciones a realizar, la Junta y el Ayuntamiento de Málaga han previsto realizar un plan de conservación a cinco años que aún está por desarrollar. La concejal de Cultura, Noelia Losada, confirma que este plan requiere de “una recapitulación de todas las zonas intervenidas desde 1934 y un diagnóstico del monumento con las actuaciones de más a menos urgentes”.
Entre los anhelos de la comunidad investigadora se encuentra también la posibilidad de realizar catas arqueológicas de las partes exteriores al palacio musulmán. No descartan, de hecho, encontrar otros restos que puedan arrojar luz sobre el pasado de la ciudad.
Visita 360
Mientras tanto, desde el Ayuntamiento se trata de revitalizar al conjunto monumental. Desde hace una semana está activa la visita virtual con 80 puntos de visita en fotografías de 360 grados. Más de 3.000 fotografías que permiten tener una visión completa de dos de los monumentos más emblemáticos de la ciudad.
Según Losada, la iniciativa partió al inicio de la pandemia: “Nos hizo reinventarnos y la idea surgió en marzo. Era necesario realizar este refuerzo de lo digital”. El Área de Cultura indica que en 2019 recibió más de 1.200.000 visitantes y es el monumento más visitado de Málaga y que más ingresos genera.
Además, la visita incorpora audioguía en 8 idiomas, por lo que el usuario puede pasear virtualmente como si estuviera allí. “Con esta opción se eliminan las barreras geográficas y cualquier usuario puede realizar la visita virtualmente”, afirman desde Cultura. Los contenidos han sido desarrollados por la empresa malagueña Monumentia.