En España, el ácido hialurónico está incluido en numerosas cremas y productos cosméticos por sus múltiples beneficios. Pero, ¿qué es el ácido hialurónico en realidad? ¿En qué consiste este tratamiento?
Esta sustancia es un componente presente en numerosos tejidos y órganos de nuestro cuerpo. Es capaz de retener grandes cantidades de agua, hasta mil veces su peso. Es gracias a ese poder de retención que las zonas donde se almacena suelen ser más tersas y carnosas.
Propiedades del ácido hialurónico
Dentro de la medicina, el ácido hialurónico tiene tres propiedades específicas:
- Formar la matriz extracelular, que es una sustancia gelatinosa que contiene las células y permite su movilidad.
- Facilitar el traslado de las células a zonas lesionadas y participar en el proceso de cicatrización.
- Actuar como lubricante en las articulaciones: rodillas, tobillos, hombros y demás zonas de fricción.
Es gracias a estas propiedades que es tan usado en la medicina estética, sobre todo en el rejuvenecimiento facial. Se utiliza como relleno para las arrugas y corrige la pérdida de luminosidad de los tejidos más flácidos de la piel.
El ácido hialurónico inyectable es un gel y se utiliza para combatir los signos de la edad en las zonas que más lo necesitan. Además, otra ventaja es que al ser producido por nuestro propio organismo, es biocompatible y se integra de forma natural con los tejidos. Así, las probabilidades de que nos provoque una reacción alérgica son casi nulas.
Tratamientos con ácido hialurónico
Aunque esta sustancia tiene aplicaciones tanto en medicina como en medicina estética, no solo sirve para eliminar las arrugas. También se utiliza para reponer los volúmenes perdidos, reestructurar el contorno facial y mejorar la calidad de la piel gracias a sus poderes hidratantes y reafirmantes. Además, el ácido hialurónico se ha convertido en el mejor aliado para revitalizar la piel. Suaviza las arrugas, aporta luminosidad y ayuda a recuperar la elasticidad perdida de forma natural, casi indolora y sin convalecencia después de la intervención.
Los tratamientos más comunes son los de relleno, es decir, el ácido hialurónico inyectable. Van desde rellenar hasta modificar ligeramente las facciones, y la manera de aplicarlo es a través de micro-agujas ultra precisas. Además, es un proceso que siempre debe realizarlo un profesional para tratar con cuidado el área donde queramos inyectarnos.
Ácido hialurónico en el rostro
Con la edad el ácido hialurónico que tenemos en el rostro de forma natural se va perdiendo, de ahí que las cremas que lo incorporan sean tan populares para reducir visiblemente las arrugas.
Sin embargo, el tratamiento de ácido hialurónico más frecuente es el ácido hialurónico inyectable que consigue difuminar las ojeras revitalizando la piel de esa zona. Así, conseguirás renovar la zona y lograrás que desaparezcan las bolsas además de las ojeras.
Por último, podrás modificar el contorno de la cara, en especial de la nariz, mediante esta técnica. Será como una especie de rinoplastia pero sin la recuperación posterior, ya que este tratamiento no requiere pasar por el quirófano.
Ácido hialurónico en el cuerpo
Como dijimos más arriba, el ácido hialurónico tiene múltiples aplicaciones en la medicina tradicional, pues resulta ser un excelente lubricante que puede ayudarnos con algunas enfermedades como la artritis. Se aplica inyectado también, solo que en este caso en las articulaciones óseas que rozan, como las rodillas y los tobillos.
Otra zona en la que podemos inyectarlo para eliminar las arrugas es en las manos, una zona muy expuesta a las condiciones ambientales y productos de limpieza. Es conveniente que utilices cremas con ácido hialurónico entre sus componentes para retrasar la aparición de arrugas. Pero, si a pesar de ello ya te han aparecido las primeras arrugas, líneas de expresión, bolsas y ojeras, lo más efectivo será un tratamiento ácido hialurónico inyectable.
Efectos secundarios del ácido hialurónico
Para empezar, siempre has de ponerte en manos de expertos. Al ser inyectado por micro-agujas, no son muchos los efectos secundarios que podemos encontrarnos en un tratamiento ácido hialurónico. Por ejemplo, podemos padecer ligeros hematomas en la zona tratada, pero desaparecerán en un par de días. También puede aparecer enrojecimiento, hinchazón o decoloración, aunque este último síntoma es poco común.
Como habrás comprobado, son síntomas que pueden ser atendidos y solucionados en poco tiempo y sin complicaciones. Así, también puedes notar sensibilidad en la zona, algo de dolor o molestias e incluso alguna dureza. También puede aparecer picazón y bultos que desaparecerán en pocos días.
El ácido hialurónico nunca debe ser usado donde se encuentre un vaso sanguíneo, pues podría ocasionar una embolia o infarto. De ahí la importancia de que lo haga un experto que sepa lo que hace. Además, su uso es exclusivo de las zonas donde haya arrugas. Ten en cuenta que el ácido hialurónico inyectable, al ser una inyección, conlleva la posibilidad de sufrir infecciones. Por lo tanto, debe haber una higiene extrema a la hora de practicar este procedimiento.
No hagas uso de la radiofrecuencia facial cuando utilices el tratamiento de ácido hialurónico, pues esto acortaría la efectividad del mismo. Por último, deben evitar el uso de esta sustancia las embarazadas y las mujeres que se encuentren dando lactancia materna, las personas alérgicas a la lidocaína y aquellas con tendencia a padecer alergias severas.
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