En España, son muchas las festividades que tienen lugar durante el mes de mayo, como por ejemplo la Feria de Abril (en Sevilla) o San Isidro (en Madrid). En el caso de San Isidro Labrador, se trata de una celebración que únicamente ocurre en la capital de España, en tanto que fue San Isidro Labrador, quién tras ser canonizado en 1622, se convirtió en patrono de la ciudad. Sin embargo, ¿por qué la celebración en su nombre tiene lugar el 15 de mayo? Aquí te lo explicamos.
¿Qué se celebra el 15 de mayo en Madrid?
San Isidro (Isidro Merlo y Quintana como nombre real) es conocido como "San Isidro Labrador" porque, de hecho, fue un labrador que vivió en el siglo XII (h. 1082-h. 1172), según conocemos gracias a la documentación de la biografía que escribió en el último tercio del siglo XIII el franciscano Juan Gil de Zamora. Isidro Merlo y Quintana habría nacido en una familia mozárabe, en la que entonces era la villa de Madrid.
Antes de ser labrador (aquel que labra la tierra), Isidro habría sido pocero o zahorí (buscador de manantiales subterráneos) y se dice que abrió varios pozos en distintos puntos de Madrid. Sin embargo, el asedio de los almorávides en Madrid tuvo como consecuencia que Isidro huyera de su lugar de nacimiento y se trasladase a Torrelaguna, donde conoció a María Toribia, con la que se casó.
Más tarde, el matrimonio se instaló en Madrid para ocuparse de algunas tierras de labor que eran propiedad de Iván de Vargas. Es ahí cuando Isidro pasa a ser considerado "labrador". Durante esta época, vivieron en la propiedad de dicho noble que estaba situada junto a la iglesia de San Andrés, y fue allí tuvo lugar el famoso "milagro del pozo".
Isidro, además de dedicarse a labrar la tierra, también pasaba mucho tiempo rezando puesto que era un gran devoto de Dios. De hecho, antes de labrar las tierras, acudía todos los días a varias iglesias de Madrid. Tanto es así que algunos compañeros de San Isidro le denunciaron ante su señor, Iván de Vargas, alegando que pasaba más tiempo rezando que arando los campo. Según contaría la leyenda, cuando Iván de Vargas acudió a ver si eso era cierto para castigar a Isidro, vio cómo dos yuntas de bueyes blancos araban a derecha e izquierda del santo para así recuperar el tiempo utilizado por el santo en orar. Este milagro es conocido como "el de los ángeles".
También se le conoce porque se cuenta que, San Isidro sació la sed de Iván de Vargas en un caluroso día de verano haciendo salir agua de forma milagrosa de una fuente del suelo, tan solo clavando la aguijada que los boyeros usaban para picar a los bueyes y separando la tierra que se pegaba a la reja del arado. Esa fuente aún existe todavía junto a la ermita del santo, donde se celebra la popular romería el día de su fiesta.
En total, a San Isidro se le atribuyen muchos milagros, más de 400 según el expediente de su canonización, que tuvo lugar en 1622. Sin embargo, ninguno de estos milagros están documentados. En cualquier caso, hay dos hechos en 1212 que vindicaron su figura: por un lado, el descubrimiento de su cuerpo incorrupto y, por otro lado, el testimonio del rey Alfonso VIII, que contó que obtuvo su ayuda para ganar en la batalla de Navas de Tolosa. Fue en 1212 cuando los restos del santo fueron trasladados al interior de la parroquia, y desde entonces el pueblo madrileño comenzó a manifestar su fe por San Isidro.
San Isidro Labrador también es el patrono de los agricultores y de numerosos pueblos con tradición agrícola, por lo que su culto no solo está en Madrid, sino en todo el mundo católico.
Fue tras el Concilio de Trento cuando la Iglesia decide reformar sus costumbres y aplica una regularización a la situación de culto del santo San Isidro. Tras largas investigaciones, el Papa lo declara santo y decide establecer su festividad el día 15 de mayo. Según consta en el decreto de 1619, el Papa dispone que en tal día se celebra la "fiesta de la traslación". Esto puede referirse a la procesión que se llevó a acabo en 1212 y trasladó el cuerpo de San Isidro al interior de la iglesia de San Andrés.