En ocasiones, los nombres propios castellanos van acompañados de "acortamientos" o "diminutivos" que no sabemos de dónde vienen. En algunas ocasiones resultan obvios, como "Nico" de "Nicolás", "Dani" de "Daniel"... Sin embargo, otros acortamientos no tienen una explicación tan sencilla, como puede ser el caso de "Pepe" o "Paco". Recordemos que los nombres y los apellidos en español pueden llegar a ser muy curiosos. Por eso, aquí buscamos darte una explicación al origen de algunos de estos diminutivos.
El origen de los hipocorísticos como "Paco" y "Pepe"
En primer lugar, la RAE define "hipocorísticos" como "dicho de un nombre: Que, en forma diminutiva, abreviada o infantil, se usa como designación cariñosa, familiar o eufemística; p. ej., Pepe, Cacho". En castellano hay muchos hipocorísticos que pueden ser muy llamativos, por ejemplo, Pepe para José; Paco para Francisco; Lola para Dolores; Nacho para Ignacio...
Sobre su origen, Jairo Javier García Sánchez, profesor de Filología de la Universidad de Alcalá de Henares contaba a El Confidencial lo siguiente: "Los hipocorísticos son casi tan antiguos como los propios nombres. Los romanos usaban ya diminutivos afectivos, del tipo “Tulliola”, utilizado, por ejemplo, por Cicerón para llamar a su hija (Tullia), y los griegos harían otro tanto. No en vano, el mismo término “hipocorístico” procede del griego, y tiene el valor etimológico de ‘sub-acariciante’, esto es, ‘cariñoso’ en definitiva."
El caso de Pepe
Por un lado, por lo tanto, existen hipocorísticos que son muy antiguos y cuyo origen no está documentado, aunque otros se vinculan a la Biblia, y sí que tenemos más información sobre ellos. Este es el caso de "Pepe". Este diminutivo está relacionado con un personaje histórico y con el latín. San José estaba considerado el padre putativo de Jesús de Nazaret, es decir, en latín Pater Putativus. Si cogemos las iniciales, P. P., sale Pepe. Esta es una de las teorías más aceptadas. También hay otra vinculada al italiano y al nombre de Giuseppe.
El caso de Paco
Por otro lado, Paco para Francisco podría vincularse a otro personaje histórico, en este caso, San Francisco de Asís era el Pater Comunatis (padre de la comunidad en latín). Sin embargo, también se ha aceptado que el castellano tiende a acortar los nombres que terminan en "co" siguiendo una regla: La sílaba final es la misma (co) y en la primera solo cambia la 'fr' por la 'p', simplemente para que el acortamiento sea más sencillo. También sucedería lo mismo con Pancho para Francho.
Resulta curioso que como diminutivo de "Francisco" también tengamos "Curro". Se trata de un acortamiento que a su vez proviene de "Paco", concretamente de "Pacorro". Sin embargo, para evitar la homonimia con "corro" derivó en Curro.
El caso de Lola y Loles
Dolores tiene un diminutivo principal, que es Lola. Y Lola tiene a su vez varios diminutivos: Lolita, Lolina, Loli, Loly, Loles, Lole, Lolis. Ocurre que si a "Dolores" le quitas la primera sílaba "Do" queda "Lores". Sin embargo, para que sea más fácil de pronunciar se hace una repetición de consonante: "Loles". De ahí, coloquialmente tendríamos la simplificación a "Lola" o "Loli".