Son muchas las familias en España que cada año deciden incorporar a un perro o un gato en su círculo familiar pero, al igual que sucede con las personas, convivir con una mascota también implica un proceso de aprendizaje y educación. Un proceso imprescindible sobre todo si queremos evitar que nuestro felino deje a un lado esas conductas inapropiadas, que mejore su bienestar y a la vez se lleve bien con sus compañeros humanos.

Pero dentro de ese proceso de aprendizaje, también es probable que en ocasiones no lleguemos a comprender el comportamiento natural de los felinos y esto nos pueda conducir a cometer errores en su educación o incluso a regañar a nuestro gato de forma inapropiada. Sobre esto, no debemos olvidar que regañar o educar a una mascota de manera incorrecta, no solo provocará que tu gato acabe odiándote o teniéndote miedo, sino que también podría quebrar ese vínculo entre gato y compañero humano que habéis estado creando y perjudicar al propio bienestar del animal. Para evitar esto, hemos seleccionado algunos de los errores más comunes que deberías evitar siempre al regañar a tu gato. Toma nota.

Los errores más comunes al regañar a un gato

1. No permitirle sus necesidades esenciales

Al igual que los humanos necesitamos respirar, beber agua o comer para vivir, los gatos también cuentan con sus propias necesidades esenciales para su bienestar, pero muchas veces esas necesidades esenciales pueden ser vistas como malos comportamientos debido a que muchas personas se crean expectativas erróneas de cómo debe comportarse un gato. Esto es un gran error, ya que intentar quitar ese tipo de comportamientos o acciones, como por ejemplo su necesidad de rascado de uñas, regañándolo o castigándolo, sólo aumentará su nivel de estrés, perjudicando su bienestar e incluso pudiendo llegar a empeorar su comportamiento conduciéndole a rascar muebles y otras zonas de la casa o incluso aumentando su agresividad con su compañero humano.

La forma correcta de tratar esas conductas es con refuerzos positivos y redireccionando esas acciones, tanto con deliciosos premios cuando modifique su conducta de forma positiva, como redireccionando su conducta proporcionándole un rascador en el cual sí pueda rascar sus uñas. Regañarlo en estos casos sólo conseguirá empeorar su conducta y su relación con nosotros.

2. Gritar o agredir a tu gato

En ningún caso debes regañar a tu gato gritándole o agrediéndole, no solo porque se trata de dos formas desproporcionadas de regañar a una mascota, sino porque tu gato jamás entenderá el motivo de tu enfado, se sentirá confuso y acabará asociando esa experiencia negativa a ti. Por lo tanto, muy probablemente acabará cogiéndote miedo.

Las emociones negativas en ningún caso son algo beneficioso en la educación de ningún animal o persona y por supuesto no beneficiarán en nada la relación con tu gato, ni tampoco mejorarán su conducta. Como te hemos explicado en el punto anterior, redireccionar ciertas conductas y aplicar refuerzos positivos con algún premio para tu gato siempre tendrá mejores resultados.

3. Obligarlo a oler su orina y/o heces

Son muchas las personas que creen que enseñarle a un gato sus heces u orina es necesario o útil para enseñarle que no quieres que lo haga en un determinado lugar. Pero lo cierto, es que esta creencia está muy alejada de la realidad, ya que no solo se trata de una acción cruel hacia tu gato, sino que tampoco servirá para que aprenda donde debe hacer sus necesidades.

Antes de intentar cambiar esta conducta en tu felino, es importante que investigues la posible causa de que tu gato no haga sus necesidades en el lugar correcto. En algunos casos puede deberse al estrés o simplemente porque aún no haya entendido donde tiene su baño.

4. Intentar corregirlo tarde

Al igual que sucede en el caso de los perros, regañar o intentar corregir a tu gato tarde es algo inadecuado, ya que tu mascota no entenderá cual es el motivo de tu enfado, ya que no conseguirá relacionarlo con esa determinada acción. Esto quiere decir que si tu gato ha hecho algún destrozo mientras no estabas en casa y al llegar después del trabajo regañas a tu gato por ello, tu felino no conseguirá asociar tu enfado a su destrozo. Lo único que conseguirás es que acabe teniéndote miedo y se sienta inseguro a tu lado.

5. Ser incoherente

Otro punto importante a la hora de educar a tu gato es evitar ser incoherente al educarlo. Esto quiere decir que no puedes regañar a tu gato por algo que en otras ocasiones le dejas hacer o que otros miembros de la familia le permiten. Si unas veces regañas a tu gato por ello y otras no, tu peludo jamás conseguirá entend

También te puede interesar...