Según el censo canino, en España hay casi 7,5 millones de perros, mientras que los gatos de nuestro país rebasan ampliamente los 400.000 ejemplares. Los gatos se configuran, por tanto, como la segunda opción a la hora de elegir una mascota ideal para el hogar. Son muchas las cualidades positivas de los gatos a la hora de escogerlos como compañia en casa, pero, sin embargo, también hay que tener en cuenta que debemos prestarles atención y cariño, sobre todo, si nos encontramos ante un gato muy miedoso y asustadizo. ¿Te gustaría saber por qué tu gato se asusta mucho con todo? Aquí te damos una respuesta sencilla.
¿Por qué tu gato tiene tanto miedo?
En primer lugar, hay que tener en cuenta que no todos los gatos son iguales. Existen gatos extrovertidos, tímidos, aventureros, caseros y por supuesto, gatos miedosos y asustadizos (a causa de determinadas situaciones). No todos los gatos son aventureros y buscan estar constantemente explorando nuevos terrenos, sino que hay casos de gatos que prefieren estar tranquilos porque son tímidos y tienen miedos.
Falta de exposición temprana a las personas
El caso es que si tu gato es asustadizo es por alguna razón. Y probablemente este comportamiento se deba a la falta de exposición temprana a las personas durante su etapa de socialización (momento en el que gato es un cachorro y empieza a tener contacto más allá de su madre y sus hermanos). Puede ocurrir que si la socialización no se ha realizado correctamente, el gato tenga miedo a las personas.
Traumas
También puede ocurrir que el gato tenga traumas, razón principal por que tanto las personas como los animales pueden padecer miedos extremos. El gato puede haber vivido experiencias traumáticas vinculadas al maltrato o algún tipo de susto, de tal forma que tiende a reaccionar siempre según ese patrón aprendido. Esto puede llevar a los gatos a tener auténtica aversión hacia las personas y a querer estar siempre escondidos.
Gatos asilvestrados
También puede ocurrir que si has adoptado a un gato asilvestrado o de la calle, este pueda experimentar grandes temores a causa también de una falta de una exposición correcta a las personas durante sus primeros meses de vida. Los gatos asilvestrados son díficiles de domesticar y por eso, es probable que te cueste que lleguen a amar a los humanos.
Gatos de refugios
Lo mismo ocurre con los gatos de refugios. En este caso, los gatos suelen ser temerosos pues han vivido gran cantidad de experiencias y durante mucho tiempo han convivido con muchos otros gatos e incluso, con perros. Los gatos de los refugios no suelen ser muy afortunados y por eso, les puede llegar a costar adaptarse a un hogar.
Indicios de que tu gato tiene miedo
A continuación, te nombramos los principales indicios que indican que tu gato tiene miedo para que puedas identificarlos y trabajar en ellos:
- Se esconde constantemente
- Te bufa o te gruñe
- Se le eriza el pelo
- Adopta una postura defensiva
- Tiene las pupilas dilatadas
- Se sobresalta al escuchar cualquier ruido
¿Cómo hacer que tu gato no tenga miedo?
1. No lo agobies
El primer error que cometemos a la hora de querer ayudar a nuestro gato es obligarlo a estar con nosotros. Esto es un error porque lo vamos a agobiar tremendamente. El gato necesita ir superando su miedo poco a poco, pero necesita hacerlo él al darse cuenta de que no existe ningún tipo de amaneza real. No podemos obligarle a salir de su escondite porque tiene que ser él el que tome la iniciativa.
2. Ponte a su altura
En segundo lugar, es importante tratar de acercanos a ellos poniéndonos a su altura en tanto que estar de pie les intimida mucho. En consecuencia, una forma de acercanos a ellos es echarnos a su lado, sin mirarles de frente (mirar a los ojos a un gato es una forma de desafiarlo). Muy importante también evitar los movimientos bruscos porque les pueden asustar.
3. Usa la comida
La comida se puede utilizar como un refuerzo positivo: de esta forma, si sientes que el gato está progresando en su proceso de superación, puedes darle comida para que él interprete que estar contigo significa obtener buenas cosas. Así, irá avanzando poco a poco en sus temores y no rechazará su compañía. c
4. Juega con él
En la propia condición innata del gato se encuentra el querer jugar constantemente con cualquier cosa, sobre todo, jugar "a cazar". Si tu gato está escondido y no quiere jugar es porque tiene miedo, pero eso no quiere decir que no lo necesite. Por eso, cuando vaya superando su temor, es importante animarle a jugar para que se desinhiba y gane confianza en sí mismo.
5. Ten paciencia
En cualquier caso, si te encuentras con que tu gato es miedoso lo más importante es que tengas paciencia. Tu gato te dará lo que crea que te pueda dar, de tal forma, que como en cualquier relación, no se puede forzar nada. Si él se siente agusto contigo, irá poco a poco acercándose a ti.
6. Terapia
Como con las personas, cualquier ayuda profesional es buena y sobre todo, crucial en caso de que el gato haya vivido una experiencia muy traumática que no sepamos gestionar nosotros solos. En este caso, la terapia puede ayudar al gato a empezar a sentirse seguro y relajado.