La cafetera italiana es también conocida como cafetera moka, greca o macchinetta. Es una de las más típicas en las cocinas españolas, y de hecho, nada tienen que envidiar a las modernas cafeteras de cápsulas. Sin embargo, a pesar de que estamos acostumbrados a las cafeteras italianas, es probable que no las estemos usando de forma correcta... Te contamos el fallo en el que cae todo el mundo y que marcará la diferencia.
Dejar la tapa cerrada
En primer lugar, el error más frecuente es dejar la tapa de cerrada durante el proceso. De hecho, el truco que siempre señalan los baristas profesionales es el de dejar la tapa abierta, muy importante para hacer un café con un mejor sabor, es decir, sin un regusto amargo.
Si bien es cierto que algunos considera que con esta técnica se pierde parte del aroma, la mayoría de los expertos apuntan a que los beneficios de hacer el café con la tapa abierta son mayores.
Lo que explican los baristas profesionales es que dejar la tapa abierta nos ofrece el máximo control de la extracción durante la fase crítica del proceso. Concretamente, el proceso para hacer el mejor café con cafetera italiana sería el siguiente:
Primeramente tendremos que tener en cuenta las proporciones de café y de agua que debemos utilizar. Algunos expertos aconsejan emplear 15 gramos de café molido por taza en esta cafetera, y unos 150 ml de agua calentada a 80º C.
Una vez tengamos preparada la cafetera, la pondremos a fuego lento con la tapa abierta, vigilándola en todo momento. Así lo propone Sébastien Racineux en su libro El arte del café (Lunwerg Editores). Después de un rato, veremos que el café comienza a salir. En ese momento, lo más importante es bajar aún más la temperatura del fuego o de la placa, es decir, es muy importante evitar que el café salga a borbotones.
Aproximadamente el café puede tardar un minuto en salir. En el momento en el que veamos que ya sale a borbotones (porque salpica), sí que es el momento de bajar la tapa y apartar la cafetera del fuego.
Finalmente, se recomienda tomar el café recién hecho y no esperar a que se enfríe demasiado, debido a que perderá sabor, así como algunas de sus propiedades.