28 de marzo de 1993. Un joven de 16 años llamado Francesco Totti debutaba con la Roma. Por aquél entonces, nadie, seguramente ni él mismo, se podría imaginar que aguantaría en el mismo equipo hasta 2016. 24 temporadas después, Il Capitano sigue en la Roma, de la que él es santo y seña, imagen de un club que recibirá al Real Madrid (miércoles, 20:45 horas) con la ilusión de rememorar la eliminatoria de octavos en la Champions de 2008.
Ya suplente, su leyenda se ha ido haciendo más grande al mismo ritmo que su juego se iba empequeñeciendo. Totti ya prácticamente no aparta nada en la Roma: solo ha jugado cinco partidos en lo que va de Serie A, con un solo gol, el que marcó al Sassuolo en septiembre. Precisamente ese tanto no fue uno cualquiera. Era el 300 en su extensa carrera en la Roma.
Carente de un heredero para Totti, la Roma paga no tener un proyecto a medio plazo, sobre todo en ataque. La sombra de Francesco es muy larga y en tan solo dos años, el equipo de la capital de Italia acumula ya 20 jugadores de ataque. La cifra, demasiado abultada, se recrudece aún más cuando se ve la larga lista de aquellos que pasaron sin pena ni gloria, algunos durando solo seis meses, y perdiendo grandes cantidades de dinero.
Dzeko, Salah, Perotti y El Shaarawy se han convertido en el eje ofensivo de la Roma. Todos son nuevos esta temporada y, para más inri, los dos últimos apenas tienen experiencia en el club italiano: llegaron en el mercado de invierno.
Los que siguen
A Perotti, que estuvo en el Sevilla durante seis temporadas, la Roma le fichó (cedido) el último día de mercado, tras pasar los dos últimos años en el Génova. El otro refuerzo, El Shaarawy, llegó a la Roma desde Mónaco, aunque siga perteneciendo al Milan. Cuando estuvo en el Principado tenía una cláusula que si jugaba 25 partidos, el club monegasco tenía que pagar 13 millones de euros. Cuando había llegado a los 24, Leonardo Jardim (técnico del Mónaco) le dejó en la nevera y no volvió a jugar más. El Milan, que tampoco lo quería, acabó cediéndolo a la Roma.
Dzeko y Salah se han convertido en los líderes del ataque romano. Ambos dieron la victoria a la Roma en el último partido ante el Carpi (1-3). El bosnio abandonó el Manchester City tras cinco temporadas y llegó a Roma como cedido, aunque con la obligación de pagar unos 15 millones a final de temporada. Por otro lado, el fichaje de Salah si que se antoja como clave para el equipo de Luciano Spalletti. El egipcio se hizo rápidamente con la titularidad y la Roma ejerció la opción de compra que tenía por el.
Otros hombres de ataque de la actual plantilla de la Roma son Alessandro Florenzi, que a veces atrasa su posición hasta el lateral, como por ejemplo ante el Barcelona esta temporada, Ezequiel Ponce, un talento argentino que aún no debutó o el nigeriano de 19 años Umar Sadiq, también con buena proyección.
Más caros les costó al equipo capitalino los fichajes de Iago Falqué y Gerson. Por el español tuvieron que pagar ocho millones, en una curiosa cláusula que le puso el Génova: en principio iba cedido, pero en el momento en el que jugara un partido oficial, la Roma tenía que desembolsar ese dinero. Lógicamente pagó.
Por Gerson, al que la Roma arrebató al Barcelona como rival por su fichaje, tiraron la casa por la ventana este enero y pagaron 17 millones al Fluminense. El brasileño, que levantó polémica al posar con el reservado '10' de Totti cuando fichó, acabó volviendo a Brasil, para que allí se 'cociera' de cara a la próxima temporada.
Los que ya no están
El último en marcharse de la Roma fue Gervinho, que dejó en caja 15 millones tras fichar por el Hebei Fortune chino. El costamarfileño dejó de contar en el momento en el que Rudi García, su principal valedor, fue despedido.
Otros delanteros que pasaron por la Roma en estos dos últimos años y que abandonaron el Olímpico fueron Mattia Destro (ahora en el Bolonia), los canteranos Federico Ricci y Daniele Verde (ahora en equipos de la Serie B como el Crotone y Pescara respectivamente) y Adem Ljajic, cedido al Inter, y sancionado por su selección por negarse a cantar el himno.
El actual jugador del Sporting Tonny Sanabria también estuvo en la Roma la temporada pasada. El paraguayo sigue estando en propiedad del conjunto italiano, cedido en Asturias. Más nombres que abandonaron el club de la capital han sido Michel Bastos, que gustó en el Lyon pero pinchó en Italia y acabó marchándose al Sao Paulo brasileño, el argentino Juan Manuel Iturbe, por el que pagaron 22 millones al Verona para que acabara con una medida de un gol cada 500 minutos, o Víctor Ibarbo, que ha acabado en el Atlético Nacional de su Colombia natal tras también llegar con un buen cartel.
Como el Coliseo, la Basílica de San Pedro o la Fontana di Trevi, Francesco Totti se ha convertido en un estandarte de la ciudad de Roma. En dos años, su equipo, que intenta resurgir de las cenizas y volver a recordar viejas glorias, ha visto pasar atacantes como si no hubiera final. Eso sí, hay uno al que nunca le afectó. Totti siempre resiste.