Gonzalo Fernández-Castaño (Madrid, 1980) no es de morderse la lengua. Ni sabe ni quiere, algo que le ha granjeado muchos aplausos y muchas críticas. Es lo que tiene decir sus verdades del barquero acompañen los resultados o no. En el Open de España que ganó Jon Rahm -"el próximo ganador de major español"- el madrileño no pasó el corte y se perdió el fin de semana pero no se guardó ni una de sus respuestas para EL ESPAÑOL.
Han pasado 6 años desde el ultimo torneo del European Tour celebrado en Madrid, desde el Madrid Masters 2011. ¿Cómo es volver a jugar en casa?
Pues encantado. Me hacía mucha ilusión jugar en Madrid, creo que demasiada ilusión. Tenía las expectativas altas y, lamentablemente, el juego no ha estado a la altura. También una pena el tiempo. Uno viene a Madrid a mediados de abril y se espera otra cosa. Pero da gusto jugar en Madrid, porque por algún motivo la gente siempre responde.
Su temporada está siendo, cuanto menos, irregular.
Está siendo una temporada rarísima, he jugado seis torneos del Web.com Tour (segunda división del circuito americano) y tres del European Tour, con un resultado de seis cortes fallados y tres top 10, dos de ellos top 5. No recuerdo un inicio de año parecido, y salvo en este torneo, mi sensación es que le he pegado bastante bien a la bola.
¿ Alguna faceta en particular que haya provocado esos cortes fallados?
No. Es curioso, pero no hay ningún palo al que echarle la culpa. Pero esta semana, ha sido todo mediocre, y si sumas mediocre, más mediocre, más mediocre, pues el resultado no sale. Y en el golf de alto nivel, la competición es altísima y si no estás fino, fallas el corte seguro.
Lleva años afincado en Estados Unidos, concretamente en Miami, 4 hijos...
Uno de ellos americano, ése puede ser presidente (risas).
Usted tuvo la oportunidad de jugar con Donald Trump -el presidente de Estados Unidos es el propietario de Doral, uno de los campos donde entrena Fernández-Castaño-.
Cierto, tuve el honor de ser invitado a la inauguración del campo en 2014, porque era el único jugador de la zona que jugaba el Cadillac y jugué con él.
Donald Trump es muy parlanchín (jugando al golf), cuenta muchas anécdotas, me lo pasé muy bien.
¿Cómo es jugar con él?
Pues es muy parlanchín, cuenta muchas anécdotas, me lo pasé muy bien. Recuerdo que en el hoyo 12, estaba hablando por teléfono con su mujer y de repente oigo, "Melania, te voy a pasar con un español muy simpático con el que estoy jugando" y ¡me pasó el teléfono! Y yo sin saber qué decir a la que iba a ser Primera Dama. Luego en el torneo me vino a ver varios días. Sólo tengo palabras de halago para el Presidente. Siempre me ha tratado muy bien.
¿Hay diferencia entre Trump en las distancias cortas y sus actuaciones como presidente?
No, no se nota mucha diferencia. Siendo como es, consiguió reunir ese voto descontento y contra todo pronóstico ganó las elecciones. Aunque tampoco es que la opción de Hillary Clinton fuera muy halagüeña. Aunque no comparto muchas cosas de lo que dice, pero hay que reconocerle el mérito.
¿Jugaría con algún político español?
Con el único que jugaría es con Santiago Abascal, el único político español con dos cojones. Estoy harto de lo políticamente correcto y en ese aspecto me gusta mucho Trump. Estoy hasta las narices de esos patriotas de pacotilla que no sacan la bandera nunca, que hacen una defensa de España a medias, y creo que es lo que España necesita. Y he de decir que Rivera me gusta, si yo fuera un poquito de izquierdas, que por supuesto no lo soy, votaría a Rivera.
El PP se ha convertido en una cosa infumable. Ese voto al PP tapándose la nariz creo que se ha acabado.
El PP se ha convertido en una cosa infumable. Ese voto al PP tapándose la nariz creo que se ha acabado y hace falta reformar la ley electoral para que partidos pequeños como VOX tuvieran la representación que merecen en el parlamento. Pero, sobre todo, estoy hasta las narices de los nacionalismos, del PNV, de Esquerra, de como quiera que se llame ahora Convergencia... Me gustaría un cambio electoral para que valiese nuestro voto igual. Pero ese es otro cantar, me has preguntado con que político jugaría, ¿no? (risas).
¿Habrías jugado el Open de España si fuera en Cataluña?
Por supuesto. Igual que jugué la Escuela. Es más, me encantaría, y ganar allí viendo la bandera española ondear por todas partes. Me encanta Cataluña, tengo muchas amistades allí, siempre me han tratado genial. No tengo nada contra Cataluña, lo tengo contra esos nacionalismos exacerbados que como se ha demostrado a lo largo de la historia, el nacionalismo y el comunismo han sido los grandes males del siglo XX. Yo pensé que esos temas se habían terminado pero parece ser que no.
¿Tienes algún máster?
(Risas) No, no tengo ninguno. Pero es increíble que un tema como un currículum pueda acabar con una carrera, sea de la Señora Cifuentes, sea de quien sea. El otro día vi la lista de políticos que habían mentido o incluido carreras que no habían terminado como Pepiño Blanco... pero como en España no dimite nadie... Se aferran al cargo como sea. Y no soy fan de Cifuentes pero me da pena que se la vayan a cargar por esto, porque si nos ponen a todos a mirarnos los trapos sucios todo el mundo tiene alguno. Y ¿quién no ha añadido algo a su currículum o lo ha 'adornado'? Pero vamos, que lamentablemente los políticos no han hecho otra cosa que 'mamar' del frasco. Raro es el que viene desde fuera de la política.
Futuro y regreso a Europa
¿Qué planes tiene para 2018? ¿Estará más centrado en el Web.com o en Europa?
Sin duda en Estados Unidos. Tengo la espina clavada del PGA Tour y estoy centrado en ello, en recuperar la tarjeta. Pero tengo que ponerme las pilas porque igual que empecé jugando bien, estoy ahora algo más despistado. A ver si salen ese buen par de semanas que permitan dejar el año atado.
¿Volvería a Europa si no consigue la tarjeta?
Por supuesto. No se me caen los anillos en absoluto. Evidentemente, voy a seguir persiguiendo mi sueño, pero el tiempo juega un poco en mi contra. Pero si tengo que volver aquí no lo veo como ningún paso atrás, sobre todo con lo que ha crecido el European Tour con Keith Pelley, que ha traído muchos patrocinadores, los Rolex series, etc. Aunque debería cambiar a un sistema de puntos para que no hubiese tanta diferencia entre ganar un torneo de menos dotación económica. No digo que se igualen los propios Rolex, pero una victoria es una victoria.
Estoy trabajando (el físico) en DBC Fitness, donde entrenan Lebron James, Dwane Wade, varios jugadores de la NFL...
Se le nota una clara mejoría física, ¿has hecho trabajo específico?
Sí, sin duda. Estoy trabajando desde octubre en Miami, en un sitio que se llama DBC Fitness donde entrenan Lebron James, Dwane Wade, varios jugadores de la NFL... Aunque todavía estoy a años luz de donde quiero estar. Pero ya no busco potencia, busco más evitar lesiones, aguantar la temporada sin un bajón final de rendimiento y alargar la carrera lo máximo posible.
Usted ha tenido severos problemas de espalda durante años. ¿Cómo se encuentra actualmente?
Estoy muchísimo mejor. Desde que descubrimos que el dolor provenía de la cadera derecha la he reforzado mucho y estoy muy bien.
Jon Rahm y el golf español
Cambiando un poco de tercio, ¿cuál es su opinión sobre Jon Rahm?
Me parece un auténtico genio. Tiene todo para convertirse en uno de los mejores del mundo, que ya lo es, y dede luego en el siguiente ganador de major español. Lo tiene todo, y lo que más me sorprende y más admiro, es esa cabeza, esa autoestima, esa confianza en sí mismo, cómo cree en sus posibilidades, cómo sale a ganar.
Sergio García, que es un auténtico fenómeno, pero su carrera es mucho más irregular, siempre es candidato pero a veces fallaba un corte... Lo que me impresiona de Jon es que está todas las semanas peleando por la victoria y además es que juega mucho.
Le criticaron mucho cuando declaró que quería ganar más Majors que Jack Nicklaus.
Sí, puede sonar algo chulesco cuando no conoces a Jon, pero cuando lo conoces, ves que apunta alto, se lo cree y es algo interno y le da igual el que dirán. ¡Ole sus cojones!
¿Esperaba tanta gente en el Open de España cuando Rahm anunció su presencia -fueron más de 47.000 personas durante los cuatro días de competición-?
Sinceramente, sí. Lo que es increíble es que con ese tirón mediático de Sergio (García), Jon y Rafa (Cabrera-Bello) ninguno tenga ni un patrocinador español, que no aparezca esa iniciativa privada que nos de ese empujón que hace falta. Mira los jugadores que salen sin ella, imagínate lo que podría pasar con buen plan ADO, que aunque el golf ya está presente en muchos lugares, que siga creciendo y sea aún más referente del deporte nacional.
A ver si acabamos con esos mitos idiotas de deporte elitista, que dice que el golf es de pijos y de viejos, esas chorradas que hacen daño al golf y que son mentira. Es el momento de quitarse la careta y aprovechar este momento mágico del golf español.
Me parecería fantástico que Carmena olvidase esa chorrada que llevaba en su programa de convertir el Club de Campo en una granja escuela.
A su Atlético de Madrid le ha tocado el Arsenal. ¿Firmaría que Madrid y Atlético sean campeones jugar la final de la Supercopa de Europa?
Sería fantástico, pero vamos a ir partido a partido. Me encantaría que el Atleti ganase al Arsenal, así puedo decirle algo a (Ian) Poulter (el golfista inglés es un reconocido fan gunner) la próxima vez que le vea. Pero soy un atlético de medio pelo, porque mi segundo equipo es el Madrid.
Me encantaría que ambos ganasen y así van a ver a Carmena y les regala un chocolatito, o un cenicero que ha hecho su nieto de barro o esas chorradas que hace este ayuntamiento. De hecho me parecería fantástico que viniera a entregar la copa y viera el jardín que tenemos aquí, el apoyo del público y que olvidase esa chorrada que llevaba en su programa de convertir el Club de Campo en una granja escuela.