El 11 de septiembre del año 2001 pasó a la historia como unos de los días más negros que se recuerdan. Aunque nunca se llegó a confirmar totalmente la culpabilidad de manera oficial, los atentados cometidos y atribuidos a la red yihadista Al Qaeda contra cuatro puntos claves de la ciudad de Nueva York se llevaron por delante la vida de casi 3.000 personas y dejaron más de 25.000 heridos, muchos de ellos de forma permanente.
Los puntos más atacados fueron las Torres Gemelas presentes en el complejo de edificios del World Trade Center y el edificio del Pentágono del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. El modus operandi fue el secuestro de varios aviones comerciales para ser impactados contra diversos objetivos por parte de terroristas kamikazes.
Este trágico suceso que cumple ahora dos décadas fue un momento clave en la historia de la guerra contra el terrorismo y está considerado como la chispa que terminó de encender el fuego cruzado que dio paso a la Guerra de Afganistán. Sin embargo, no solo supuso un shock terrible a nivel político, social y económico, sino que su brutal repercusión también marcó de forma significativa el mundo del deporte. En algunos ámbitos, sus consecuencias tienen incluso efectos hoy en día.
Un parón generalizado
Los atentados del 11 de septiembre del año 2001 provocaron un parón generalizado en el mundo del deporte que tuvo su especial repercusión en Estados Unidos, país donde se produjeron los terribles hechos. Aquel martes había varias competiciones de importancia mundial que se tenían que producir y que muchas de ellas sufrieron parones realmente claves.
La situación de caos generalizada llevó a todos los expertos a considerar que lo vivido en las horas y días posteriores a los atentados del 11 de septiembre solo era similar a lo sufrido tras la Segunda Guerra Mundial, cuando se produjeron parones y aplazamientos en la mayoría de competiciones deportivas.
Las competiciones que más sufrieron las consecuencias fueron las grandes ligas estadounidenses como la NHL de hockey, la MLB de béisbol, la NBA de baloncesto o la MLS de fútbol. Todas ellas aplazaron y suspendieron las jornadas programadas para esos días y para los posteriores.
En el caso de la MLB, por ejemplo, se suspendieron todas las actividades durante una semana y en el de la Major League Soccer, se suspendieron las últimas dos jornadas del campeonato y se dio acceso directo a la fase final sin disputar ninguno de esos partidos. Todo mediante la solidaridad y unión de todos los equipos que se unieron para hacer frente al dolor y para posicionarse al lado del luto y la tristeza de la ciudadanía mundial.
El ridículo de UEFA
Sin embargo, no todos los organismos del mundo del deporte tomaron una postura similar, ya que en Europa, de donde procedían muchas de las víctimas de los atentados, no se tuvo la misma consideración. La UEFA fue la nota discordante en el mundo del fútbol ya que decidió no parar sus competiciones en primera instancia.
Fue uno de los capítulos más negros de aquellas fechas, ya que el máximo organismo del fútbol europeo decidió no suspender los partidos de competiciones europeas que estaban programados para aquellos días en los que había jornada de Champions para martes y miércoles.
De hecho, aquel martes 11 de septiembre se disputaron los ochos encuentros que había previstos con la única diferencia de que se guardó un minuto de silencio antes de cada encuentro como homenaje a las víctimas. Esta falta de consideración y sensibilidad por parte de la UEFA provocó el rechazo del mundo entero, tanto a nivel institucional como en los medios de comunicación hasta en el ámbito más social, con la organización de manifestaciones antes de los partidos para repudiar las decisiones de la UEFA.
Finalmente, el máximo organismo del fútbol europeo, por aquel entonces presidido por el sueco Lennart Johansson, reconsideró su decisión y terminó dando marcha atrás al día siguiente, suspendiendo los partidos fijados para el miércoles 12 de septiembre entre los que se encontraban el Fenerbahçe - Barça y Deportivo - Olympiacos.
Sin embargo, el Real Madrid sí disputó su encuentro de aquella jornada contra la Roma horas después de los terribles atentados en lo que se recuerda como uno de los mayores ridículos y bochornos de la historia del deporte. Un suceso que manchó para siempre la imagen de la UEFA. Los blancos vencieron 1-2 con doblete de José María Gutiérrez Guti en el Olímpico de la ciudad eterna en lo que era la primera jornada de aquella fase de grupos.
Jordan y la Ryder
Si aquellas fechas recuerdan dos momentos deportivos que sufrieron grandes cambios a raíz de los atentados del 11 de septiembre fueron la celebración de la Ryder Cup y el esperado anuncio que tenía que hacer el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos, Michael Jordan. Dos hechos que mostraron la enorme repercusión que tuvieron los ataques sufridos por la ciudad de Nueva York.
El más recordado, porque cambió la idiosincrasia de una competición como la Ryder Cup de golf para siempre, fue la suspensión del torneo que enfrentaba a Estados Unidos y a Europa aquel septiembre de 2001. El torneo se iba a producir solo unos días más tarde en el campo británico de The Belfry, pero los dos equipos decidieron suspender definitivamente la competencia, algo que no sucedía desde la Segunda Guerra Mundial.
Aquella edición quedó suspendida y pasó a jugarse en 2002, un cambio que provocó que desde entonces la Ryder Cup no haya vuelto a jugarse en años impares como era habitual, ya que sí mantuvo su habitual espacio de celebrarse cada dos cursos, sin recuperar el ritmo establecido hasta entonces. Del año 1999 pasó al 2002 y hasta ahora que la pandemia provocó que en 2020 no pudiera disputarse, por lo que se jugará en este 2021, pero que en 2022 recuperará su nuevo ritmo de años pares.
El otro gran cambio producido por aquellos terribles atentados tuvo que ver con la figura de Michael Jordan. La estrella de los Chicago Bulls tenía previsto anunciar esa misma semana mediante una rueda de prensa que regresaba al baloncesto profesional y a la NBA después de haberse retirado. Sin embargo, en un gran gesto de solidaridad, prefirió retrasar un anuncio que iba a paralizar el mundo del deporte para anunciar su vuelta a las canchas dos semanas después en los Washington Wizards.
El deporte unido
Aquellos atentados del 11 de septiembre del año 2001 unieron a toda la sociedad en defensa de la paz y la solidaridad y el mundo del deporte no quiso ser menos. Los homenajes y las muestras de cariño y de respeto se repitieron por todo lo ancho y largo del planeta en todo tipo de competiciones durante esos días e incluso en semanas posteriores. Tuvieron, una vez más, en Estados Unidos su particular epicentro.
El propio Michael Jordan decidió colaborar activamente en todo lo que pudo y realizó importantes donaciones de millones de dólares para ayudar a las víctimas de los atentados. Por su parte, el mundo del fútbol dejó en evidencia a la UEFA con bonitos homenajes en cada partido de aquellos días y de los días posteriores al desastre.
Además, en todo el país americano ondearon banderas a media asta en todos los estadios, los himnos fueron cantados por miembros de los cuerpos de seguridad del ejército, de la policía y de los bomberos y se llevaron a cabo multitud de homenajes.
Sin duda, el más emocionante fue el que protagonizaron los dos grandes equipos de béisbol de una Nueva York tocada de cerca por la desgracia. Yankees y Mets se posicionaron frente a frente llevando unas gorras especiales con las siglas NYPD y FDNY en honor a los departamentos de policía y bomberos de la ciudad neoyorquina, en honor a lo héroes caídos en la tragedia de los atentados. Así fue como aquel 11 de septiembre que ahora cumple 20 años dejó tocado al mundo del deporte y en especial a Estados Unidos y a Nueva York para siempre.
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