Más de un año después de su último título, el Barça volvió a reinar en el baloncesto español. Lo hizo llevándose una Supercopa que parecía territorio vetado desde hace tres años, cuando el Real Madrid la convirtió en su bacanal de inicio de temporada. Lo ha sido hasta este curso, cuando el blanco dejó paso al azulgrana para quizá abrir un tiempo nuevo en el deporte de la canasta nacional. Incluso el finalista, Unicaja, fue distinto al de las últimas ediciones. No obstante, la combatividad mostrada en semifinales ante el Madrid cayó en saco roto con el título de por medio (62-80).
Los hombres de Xavi Pascual volvieron a mostrarse muy sólidos a la hora de la verdad, rompiendo el partido en el tercer cuarto tras amagar con hacerlo ya en la primera mitad. El triple volvió a ser el arma más poderosa del conjunto azulgrana, con 11 aciertos fundamentales para explicar un título forjado desde el perímetro. Los 15 puntos de Pau Ribas y los 13 de Stratos Perperoglou, junto a la aportación ofensiva de Brad Oleson y Aleksandar Vezenkov, suplieron la baja de Juan Carlos Navarro y supusieron una losa para el equipo local, muy fallón toda la tarde ante un rival más rodado en el primer torneo oficial de la temporada.
Como le ocurrió en semifinales, el Unicaja arrancó el choque errando casi todos sus tiros y tardó casi cuatro minutos en anotar su primera canasta en juego. Compensaba su desatino con un mayor dominio en el rebote, que le otorgó las primeras ventajas tras un triple de Edwin Jackson en el ecuador del cuarto. Con un parcial de 7-0 se pasó de un 3-5 al 10-5 a favor de los andaluces y se vivieron unos minutos intensos, con grandes defensas en ambas zonas, especialmente intensas debajo del aro.
Dos triples consecutivos de Brad Oleson y otro de Justin Doellman, con el Unicaja plantado en los 15 puntos durante demasiado tiempo, volvieron a darle ventaja a los de Xavi Pascual. Acabaron el cuarto con un parcial de 13-0 en dos minutos que abría distancias en el marcador (15-22). En el segundo acto, Unicaja llegó a ponerse a tiro tras un triple de Dani Díez (22-24, min 13), pero Shane Lawal y Doellman cerraron la zona y no permitieron lanzamientos fáciles a los anfitriones.
La seriedad de los de Xavi Pascual, bien dirigidos por Carlos Arroyo y con Pau Ribas como letal estilete, los mantuvo por delante hasta el descanso. Las ventajas oscilaron entre los dos y los ocho puntos para acabar quedándose en seis (31-37). El paso por vestuarios no cambió mucho el panorama y la emoción propia de una final superaba al buen juego de dos equipos, que empiezan el curso con muchas caras nuevas en sus filas.
Costaba un mundo anotar y, cuando el Unicaja se acercaba con triples de Markovic o Thomas, respondía veloz su rival desde la misma distancia a través de Oleson o Perperoglou (42-50, min 26), manteniendo un colchón de puntos que le daban cierta tranquilidad. Un nuevo arreón catalán, con un parcial de 0-7 que selló Vezenkov desde el triple, apagó el empuje de los aficionados malagueños (43-57), que se vieron catorce puntos abajo a la conclusión del tercer cuarto.
Arroyo acertó desde la línea de 6,75 nada más comenzar el último acto y Lawal subió a 19 la ventaja (43-62, min 31), dejando los últimos minutos de la final como una mera demostración de la distancia existente entre una y otra plantilla.