La ACB carga con orgullo el sambenito de ser la mejor liga de Europa y, por ende, la segunda mejor del mundo tras la NBA. Casi desde el mismo día de su nacimiento, en 1983, hasta hoy en día ese prestigio sigue vigente. La parte positiva de ese reconocimiento es que muchas estrellas del deporte de la canasta siguen eligiendo nuestro país para desarrollarse o consolidarse. La negativa, que muchos de los jugadores que habitan en la liga doméstica no son españoles ni, para mayor preocupación, jóvenes promesas del baloncesto nacional.
Según el último informe de migración en el baloncesto internacional elaborado por la FIBA (Federación Internacional de Baloncesto) y el CIES (Centro Internacional de Estudios del Deporte), España acogió a más extranjeros que ninguna otra liga mundial durante el curso 2014-2015 (64,9% del total). Tres clubes españoles estuvieron entre los cinco que más foráneos presentaron: Baskonia (primero, 83,3% de sus jugadores), Barça (segundo, 82,4%) y Unicaja (cuarto, 76,5%).
La situación se repite esta temporada, ya que vascos, catalanes y andaluces continúan esgrimiendo plantillas multinacionales sobre la cancha (nueve, 10 y 11 fichas internacionales respectivamente). En total, 138 de los 232 jugadores de la actual ACB son extranjeros, con Unicaja como equipo con más foráneos (11), seguido por el Barça (10). Tres conjuntos presentan nueve extranjeros y hasta siete plantillas cuentan con ocho foráneos, entre ellas la del Real Madrid, vigente campeón.
La Lega italiana (56,4%) y la Bundesliga alemana (55,9%) fueron las competiciones que más se acercaron a la ACB en cuanto a porcentaje de extranjeros el pasado curso. Otros campeonatos pujantes como son Turquía o Grecia redujeron la presencia internacional al 51,4% y 48,8% respectivamente. En cuanto a la NBA, ésta será la segunda temporada consecutiva en la que se igualan o superan los 100 jugadores extranjeros, aunque con amplia mayoría de producto estadounidense (78% del total de la competición en la 14/15).
Dominio estadístico, no en los banquillos
La pujanza del talento foráneo también se muestra con claridad al echar un vistazo a los números de la ACB después de tres jornadas de competición. 16 de las 21 categorías estadísticas individuales son lideradas por jugadores extranjeros, con el Ránking ACB como mejor exponente de la situación. Entre los 15 jugadores más valorados de la liga española, 10 son foráneos, con Dejan Musli (Manresa) como líder y MVP (Jugador Más Valorado) del primer mes de competición.
Javier Beirán (Tenerife) es el español más valorado hasta la fecha, figurando en sexta posición de la estadística más importante de la ACB. Además, Sergio Rodríguez (asistencias), Ilimane Diop (tapones), Rodrigo San Miguel (recuperaciones), Juanjo Triguero (Más/Menos) y Pablo Aguilar (porcentaje de acierto en tiros de dos) son los únicos españoles que comandan una variable estadística de la competición.
En cuanto a lo que se refiere a los equipos, Baskonia es la plantilla que presenta menos españoles, con tres: Alberto Corbacho y los hermanos Diop, estos últimos nacionalizados. Por el contrario, Joventut de Badalona y Gipuzkoa Basket aglutinan ocho jugadores nacionales en sus plantillas, seguidos por Estudiantes (siete).
Al menos, los banquillos ACB sí presentan un claro aroma español. 15 de los 18 entrenadores de la liga son nacionales, con Velimir Perasovic (Baskonia), Fotis Katsikaris (Murcia) y Zan Tabak (Fuenlabrada) como excepciones. El pleno de técnicos propios llegó la temporada pasada, cuando los 18 equipos fueron dirigidos desde la banda por responsables autóctonos durante buena parte de la campaña.
El dolor de cabeza de los sub21
Sin embargo, el dato más alarmante revelado por el informe de la FIBA y el CIES no tiene que ver con el presente del baloncesto español, sino con su futuro. Las alarmas saltan al comprobar que España cerró la élite mundial del deporte de la canasta la temporada pasada en lo que a porcentaje de jugadores sub21 se refiere (9,8% del total de la competición). Además, en estos momentos se produce un empate técnico entre extranjeros (23) y nacionales (23) a la hora de conformar los 46 jugadores jóvenes de la competición.
Esta circunstancia genera aún mayor inquietud ahondando un poco más en la estadística. El lituano Marius Grigonis (también en Manresa, como Musli) es el sub21 con mayor promedio de minutos (24 en tres partidos), mientras que Murcia ni siquiera ha dado juego a los suyos. Equipos como Barça o Fuenlabrada no cuentan con ningún sub21 español en sus filas y Willy Hernangómez es el único del Real Madrid frente a Luka Doncic y Dino Radoncic.
Además, Murcia, Obradoiro, Estudiantes y Baskonia son los únicos equipos con pleno de jugadores de formación nacionales, mientras que Valencia Basket, directamente, no tiene sub21 en su plantilla. Una ausencia curiosa, ya que los taronja fueron el cuarto equipo que más protagonismo concedió a estos jugadores en el curso 2014-2015 en el global baloncestístico. Fueron 18,5 minutos por partido, justo por detrás de Fuenlabrada, tercer equipo que más apostó por los sub21 con 20,7 minutos de juego de promedio.
Y es que, a pesar de la escasez de talento joven, la ACB fue la cuarta liga en la que los sub21 disfrutaron de más participación a nivel mundial (6,2 minutos por encuentro). Por delante, la Liga Adriática balcánica (8,5 minutos), la VTB del Este de Europa (8,6) y China (11,8). Aun así, el 9,8% de jugadores de formación en España se halló muy lejos del de Argentina (32,6%), de nuevo la Liga Adriática (25,5%) y Brasil (24,7%).
Así, se regresa a la paradoja con la que comenzaba el artículo. Sí, la ACB es la mejor liga de Europa y la segunda más importante del mundo, pero gracias sobre todo al talento extranjero. Con más importaciones que exportaciones de jugadores (513 por 420, quinto balance más negativo del mundo, aunque es la segunda liga que más jugadores exporta), ¿qué futuro cabe esperar para las selecciones españolas masculina y femenina? De los Abrines, Vives, Hernangómez, Díez, Salvadores y compañía depende que la estadística se quede en lo anecdótico y pierda tanta validez como aparenta.