Desborda la información del cáncer de pulmón de Johan Cruyff, conocido hace apenas unos días, o del tumor testicular que superó Lance Armstrong. También de todos aquellos jugadores de fútbol como Lubo Penev, José Francisco Molina, Eric Abidal o Tito Vilanova. Son la parte visible de la enfermedad en el deporte, compañeros de un desagradable viaje que no siempre termina bien y que, por desgracia, es extensible a todos los deportes, sobre todo, y de una forma especialmente cruenta en los últimos tiempos, con el baloncesto.
El tumor cerebral que sufre Kyle Kuric, jugador estadounidense del Gran Canaria, ex de Estudiantes y de la Universidad de Louisville, es sólo el último ejemplo de la horrible convivencia entre el cáncer y el baloncesto. Ante adversario de tal envergadura, no hay canasta, rebote, asistencia o tapón fácil. Sólo cabe esperar que, con el bocinazo, no sea la enfermedad quien gane el partido. Por desgracia, sus vínculos con la canasta son numerosos y no siempre tienen final feliz.
Mirza Delibasic
El que fuera mito del baloncesto europeo en los años 70 y principios de los 80 con Yugoslavia, Bosna de Sarajevo y Real Madrid falleció a los 47 años en 2001. Víctima de un cáncer linfático, la salud del otrora campeón de Europa, olímpico y mundial nunca fue demasiado boyante. Dos derrames cerebrales le obligaron a retirarse prematuramente en 1983, lastrado por su excesiva adicción por el tabaco y el alcohol. Delibasic llegó a declarar que había vivido dos vidas: una de día y otra, de noche.
Rudy Tomjanovich
El técnico estadounidense tuvo que abandonar el banquillo de Houston Rockets tras la temporada 2002-2003 debido a un cáncer de vejiga. Tomjanovich, campeón de la NBA con los Rockets en 1994 y 1995, quiso repetir la gesta con los Lakers. Llegó a Los Ángeles en 2004 y, en teoría, recuperado. Sin embargo, su enfermedad le obligó a dejar la dirección del equipo 41 partidos después. Al menos, el cáncer no fue a mayores.
George y Coby Karl
El padre de familia ganó la batalla contra la enfermedad no una, sino dos veces. El actual técnico de Sacramento Kings, de dilatada trayectoria en la NBA y también ex entrenador del Real Madrid, superó primero un cáncer de próstata en 2005. Cuatro años más tarde, las células cancerígenas aparecieron en su garganta, obligándole a pasar un duro tratamiento de radioterapia y quimioterapia. Por otro lado, su hijo Coby, ex jugador de Joventut, Granada y LA Lakers entre otros, superó un cáncer de tiroides en 2007, tras una operación que duró más de siete horas.
Red Auerbach
El ideólogo de los Boston Celtics falleció en 2006 a los 89 años, aparentemente por un ataque al corazón. No obstante, en su día tuvo que ser operado de cáncer de colon y tuvo problemas respiratorios. Probablemente, la causa estuviese en su gran afición por los puros, compañeros inseparables de Red a la hora de festejar los triunfos de los Celtics.
Sergio Luyk
El hijo del legendario Clifford Luyk, que siguió los mismos pasos baloncestísticos que su padre y llegó a jugar en el Real Madrid, falleció en 2008 tras una lucha fallida contra el cáncer. Los cuatro meses de vida que le pronosticaron los médicos se convirtieron en 10 para el también ex jugador de la Universidad de Saint John's, Valladolid y Breogán de Lugo. A pesar de sus esfuerzos por derrotar a la enfermedad, murió a los 36 años.
Kareem Abdul-Jabbar
El máximo anotador histórico de la NBA tampoco se libró del influjo del cáncer, que ya habían sufrido su padre, su abuelo y su tío en el pasado. La leyenda de los Lakers hizo público que sufría de leucemia en 2009, aunque dos años después declaró que su vida no corría peligro. También aprovechó para reconocer que “nunca estás realmente liberado del cáncer”.
Chuck Daly
Al responsable técnico de los Bad Boys de Detroit y del Dream Team estadounidense en Barcelona'92 se le diagnosticó un cáncer de páncreas en marzo de 2009. Murió en mayo de ese mismo año a los 78 años, dejando una esposa, una hija y una nieta.
‘Doc’ Rivers
El actual entrenador de Los Angeles Clippers acostumbra a gritar mucho desde la banda durante los partidos. Por eso, se llevó un susto muy desagradable cuando entrenaba a Boston, ya que en 2010 se temió por la vinculación con el cáncer de unas lesiones en su garganta. Finalmente, los exámenes médicos descartaron esa posibilidad.
Oscar Schmidt Becerra
El anotador más prolífico de la historia del baloncesto ha sido intervenido por tumores en el cerebro en dos ocasiones: 2011 y 2013. Mano Santa sabe que su cáncer no tiene cura, pero sigue mirando a la vida con toda la entereza posible. “Voy a morir, pero estoy luchando. No estaré sentado en casa esperando a la muerte”, ha llegado a afirmar.
Manel Comas
El cáncer de pulmón de El Sheriff, que llegó a fumar hasta tres paquetes diarios de tabaco, se hizo público en enero de 2012. La enfermedad le obligó a abandonar las retransmisiones televisivas de la ACB, en las que colaboraba. Sin embargo, el ex entrenador de clubes como Baskonia, Joventut o Sevilla volvería a la acción meses más tarde. Eso sí, totalmente marcado por la dolencia, que acabó con su vida a los 67 años en junio de 2013.
José Luis Abós
El “problema de salud” que obligó al técnico de 53 años a dejar el banquillo del CAI Zaragoza en agosto de 2014 acabó resultando ser un cáncer de estómago, que provocó su muerte en octubre de ese año. Los logros de Abós con el equipo de su tierra, al que devolvió a la ACB y encumbró en cinco temporadas, provocaron que el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza haya cambiado su nombre desde hace unas semanas.
Lauren Hill
Los médicos dieron un año de vida a esta joven estadounidense de 19 años debido a un extraño tumor cerebral, pero Hill superó toda expectativa. Llegó a debutar en la NCAA universitaria con Mount St Joseph y creó una fundación para luchar contra el cáncer, apoyada por un buen número de famosos estadounidenses. Murió en abril de 2015.
Nate Huffman
El que fuera pívot de Fuenlabrada, Maccabi Tel Aviv y Toronto Raptors fue diagnosticado de un cáncer terminal de vejiga este mismo año. El propio Huffman anunció la noticia a finales de septiembre, muriendo el 15 de octubre a los 40 años.
‘Flip’ Saunders
El entrenador de Ricky Rubio y Kevin Garnett en Minnesota Timberwolves fue fulminado por un cáncer que se recrudeció este pasado mes de septiembre. A sus 60 años, Saunders se retiró temporalmente del banquillo de los Wolves hasta 48 horas antes de morir, cuando se confirmó que no entrenaría en toda la temporada. Además, era el presidente de operaciones de la franquicia a la que más tiempo entrenó en la NBA, donde también dirigió a Detroit Pistons y Washington Wizards.
Los hijos de Kendall y Sánchez
Gran Canaria no pasa por su mejor momento en lo que a cuestiones de salud se refiere. En los playoffs del curso anterior, perdió al pívot canadiense de nacionalidad irlandesa Levon Kendall. Apartado del baloncesto, lucha para intentar costear los gastos del tratamiento contra el cáncer de su hijo Skyler. Con menos de un año de edad, al pequeño se le detectó un tumor cerebral el pasado mes de mayo. Precisamente la misma dolencia que hará pasar por el quirófano a Kyle Kuric en los próximos días. Al escolta estadounidense de 27 años se le detectó la dolencia a partir de las migrañas que sufría últimamente.
La vinculación entre la ACB y el cáncer esta temporada no acaba aquí pues Francis Sánchez, ex jugador y entrenador ayudante de Fotis Katsikaris en el UCAM Murcia, se apartó temporalmente del equipo en septiembre para cuidar a su hija de seis años, que padece leucemia.