"I'm ready to let you go". "Estoy preparado para dejarte ir". Sencillo, directo, definitivo. El adiós de Kobe Bryant a la NBA ha sido como el juego de Kobe Bryant en la NBA. En una carta abierta en The Players Tribune, el mismo lugar donde narró su calvario de lesiones la temporada pasada, el ya mítico 24 de Los Angeles Lakers ha dado a conocer lo que muchos esperaban desde tiempo atrás: "Querido baloncesto: Estoy preparado para dejarte ir. Quiero que lo sepas ahora para que ambos podamos disfrutar de cada uno de los momentos que nos quedan juntos".



Apenas 67 partidos. Apenas una gota en el océano de su carrera profesional, porque sus Lakers, 2 victorias en 15 encuentros esta temporada, ni siquiera se pueden permitir soñar con la postemporada, con los playoffs.



Una despedida injusta, amarga, por mucho que Byron Scott haya confirmado que le mantendrá como titular durante toda la campaña, para quien, problamente, sea el jugador más importante de la franquicia angelina junto a Kareem Abdul-Jabbar y Magic Johnson. Una despedida triste, por los resultados deportivos y por las lesiones, para quien conquistó en cinco ocasiones el anillo de la NBA y se retirará como el tercer máximo anotador de la historia de la NBA. Porque Kobe Bryant es y será uno de los elegidos.



"Mi corazón puede sorportar los goles. Mi mente puede manejar la rutina. Pero mi cuerpo sabe que es el momento de decir adiós. No puedo amarte obsesivamente durante mucho más tiempo. Esta temporada es lo todo que me queda por dar".



Con unos porcentajes pírricos, los peores en sus 20 años como profesional en la NBA, y un equipo condenado a la penúltima posición (Philadelphia no perderá el honor de la peor marca de la temporada), el físico, ya a los 37, no perdona. Ocho lesiones de diferente índole en los últimos cinco años, seis de ellas en la pierna izquierda, y sobre todo la última, un lesión en su hombro derecho que le obligó a pasar por el quirófano y a perderse seis meses de la última temporada, aunque la serie infernal de problemas físicos ya comenzó en abril de 2013 con la rotura del tendón de Aquiles y a su regreso, con sólo seis partidos disputados, otra lesión: fractura de la rodilla izquierda.



La familia Buss, dueña de la franquicia angelina, decidió en cualquier caso la renovación de su gran estrella. Dos años más, a razón de 25 millones de dólares cada una. El jugador mejor pagado de la liga. Ni sus tiros ni sus piernas eran las de antes, aunque sus movimientos, como al principio de su carrera, seguían recordando a los de Michael Jordan, con el que siempre se le comparó.

De Phil Jackson y Shaq a Pau Gasol

Directo del instituto Lower Merion, donde consiguió la escandalosa cifra de 2.883 puntos para superar lo récords de Wilt Chamberlain y Carlin Warley, a la NBA, sorprendentemente fue elegido en el puesto 13 por los New Orleans Hornets, Kobe Bryant ha disputado todos y cada uno de sus 1.512 partidos como profesional de púrpura y oro, aunque su esplendor no habría llegado jamás sin tres nombres esenciales en su carrera: Phil Jackson, Sahquille O'Neal y Pau Gasol.



Con la llegada del Señor de los Anillos al banquillo angelino y la aplicación del Artículo 34 en la zona, Kobe se destapó como el jugador que hoy conocemos y entre 2000 y 2002 dominó la NBA con puño de hierro. Tres anillos seguidos, la continuación de la dinastía laker, el lugar que le correspondía. Un hito que no acabaría bien.



Ni siquiera el triángulo mágico de Phil Jackson pudo evitar los problemas personales entre sus dos estrellas. Shaq abandonó los Lakers y Los Angeles se sumió en la oscuridad. Hasta el 1 de febrero de 2008. Aquel día Pau Gasol se convirtió en un laker y su nuevo equipo encadenó 29 victorias en 37 partidos desde su debut. Una racha que se prolongó en los playoffs, que duró casi dos años y regaló a Kobe los anillos que le faltaban para completar una mano.



Sus medios -impresionantes- de 25,3 puntos, 5,3 rebotes, 4,8 asistencias y 1,5 robos por partido durante sus 20 campañas como jugador de Los Angeles Lakers no pueden siquiera acercarse a la magnitud de un jugador que es leyenda activa del baloncesto, mito de la NBA y, quizás, eso sólo el tiempo lo sabrá, uno de los diez mejores jugadores de toda la Historia junto a Michael Jordan, Magic Johnson, Larry Bird, Kareem Abdul-Jabbar, Wilt Chamberlain, LeBron James, Isiah Thomas, Oscar Robertson y Bill Russell.