El dilema interior del Barça
Sólo Tomic y Doellman se muestran regulares en la pintura azulgrana, con hasta 25 integrantes en las últimas ocho temporadas.
20 diciembre, 2015 02:57Noticias relacionadas
Si hay un quebradero de cabeza recurrente para Xavi Pascual y la dirección deportiva de la sección de baloncesto del Barça verano tras verano, ése es el juego interior. Los fichajes en esta posición han sido la tónica habitual durante los últimos ocho años, con escasos exponentes de una mínima continuidad en la pintura. Para muestra, los 25 jugadores interiores de los que ha dispuesto el equipo azulgrana en este período de tiempo, con tres y hasta cuatro altas por temporada.
Y, sin embargo, el mejor jugador del Barça esta temporada habita en la zona: Ante Tomic. El pívot croata es el jugador más valorado de la ACB (22.7 puntos) y su quinto máximo anotador (15 puntos por encuentro). También destaca como octavo mejor reboteador (6.33 capturas por partido) y séptimo taponador de la liga (0.78 tapones de media).
Tomic es el mejor anotador azulgrana en estos momentos. Le sigue otro interior, Justin Doellman, con 13.6 puntos y 5.8 rebotes de media. No obstante, la aportación de los integrantes de la zona se reduce de forma considerable tras ambos jugadores. Los números de Shane Lawal (6.8, 4.3) y Samardo Samuels (5, 3.3), al igual que los de los menos habituales Aleksandar Vezenkov (4.4, 2.4) y Moussa Diagné (2, 1.2), se encuentran a una distancia importante de los conseguidos por Tomic y Doellman.
A pesar de las dudas del equipo (tres derrotas consecutivas en la Euroliga), de los 1.575 puntos anotados por el Barça hasta la fecha, 712 pertenecen al juego interior (un 45.2%). En cuanto a los rebotes, 343 capturas de las 570 totales (un 60.18%) han llegado por parte de los ala-pívots y pívots. De momento, las cifras son mejores a las de las últimas temporadas, con toda una vorágine de altas y bajas en la pintura.
Los precedentes
La primera estación del dilema interior azulgrana es curiosamente la mejor hasta la actual en cuanto al rendimiento bajo tableros. De los 4.479 puntos y 1.770 rebotes del Barça en el curso 2008-2009, un 46.8% de la anotación (2.096 puntos) y un 62.4% de la capacidad reboteadora (1.106) vinieron de los interiores.
El equipo fue el máximo reboteador de la ACB y tuvo en el turco Ersan Ilyasova a su mejor hombre alto (575 puntos y 398 rebotes). Le acompañaron Fran Vázquez (572-315), David Andersen (534-206), Daniel Santiago (316-121) y Jordi Trías (99-66), con la Liga ACB como único título.
La temporada siguiente fue una de las mejores de la historia azulgrana a nivel colectivo (Euroliga, Copa y Supercopa), pero las estadísticas no fueron tan halagüeñas en la zona. Se cayó al 55% de contribución reboteadora (943 capturas de 1.713 totales) y al 39.8% de anotación (1.785 puntos sobre 4.483).
Erazem Lorbek fue el interior más destacado (519-230), seguido de Fran Vázquez (417-216), Boniface N’Dong (408-206), Terence Morris (346-214) y Trías (95-77). Sólo repitieron dos hombres altos frente a los tres recién incorporados.
Lorbek volvería a mandar en el frontcourt del Barça durante el curso 2010-2011 gracias a sus 433 puntos y 218 rebotes entre ACB y Euroliga. Kosta Perovic (241-113) fue la única incorporación interior de la temporada, ya que Vázquez (357-254), Morris (339-190) y N’Dong (315-164) permanecieron en nómina.
Los 1.685 puntos y 939 rebotes conseguidos en la zona supusieron el 40.6% y el 55.6% del total de anotación (4.146) y capturas defensivas y ofensivas (1.660) respectivamente. A pesar de conquistar Supercopa, Copa y Liga, el Barça sólo fue el cuarto máximo anotador y quinto reboteador del año a nivel nacional.
La aportación ofensiva interior siguió incrementándose en la campaña 2011-2012, pero la capacidad reboteadora del equipo volvió a mermar. Los hombres altos del Barça capturaron 947 rebotes (52% de 1.824) frente a los 1.724 puntos (41% de 4.211) logrados.
Lorbek sobresalió por tercer curso consecutivo (654 puntos y 238 rebotes), con N‘Dong (412-259) y Vázquez (292-212) secundándole. Perovic (211-126) y el debutante CJ Wallace (155-112) cerraron filas en las cercanías del aro, con la Liga y la Supercopa como entorchados colectivos. De forma sorpresiva, los números dieron la razón al rebote (el Barça fue el segundo máximo reboteador) antes que a los puntos (cuarto mejor dato) a nivel nacional.
Con la Copa del Rey como único título en 2013, Wallace y Lorbek fueron los supervivientes de la enésima vuelta de tuerca de la pintura azulgrana. El esloveno (606 puntos y 206 rebotes) cedió protagonismo al recién incorporado Tomic (757-419). Por su parte, el americano sólo presentó mejores números (171-108) que Marko Todorovic (108-85) y Loukas Mavrokefalidis (51 puntos y 26 rebotes en siete partidos).
El griego llegó para sustituir al australiano Nathan Jawai (429-267), lesionado antes de los Playoffs. Entre todos, sumaron 2.122 puntos (41.7% de los 5.092 puntos de todo el equipo) y 1.121 rebotes (53.6% de un total de 2.091 capturas).
La Liga regresó a las vitrinas del Barça en 2014, con las cifras anotadoras y reboteadoras en la pintura manteniendo el crecimiento del año anterior. Los 2.238 puntos y 1.264 rebotes de los interiores significaron un 44% (sobre 5.085) y un 60.4% (sobre 2.091) del global anotador y reboteador del equipo.
Tomic volvió a comandar la zona, con 659 puntos y 393 rebotes superiores a los guarismos de Bostjan Nachbar (474-163), Lorbek (360-117), Maciej Lampe (354-176), Joey Dorsey (310-339) y Todorovic (81-76).
Así, se llegó a la temporada pasada con el conjunto de Pascual en tercera posición anotadora y segunda reboteadora (empatado con Unicaja) de la ACB. La progresión volvió a ser patente, con el Barça recuperando el primer puesto reboteador siete años después y convirtiéndose en el segundo máximo anotador español tras el Real Madrid.
Lo logró con 5.894 puntos, de los cuales 2.233 procedieron del juego interior (37.8% del total), y 2.301 rebotes, con 1.182 de los hombres altos (51.4%). Tomic lideró la estadística de puntos y rebotes por tercera campaña consecutiva (665-411), con Justin Doellman (634-249) secundándole. Tras ellos, Tibor Pleiss (341-236), Lampe (311-180) y Nachbar (282-106). Sólo faltó lo que siempre había estado presente en las anteriores temporadas: los títulos.
El presente
Dos campañas consecutivas con apenas dos refuerzos interiores no eran la tónica habitual de la política de fichajes del Barça. Por eso, el club decidió renovar la presencia bajo tableros del equipo casi por completo este verano.
Una vez más, sólo quedaron dos postes de la campaña anterior: Doellman y Tomic. Llegaban cuatro caras nuevas, todas ellas ratificadoras de una clara apuesta azulgrana por mantener e incluso incrementar el poderío interior.
Lawal, Samuels, Vezenkov y Diagné protagonizaron las incorporaciones en la zona. Su gran asignatura pendiente en lo que va de curso es el rebote. Sólo Tomic se encuentra entre los 15 máximos reboteadores de la ACB y de la Euroliga.
Tampoco el cómputo global del equipo es positivo, con el sexto peor registro reboteador continental (329 capturas, 33 por partido). La situación mejora en la ACB, donde el Barça es el sexto equipo que más rebotea (340 capturas, 34 por encuentro).
El déficit reboteador es cuanto menos curioso dado el físico y la espectacularidad de los hombres altos del equipo. Son los mismos que han llevado al Barça a marchar segundo en la clasificación de mates de la ACB (41, 4.10 por partido) y tercero en la de tapones (14, 1.40 por encuentro). También tendrán cierta responsabilidad a la hora de situar a la defensa azulgrana como la mejor de la liga española (681 puntos encajados, 68.1 de media).
Aun así, también hay algunas lagunas atrás. El Barça es el segundo equipo con más pérdidas de la liga (113, 11.3 por partido) y el que más tapones recibe (14, 1.4 de media). Estas variables no logran paliar la importancia del rebote, maldito para los azulgrana.
Ningún jugador del equipo ha sido máximo reboteador de la ACB a lo largo de la historia, quizá la clave para desentrañar este dilema interior. De los rebotes dependerá en buena medida que los hombres altos de Xavi Pascual abandonen la zozobra permanente. Al menos, por un tiempo.