Desde la rueda de calentamiento, supo que iba a ser su partido. Daba igual que acabase de volver de una lesión. Fue probando con tiros lejanos y bandejas. Se gustó cada vez más. A 01:53 para el final del primer cuarto, saltó a la pista ante una atronadora ovación. Todos le jalearon enfervorecidos. Poco después, Sergio Llull devolvió el saludo a la afición local con un triple sobre la bocina y cayéndose. Todo era maravilloso. Y, sin embargo, el cuento de hadas acabó volviéndose pesadilla. Porque, sí, el Barça acabó remontando un partido que el Real Madrid llegó a dominar cómodamente, con parciales de 18-0 incluidos (86-87). El culpable también supo que iba a ser su noche desde el minuto uno: Justin Doellman.
Una canasta del ala-pívot estadounidense sobre la bocina final acabó de un plumazo con la vendetta que el Madrid había urdido durante buena parte del encuentro. Estuvo muy cerca de consumarla, pero, como Llull, el Barça siempre vuelve. Sigilosamente, Doellman, Navarro y Samuels fueron reactivando el ánimo de un conjunto azulgrana que por unos cuantos minutos pareció a punto de caer sobre la lona, completamente noqueado.
El muerto también logró resucitar de la mano de Stratos Perperoglou, imbuido de ese don de la oportunidad que parece acompañar a cada jugador de baloncesto talentoso nacido, crecido y curtido en Grecia. Ausente en la primera parte, su anotación desde el perímetro acabó rescatando de su letargo al Barça para trasladar las dudas a las filas del Madrid. Pero los locales, como su eterno adversario, también son expertos en volver cuando ya se les da por perdidos.
Los Sergios habían perpetrado buena parte de lo que amagó con ser un triunfo apabullante del Madrid. Llull, desatado desde el perímetro. Su tocayo, el Chacho, en uno de esos días del mes en los que su baloncesto se convierte en poesía en movimiento. Cada dribling, asistencia o triple que amasaban las manos del canario acababa en canasta. Una vez más, el artículo 34 que tanto mentaba Andrés Montes volvía a tener sentido en una cancha: “Hago lo que quiero, cuando quiero y como me da la gana”. Aunque el Chacho sea bastante más bajito que Shaquille O'Neal.
Mas, inexplicablemente, las tornas del partido cambiaron cuando todo parecía bajo control para los de Laso en el tercer cuarto. La defensa, como en los días de postín hasta entonces, se derritió cual gelatina. El acierto en ataque, con buenos porcentajes tanto en tiros de dos como de tres, fue decayendo. A la par que la dinámica del Barça mejoraba sin remedio. Cuando los azulgranas intentaban escaparse en el marcador, como al inicio del envite, llegó la reacción del Madrid.
Ayón y Reyes, irreductibles bajo tableros, empezaron a convertir canastas y a capturar cada rebote, por difícil que resultase. Jaycee Carroll abandonó su discreción para armar el brazo y catapultar a los suyos a partir del tiro exterior. Y los Sergios, forjadores de carácter durante los 40 minutos, siguieron con su buena dinámica.
Ningún integrante del Madrid contaba con las dotes de asesino de Doellman desde el perímetro. Su tiro ganador, sin posibilidad de réplica, finiquitó un encuentro vibrante en el que el hipotético vencedor acabó siendo perdedor y viceversa. Llull se equivocó. Su día acabó perteneciendo a un norteamericano de Cincinnati.
Fue un triste adiós para el parquet del Palacio de los Deportes, jubilado tras diez años de servicio. El mismo que, por paradojas del destino, acogió aquel tiro ganador de Pau Gasol escupido por el aro en la final del EuroBasket de 2007. También sobre la bocina. También con final desgraciado para el conjunto local.
Ficha técnica
86 - Real Madrid (27+21+15+23): Maciulis (5), Reyes (14), Rodríguez (18), Ayón (12) y Carroll (14) -equipo inicial- Rivers (2), Taylor, Llull (13), Nocioni (6) y Hernangómez (2).
87 - Barcelona Lassa (17+20+25+25): Doellman (24), Navarro (12), Satoransky (7), Perperoglou (13) y Tomic (4) -equipo inicial-, Ribas (4), Abrines (4), Lawal (10), Samuels (6) y Oleson (3).
Árbitros: Fernando Rocha (POR), Elias Koromilas (GRE) y Olegs Latisevs (LET). Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la cuarta jornada del 'Top 16', Grupo F, de la Euroliga disputado en el Palacio de Deportes de Madrid (Barclaycard center) ante 12.018 espectadores.