El baloncesto español decide ponerse del lado de la Euroliga en lo que respecta a las competiciones europeas. Así lo ha acordado este lunes la Asamblea General de la ACB, oficializando un acuerdo de cuatro años de duración (hasta la temporada 2019-2020) con el ente dirigido por Jordi Bertomeu. Por lo tanto, queda garantizada la presencia de los equipos de la máxima categoría española tanto en la Euroliga como en la Eurocup. Eso sí, con libertad de participación en la Basketball Champions League, la nueva liga europea ideada por la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA).
Según ha adelantado el diario valenciano Las Provincias, la decisión ha sido adoptada por unanimidad, con tan sólo tres abstenciones: Bilbao Basket, Joventut y Estudiantes. Llega acompañada de una medida largo tiempo demandada: el acceso directo a la Euroliga para el cuarto clasificado de la ACB, sin necesidad de contar con licencia A, a partir del curso 2017-2018.
Además, habrá tres plazas de acceso directo a la Eurocup para los equipos españoles (quinta, sexta y séptima de la tabla), que podrían ser cuatro la próxima temporada si no hubiera más de tres equipos ACB en la Euroliga. En el caso de que el Gran Canaria ganase el equivalente a la Europa League futbolística esta temporada (actualmente disputa las semifinales), debería garantizarse su presencia en la siguiente Euroliga.
A pesar de que la ACB también ha anunciado que estudiará y analizará cambios en su propio modelo de competición, todas las miradas se dirigen hoy a sus medidas en relación a Europa. Se dan a conocer en plena guerra abierta entre la que ahora mismo es la máxima competición europea de clubes de baloncesto y la FIBA. Precisamente debido a la creación de la propia liga continental de la segunda organización, presentada el pasado 21 de marzo.
En lo que podría ser una suerte de reedición de la temporada 2000-2001 (convivencia entre la Euroliga y la Suproliga, ideada por la FIBA), ambos entes se miran con recelo desde hace meses. Así lo demostró, por ejemplo, la reciente carta en la que la Euroliga denunciaba la “agresividad” de la FIBA a raíz de las amenazas de sanción a las federaciones nacionales (es decir, a las selecciones) que no respeten su autoridad. Con el punto de mira, claro, focalizado en Europa, cuyos clubes rechazaron el control de las competiciones europeas por parte del organismo internacional.
La posibilidad de que Euroliga y FIBA dialoguen por su bien común, ahora mismo nula, se aleja todavía más con la resolución adoptada por la ACB. No hay que olvidar que, en teoría y casi también en la práctica, se trata de la segunda mejor liga de baloncesto del mundo y primera del Viejo Continente. Con el espaldarazo de clubes tan potentes como Real Madrid, Barça, Baskonia, Valencia o Unicaja a la Euroliga, la Champions League de la canasta queda muy debilitada. Sobre todo si se tiene en cuenta que todos los equipos mencionados ya saben lo que es ganar un título europeo.
¿Cómo será la Basketball Champions League?
Para los menos puestos en la idiosincrasia de la nueva competición europea, ésta constará de 32 equipos en su fase final (por los 24 de la Euroliga). No habrá clubes con plaza fija, por lo que todos los participantes en la liga de la FIBA lo serán por los méritos deportivos cosechados cada temporada.
Habrá una fase regular de cuatro grupos con ocho equipos cada uno. El quinto y sexto clasificado de cada grupo tendrá billete para la segunda competición europea que idee la FIBA, como ocurre en la Euroliga. Tras la fase previa, se disputarán eliminatorias tanto en octavos como en cuartos de final. No serán en formato playoffs, como sucede en la Euroliga, sino a ida y vuelta, como viene aplicando la Eurocup. Por lo tanto, la diferencia de puntos dará como resultado el ganador de los distintos emparejamientos, con una Final Four para dirimir el campeón entre los cuatro mejores equipos.
Todos los participantes de la Champions jugarán un mínimo de 14 partidos y un máximo de 20 durante el torneo. Se trata de una diferencia significativa con respecto a la Euroliga, donde a partir del próximo curso se disputarán seis jornadas más. Esto significa que el campeón jugará entre 35 y 37 encuentros por curso. Puede ser uno de los motivos para explicar por qué los equipos de Francia, Italia y Turquía, por ejemplo, sólo disputarán la competición de la FIBA (salvo los clubes con acuerdo vigente con la liga de Bertomeu).
Estos tres países, junto a España, contarán con clasificación directa para la fase regular de la Basketball Champions League. También Bélgica, República Checa, Alemania, Grecia, Israel, Letonia, Lituania y Polonia. Sin embargo y aun con libertad para que sus clubes disputen el campeonato de la FIBA, la ACB ha aclarado ya su fidelidad a la Euroliga. Lo que significa pasar a disputar más partidos (entre liga y competición europea) que en la NBA, pero también ir a lo seguro (sobre el papel, un torneo de mayor y mejor calidad). Ahora, la patata caliente la tienen los directivos del resto de ligas. La pregunta es evidente: ¿Habrá boicot?