La FIBA sigue adelante con la sanción que mantiene en vilo a España y a otras 13 selecciones nacionales (Serbia, Croacia, Turquía, Rusia, Lituania, Grecia, Italia, Israel, Montenegro, Macedonia, Bosnia, Eslovenia y Polonia). La división mundial del organismo internacional baloncestístico y FIBA Europa han acordado oficialmente poder hacer extensible la medida también a los Juegos Olímpicos y al próximo Mundial de 2018. Si la ACB no da marcha atrás en su acuerdo con la Euroliga, las posibilidades de revalidar las dos últimas platas olímpicas en Pekín y Londres se desvanecerán.
Todavía no se conoce a qué países afectará la decisión y de qué manera. La próxima semana habrá entrevistas con los miembros de las distintas federaciones nacionales implicadas. Tras éstas, se tomarán las determinaciones correspondientes. Además, el Comité Ejecutivo de la FIBA invitará a una reunión en su sede de Suiza a ECA, empresa organizadora de la Euroliga, también en estas fechas.
Teniendo en cuenta la carrera olímpica, España y Lituania ya estarían clasificadas para la cita de Brasil al ser campeón y subcampeón europeos respectivamente. Por su parte, Serbia, Turquía, Italia y Grecia tendrían que ganarse una plaza vía Preolímpico del 4 al 10 de julio próximos.
El conflicto nace por el acuerdo de las distintas ligas domésticas con ECA para disputar competición europea la próxima temporada y no con la FIBA, ideóloga de la Basketball Champions League a partir del nuevo curso. Sin embargo, hay un matiz importante que aportar. España, Rusia, Serbia, Croacia, Eslovenia, Bosnia, Montenegro y Macedonia fueron sancionadas sin la disputa del Eurobasket 2017 de facto. Por otro lado, Grecia, Turquía, Lituania, Italia, Polonia e Israel únicamente fueron amenazadas.
¿Por qué? En el primer bloque de equipos, han sido las ligas de los distintos países sancionados quienes han acordado que sus equipos disputen la Eurocup, la competición realmente causante de toda esta polémica. En el segundo, han sido los conjuntos interesados a nivel particular quienes han decidido irse con la segunda competición europea de la Euroliga.
Con respecto a España, el FIBAGate ha generado otra rencilla, en este caso a nivel interno del baloncesto español, entre la FEB (Federación Española de Baloncesto) y la ACB (Asociación de Clubes de Baloncesto), organizadora de la liga. Aunque sus relaciones nunca fueron las mejores, la sanción de la FIBA ha reavivado las ascuas de una convivencia complicada y siempre existente.
Para muestra, el cruce de cartas de esta semana, con la FEB solicitando documentación a la ACB para alegar ante la FIBA y, a su vez, la suspensión cautelar de la decisión tomada en su última Asamblea General: firmar con la Euroliga. Incluso con represalias legales de por medio si la liga española no contribuye a la causa federativa.
La respuesta de la Asociación de Clubes fue clara y rotunda: no suspendería el acuerdo de su Asamblea, al menos hasta que la Federación Internacional aportase más luz sobre el caso. Ahora, tras tres horas de reunión entre FIBA Mundo y FIBA Europa con posterior acuerdo, la pelota y el futuro del baloncesto español en las competiciones internacionales están más que nunca en el tejado de la ACB. Y nadie quiere unos Juegos sin España. Empezando por el seleccionador nacional, Sergio Scariolo.
ACTUALIZACIÓN: LA FEB RESPONDE
La Federación Española de Baloncesto ha enviado el siguiente comunicado a los medios de comunicación, que reproducimos íntegro:
"Tras las decisiones tomadas este sábado por el Comité Ejecutivo de FIBA, y una vez se reciba la notificación oficial íntegra de los acuerdos, la Federación Española iniciará las gestiones pertinentes y trabajará firmemente, y con el máximo respeto hacia todas las regulaciones e instituciones, para conseguir que se levante la suspensión de los derechos de participación de la Selección Española absoluta masculina en todos los campeonatos para los que ha obtenido plaza. Una vez analizados detalladamente los mencionados acuerdos del CE de FIBA, la FEB emitirá un comunicado ampliando esta información".