La Federación Española de Baloncesto (FEB) lo tiene claro. Clarísimo. Y así lo expresa en una carta remitida a la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB):
"1.- La ACB está integrada en la FEB (artículo 1 de estatutos ACB y artículo 2 de estatutos FEB).
2.- La FEB está afiliada a la FIBA, por lo que todos sus miembros están obligados al cumplimiento de sus estatutos, reglamentos y decisiones en todo cuanto afecte al orden técnico y a las relaciones internacionales (artículo 4 de estatutos FEB).
3.- Es competencia de la ACB organizar sus propias competiciones, en coordinación con FEB y de acuerdo con los criterios que pueda establecer el Consejo Superior de Deportes.
4.- La coordinación se instrumentará mediante la suscripción de convenios entre la ACB y la FEB (artículo 28 del Real Decreto de Federaciones). El convenio de coordinación vigente desde 2012 entre ambas entidades establece en su pacto sexto en cuanto a las 'Relaciones Internacionales' que 'la FEB y la ACB tratarán de consensuar las respectivas posiciones en los organismos internacionales cuando versen sobre materias que afecten a la liga profesional de la ACB' [...].
'En cualquier caso y en referencia a la participación de los clubes ACB en las competiciones internacionales organizadas por la ULEB y por la FIBA, ambas partes acuerdan que el orden clasificatorio será el criterio a seguir para la inscripción de los clubes en las competiciones oficiales internacionales de clubes, favoreciendo ACB el interés y participación de sus clubes en competiciones FIBA".
Los cuatro puntos anteriores forman parte de la carta que la FEB ha enviado a la ACB primero para solicitarles una vez más información sobre el acuerdo alcanzado por la asamblea de clubes respecto de su acuerdo con la Euroliga y, segundo, para amenazar con "posibles acciones judiciales por daños y perjuicios" siempre y cuando los clubes no depongan su interés de mantener su acuerdo y accedan volver al redil de la FIBA.
Una actuación obvia por parte de la federación que preside José Luis Sáez después de que FIBA Europa haya entendido los acuerdos de diferentes ligas europeas al firmar con la Euroliga en detrimento de las competiciones FIBA como una declaración de guerra y, como primera medida, haya 'expulsado' a las selecciones nacionales de tales ligas del Eurobasket de 2017. Una medida que la propia FIBA Europa ha preguntado a su matriz, FIBA, sobre la posibilidad de extenderlo a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Cualquiera de las sanciones supondría un menoscabo de los intereses de la FEB y de los propios integrantes de las selecciones. Los Gasol, Navarro, Rudy o Felipe Reyes se verían afectados en la medida en que una decisión de los clubes podría mermar su palmarés individual y colectivo con la camiseta nacional.
Por eso, la FEB ha 'disparado' también a la otra parte, la Euroliga, a la que pide que no haga efectivo el acuerdo, ya que en virtud de las propias argumentaciones de la federación no es válido, pues ésta no ha dado el visto bueno.
Y, finalmente, la organización de Sáez ha escrito a la propia FIBA Europa, donde se quita toda responsabilidad, ya que "esta federación siempre ha cumplido, ha actuado y actúa conforme a los estatutos y reglamentos FIBA y nunca ha permitido, ni expresa ni tácitamente, actuaciones por parte de la ACB y/o de los clubes que sean contrarias a las normas federativas y, por ende, a las regulaciones de la FIBA".
La ACB responde
Horas después de hacerse pública la misiva de la FEB, la liga española hizo acuse de recibo de la misma con una carta firmada por su presidente, Francisco Roca, en la que la entidad considera que "no responde a la realidad afirmar que no hemos informado del acuerdo de la Asamblea del 4 de abril".
En ella, también se deja claro que "los clubs de la liga ACB pueden participar en cualquiera de las competiciones internacionales de clubs que se organizan bien por ECA, bien por FIBA", añadiendo que "no hemos firmado contrato alguno con ninguna de esas dos entidades".
Con respecto a la coordinación entre federación y asociación de clubes, la ACB manifiesta los siguientes puntos:
"1.- La ACB ha respetado escrupulosamente el convenio de coordinación. La Asamblea del día 4 manifestó su conformidad con la participación de los clubs en las competiciones de FIBA a las que se accede por criterios deportivos de clasificación en la competición ACB. Es preciso indicar que esa competición no la organiza Fiba Europa, sino una sociedad mercantil cuyo capital está conformado por la Fiba y por 13 ligas europeas, excluyendo al resto, lo que dicho sea de paso no parece que resulte un factor de inclusión, transparencia e igualdad.
2.- Desde la temporada 2009/2010 las competiciones europeas de clubs están organizadas por una entidad mercantil privada con domicilio en Luxemburgo denominada ECA. Esa entidad mantuvo un acuerdo con FIBA desde 2004, renovado en 2010 y que ha estado vigente al menos hasta 2015. El principio de confianza legítima de la ACB en el sentido de que ECA es un interlocutor válido en relación al sector del baloncesto profesional europeo es más que incuestionable. No se puede reprochar a ACB ni a sus clubs que hayan mantenido negociaciones ni en su caso acuerdos con ECA.
Sin perjuicio de lo expuesto debemos manifestar también lo siguiente: ECA es una sociedad mercantil que organiza una competición privada de baloncesto. No se puede recriminar a ACB la existencia de ese modelo que ha sido consentido, admirado y auspiciado en toda Europa y que solo fue cuestionado por ACB en 2009.
Hagamos memoria: en 2009 la ACB denuncia a ECA ante el TAS y ante la Dirección
General de Competencia de la Unión Europea. Dejando al margen los aspectos
legales de dichas denuncias, la justificación en ambos casos esa muy clara: los clubs
debían participar en las competiciones por resultado de su clasificación deportiva. La ACB se quedó sola defendiendo el sistema de clasificación deportiva, nadie en Europa, ninguna Federación, Liga, institución, apoyó su reclamación, que finalmente no fue admitida por la Dirección de Competencia y fue estimada parcialmente en 2011 por el TAS sin efectos prácticos algunos.
Sólo ACB cuestionó el modelo y desde 2009 hasta ahora la posición de ECA se ha consolidado: ECA organiza una competición deportiva privada y firma contratos directamente con los clubs europeos a los que invita a participar. La ACB no puede impedir que los clubs alcancen acuerdos con entidades privadas fuera del ámbito de la competición española.
Efectivamente el marco y a su vez el límite de nuestras competencias como liga profesional se encuentra en la Ley del Deporte y se establece en relación a la competición federada (artículo 41), pero no tenemos competencias fuera de ese ámbito, no las tiene la ACB , pero posiblemente tampoco la FEB ni el CSD. Podemos obligar a los clubs asociados más allá de las competencias organizativas que se indican en la ley que se limitan a las competiciones de carácter oficial, profesional y de ámbito estatal , es decir en España. Este es el sistema organizativo del deporte en
nuestro país, que tiene conexión a través de la FEB con las competiciones federativas internacionales, pero no (salvo acuerdo) con las competiciones organizadas por empresas privadas.
3.- Sin perjuicio de lo que acabo de indicar, es relevante volver a insistir que hemos respetado escrupulosamente el convenio de coordinación:
3.1.- Las condiciones para participar en la FIBA Champions League aprobadas por la Asamblea vienen establecidas por la clasificación deportiva en las competiciones ACB. Es la nueva sociedad mercantil que gestionará esa competición la que deberá ahora aprobar la participación de los dos clubs españoles.
3.2.- Las condiciones para participar en ECA las establece esa compañía, no la ACB. Esta es una realidad incontestable como acabo de indicar: ECA alcanza acuerdos
directamente con los clubs tanto en la competición denominada EUROLEAGUE como en la EUROCUP.
4.- Debemos insistir que desde ACB no tenemos manera de obligar a ECA a cambiar el sistema de acceso a su competición privada ni tenemos competencia para obligar a los clubs ni a participar en esa competición ni a renunciar a la misma porque esta facultad no está legalmente conferida a la ACB.
Lo que sí podemos hacer ya lo hemos hecho: cuando ECA nos ha ofrecido alguna plaza en sus competiciones la hemos condicionado a los resultados deportivos, y este ha venido siendo nuestro objetivo desde 2009 hasta hoy. Nada hay que reprochar a la ACB.
5.- Respecto a su petición de suspensión del acuerdo del 4 de abril debemos insistir en lo ya manifestado en nuestro escrito del día 19:
5.1.- Nos falta información: nosotros cumplimos los plazos, damos razones y nos explicamos con transparencia, pero FIBA no responde a la solicitud planteada por ACB.
5.2.- No es ACB quien pone en riesgo la participación de la Selección, es FIBA quien lo hace. La ACB no puede, no tiene capacidad ni legitimación para impedir que ECA organice una competición, ni para impedir a los clubs que participen en la misma. No estamos asumiendo la postura de ECA ni justificando su modelo de negocio, constatamos una realidad y la falta de mecanismos que nos permitan cambiarla.
5.3.- Petición de suspensión:
¿Qué es exactamente lo que se pide por la FEB que se suspenda? ¿La participación de los clubs en EUROLIGA? ¿La participación de los clubs en la EUROCUP? ¿O en ambas? ¿O bien que se deje en suspenso el único efecto sobre el que realmente podríamos incidir: el acceso a las plazas que se nos ofrecen por clasificación deportiva? Rogamos a la FEB concreción de la medida solicitada y que se valoren los efectos de la medida requerida.
Insistimos en que ACB no ha incumplido el Convenio de Coordinación y tampoco existe discrepancia que requiera interpretación del CSD: hemos favorecido la participación en la competición organizada por una sociedad mercantil auspiciada por FIBA y hemos conseguido convencer a una empresa privada, ajena a la Ley del Deporte y al modelo piramidal del deporte federado, para que condicione la participación de los equipos españoles en su competición al resultado deportivo de nuestras competiciones".
Para finalizar su respuesta, la ACB considera inaceptable "que se nos cargue con responsabilidades legales ni por daños, porque no es ACB quien establece las condiciones de participación en ECA, lo hemos explicado en este escrito pero no hacía falta: lo sabe todo el mundo. Es incomprensible y moralmente reprobable que se nos acuse de ser responsables de la decisión de FIBA que no compartimos y que rechazamos absolutamente".