Pases sin mirar o por debajo de las piernas de algún contrario, balones teledirigidos por encima del aro, entradas a canasta con cambio de mano (incluso por detrás de la espalda), triples imposibles… Sergio Rodríguez es la chispa del baloncesto español por cosas como éstas. Pero los genios, aun con su originalidad siempre a cuestas, también se inspiran en quienes han revolucionado lo preestablecido antes que ellos. Es decir, en otros genios.
El Chacho no es inmune a esta casuística. Por eso, y aprovechando su reciente condición de hombre con más asistencias repartidas en un partido de la ACB (19), el base canario revela a EL ESPAÑOL sus fuentes. O lo que es lo mismo, los cinco jugadores con los que comparte posición que más han influenciado su concurso en las pistas. A partir de su ejemplo (movimientos, estilo de juego, logros…), Rodríguez se ha convertido en uno de los mejores directores de juego del mundo. A la par que en el base integrante del Mejor Quinteto de la actual temporada de la ACB.
Jason Williams
Posiblemente, el hombre con el que más veces se comparó al '13' del Real Madrid durante su etapa en la NBA. El parecido de su juego con el de Williams llevó incluso a una evidente referencia a 'Chocolate Blanco' en el mote con el que se le bautizó en USA: 'Spanish Chocolate' ('Chocolate español'). Salvo dar pases con el codo (quién sabe, tiempo al tiempo), el Chacho ha hecho muchas de las cosas que hacen permanecer al jugador de West Virginia en el imaginario colectivo.
Quizá Jason Williams sólo ganase un anillo de campeón (el de 2006 con Miami Heat), pero su protagonismo en los Sacramento Kings de principios de siglo le hace inmortal. Sobre todo, porque aquel es uno de los equipos más espectaculares que se recuerdan. Williams también fue compañero de Pau Gasol en Memphis Grizzlies e incluso pudo ganar otro título en compañía de Dwight Howard en Orlando Magic. Aunque no lo logró, consiguió algo mucho más importante: captar una masa ingente de adeptos al mundillo de la canasta.
¿Cómo? En fondo (sus tatuajes, su estilismo, su carisma) y en forma (pura magia con el balón en las manos). Y, sobre todo, por el hecho de demostrar que, aun siendo bajito y sin un físico de escándalo, se puede dominar el baloncesto. Ese “si parpadean se lo van a perder” tan acorde a Jason Williams terminó por ganar para la causa de la pelota naranja a Sergio Rodríguez. “Siempre ha sido el jugador con el que más he disfrutado”, sentencia.
Steve Nash
El base canadiense era el jugador más sobresaliente de la mejor liga del mundo cuando Sergio Rodríguez aterrizó en la tierra de las oportunidades. “Llegué a la NBA y en ese momento era lo máximo. Verle en directo era tremendo”, recuerda el Chacho a este periódico. Nash acababa de ganar sus dos premios consecutivos como jugador más valorado (MVP) de la temporada regular.
Lo había logrado al mando de las operaciones de los Phoenix Suns. Tanto en 2005 como en 2006, el 'run and gun' practicado por los hombres de Mike D'Antoni creó escuela. Junto a jugadores como Amar'e Stoudemire o Shawn Marion, aquella plantilla sobresalió por el baloncesto eminentemente ofensivo que practicaba. Como también lo hicieron los Dallas Mavericks de Nowitzki, Finley y el propio Nash a principios de la pasada década.
Sin embargo, aquellas aventuras tan espectaculares sobre la cancha no acabaron prosperando a la hora de la verdad. Nash se retiró sin anillos y castigado por las lesiones en Los Angeles Lakers, donde se reencontró sin éxito con su ex entrenador D'Antoni. Y eso que reunirle con Kobe Bryant, Pau Gasol y Dwight Howard, entre otros, eran palabras mayores.
A pesar de ser uno de los miembros ilustres del club de los jugadores sin anillo, nadie olvida su buena conexión con los hombres altos, sus pases de fantasía y su gusto por el juego rápido. Coincidencias patentes con un Sergio Rodríguez que, como dato anecdótico, lleva el mismo dorsal que caracterizó los mejores años del canadiense en la NBA: el 13.
Magic Johnson
Poco después de cumplirse 20 años de su retirada definitiva, Earvin Johnson sigue apareciendo una y otra vez en la conversación sobre los mejores jugadores de todos los tiempos. Sergio Rodríguez no iba a ser una excepción. De base a base, el canario reconoce que Magic “dominó y fue determinante para el baloncesto”.
Su leyenda se forjó de manera íntegra en los Lakers, con cinco campeonatos y tres MVP, además de un oro olímpico en Barcelona '92. Todo ello liderando una forma de jugar, el 'Showtime', en la que el Chacho se siente como pez en el agua: muchos puntos, mucho contraataque y, por encima de todas las cosas, mucho espectáculo. ¿Quién no ha recordado al mítico '32' alguna que otra vez cuando Sergio Rodríguez da un pase sin mirar a un compañero?
De hecho, esas asistencias mágicas no son la única similitud entre ambos jugadores. ¿O es que acaso nadie se ha dado cuenta de que a Rodríguez le encanta sonreír, como le ocurre a Johnson? Por eso, no es de extrañar que el Chacho incluya a Magic en su quinteto ideal de bases. El carisma, don de gentes o encanto natural, llámenlo como quieran, se tiene o no se tiene.
Raúl López
El jugador natural de Vic pone el punto español al quinteto del Chacho cuando disputa sus últimos partidos antes de colgar la camiseta. Aunque las lesiones le impidieron demostrar todo su potencial, nadie duda de que el talento de López es uno de los mayores que ha producido el baloncesto nacional. Sin saberlo, uno de los nombres clave de la generación del 80, de aquellos juniors de oro tan importantes para nuestra canasta, se convirtió en ídolo para uno de sus sucesores. Además, a muy temprana edad.
“Jugaba en minibasket cuando él era junior y le vi en un torneo en Tenerife. Me encantó en ese momento y, según fui creciendo, él fue un referente”, confiesa Sergio Rodríguez. Quién le iba a decir al canario que acabaría emulando a uno de sus ídolos años después en el Real Madrid, también capital en la trayectoria de López.
Ya fuese en el Joventut, los Utah Jazz de la todopoderosa NBA, el Girona, el Khimki ruso, el Bilbao Basket o la selección española, Raúl dejó buen sabor de boca allí por donde pasó. A pesar de que el físico le ha jugado muchas malas pasadas a lo largo de su carrera, ha sido capaz de sobreponerse y de reinventarse una y otra vez. Sólo así se explica su triunfo en Girona o en Madrid nada más volver de USA, su participación en algunos de los éxitos de la selección absoluta o su enésimo resurgir en el Botxo.
Quién sabe, quizá el continuo espíritu de superación del base catalán ayudó al Chacho a ser el jugador que es hoy en día. Cuando más dificultades aparecieron en su camino, durante sus primeros años en el Real Madrid, Rodríguez no desesperó y siguió adelante. Tenía que cumplir con las expectativas depositadas en él y no defraudó. Como tampoco lo hizo un Raúl López con el que Sergio, en cuanto a talento y trayectoria, guarda similitudes.
'Sasha' Djordjevic
El base serbio cierra el quinteto del Chacho y resulta el componente más irreverente del mismo. ¿Que el Joventut estaba a punto de ser campeón de Europa ante el Partizan en 1992? Pues Djordjevic daba la vuelta a la situación con un triple increíble sobre la bocina. ¿Que los lituanos amenazaban con retirarse de la final del Eurobasket de 1995? Un abrazo a Marciulionis y todo solucionado.
¿Que el Barça tenía que ganarle la liga al Real Madrid en su casa? Con 'Sasha' en las filas azulgranas, eso estaba hecho. ¿Que había que hacer el puente aéreo con destino a la capital española? Se hacía sin problema. ¿Aunque sus hasta entonces compañeros pasasen a ser adversarios? Sí, que se lo digan a Nacho Rodríguez. Y así tantos y tantos ejemplos de carácter que, unidos a una genialidad indiscutible, convirtieron a Djordjevic en uno de los mejores jugadores de su generación.
“Cuando estaba creciendo, era el mejor base de Europa. Dominaba en la pista y tenía un gran gen competitivo”, apunta Sergio Rodríguez. Algo habrá aprendido el canario de la determinación de Djordjevic y, cómo no, de su tiro exterior. Cuando la pelota quema, el Chacho saca a relucir ambas cualidades. Incluso a veces se permite cierto enfado con los árbitros, aunque no llegue a acumular tanta rabia como el ahora entrenador de Belgrado. En eso, 'Sasha' era y es inigualable.
¿Alternativas?
Si hubiese que sustituir a alguno de los integrantes del quinteto del Chacho por otros jugadores, habría tres claros candidatos: Stephen Curry, Carmelo Cabrera y Pablo Laso.
El primero, por claras alusiones. El Chacho ha reconocido que uno de sus equipos favoritos de la NBA es Golden State Warriors, al igual que también se ha declarado admirador de Curry. Incluso lo calificó de “genio” en uno de los vídeos de su canal de YouTube. ¿Se imaginan a ambos conviviendo en la bahía de Oakland? Cuidado con lo que desean, se puede cumplir…
El segundo se trata del base que más se asemeja a Sergio Rodríguez de los muchos que han vestido la camiseta del Real Madrid: creativo, espectacular, impredecible y también canario. Quizá sea su clon baloncestístico más evidente. Curiosamente, la hija del Chacho se llama Carmela. ¿Casualidad o causalidad?
Por último, nuestro tercer candidato a entrar en el quinteto del 'Chachosistema' es el actual entrenador de Sergio. Un personaje fundamental en su trayectoria reciente y, para colmo, el jugador del Real Madrid con más asistencias en un partido de la ACB… hasta que el tinerfeño le superó el pasado miércoles.
“Bate el récord del club, que tenía otro jugador con 15, y que no ha sido muy listo porque lo podría haber evitado, pero no lo ha evitado. Es más, ese jugador se siente orgulloso de que sea ahora el Chacho quien mantiene ese récord”, declaró Laso con sorna.
Aunque, sin ninguna duda, el mejor sexto hombre en un equipo de bases creado a imagen y semejanza de Sergio Rodríguez sería el propio Sergio Rodríguez. ¡Quién mejor que él para dinamitar un partido saliendo desde el banquillo!
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