Pablo Aguilar: “España tiene plantilla para dar guerra muchísimos años”
EL ESPAÑOL habla con uno de los capitanes de la selección antes de la segunda 'ventana' clasificatoria para el Mundial de 2019.
23 febrero, 2018 02:12Noticias relacionadas
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¡Capitán de la selección! Pablo Aguilar (Granada, 1989) nunca se había visto en otra igual con España. Sus 35 internacionalidades le han otorgado esta gran responsabilidad, compartida con Fran Vázquez. Que le obliga a, por ejemplo, fotografiarse con el alcalde de Guadalajara (de nuevo lugar de concentración antes de las 'ventanas' FIBA). Para ello, tiene que interrumpir por unos minutos su conversación con EL ESPAÑOL: los deberes de la capitanía mandan.
Aunque, enseguida, el ala-pívot vuelve a atender a este periódico con una educación y una cercanía exquisitas. Al otro lado del teléfono, se le nota alegre por volver a formar parte de #LaFamilia, a la que ya perteneció tanto en categorías inferiores como en los Eurobasket de 2013 y 2015. “Retoque esto como crea que quede bien. Me fío de usted”, afirma entre carcajadas horas antes de jugar contra Bielorrusia y Montenegro (viernes a las 17:30 y lunes a las 19:00, Cuatro).
Volver a la selección ya es una buena noticia de por sí. Pero estar en ella otra vez como uno de sus capitanes tiene que generarle doble orgullo.
Por supuesto. Volver aquí, como dice, es una alegría: la selección, este grupo, representar a tu país… Para mí, personalmente siempre es un orgullo. Volver y que me hayan puesto de subcapitán junto a Fran es un orgullo más. Tiene que ser motivo para esforzarte más, predicar con el ejemplo e intentar estar un paso por delante de lo que normalmente estás. Eso es lo que he de hacer.
Después de haber quemado todas las etapas posibles con España, ¿qué le queda por conseguir con este equipo?
Cualquier campeonato es un objetivo. Estar aquí con la selección, aunque no ganes una medalla, es algo de lo que tienes que estar contento. Hay que disfrutar e intentar dar lo mejor de ti. Si llegan medallas, victorias o lo que llegue, mucho mejor. Pero ya el simple hecho de estar aquí es un premio. Todos tenemos que saber valorarlo y, sobre todo, disfrutarlo.
Tienen el listón muy alto. ¿Cómo piensan superar el gran nivel de juego mostrado en la primera 'ventana' (noviembre)?
Tenemos una cosa muy buena: la gran mayoría de los jugadores que están ahora estuvieron entonces, se conocen y conocen muy bien los sistemas. Están muy compenetrados entre ellos. Los que hemos venido nuevos tenemos que intentar acoplarnos a ese juego lo antes posible.
Tenemos que intentar dar un paso más para formarnos como parte del grupo en tres-cuatro días. Y que no se note que no estuvimos en la primera 'ventana'. Con el trabajo que se está haciendo, el que se hizo en la anterior 'ventana', que fue excelente, y las ganas que tenemos todos, vamos a hacer todo lo posible para conseguir victorias y dejar el listón igual de alto que la otra vez o más.
Hablaba de sistemas: algunos se los tuvieron que aprender en el móvil durante la anterior concentración. ¿Qué mecanismo ha seguido usted?
[Risas] Igual. Nos mandaron el libro de jugadas por el móvil y un mail también. Cada día vamos añadiendo un sistema nuevo. Poco a poco, los que se los sabían los van recordando. Y los que no, los vamos aprendiendo.
Como ganen estos dos partidos, medio Mundial en el bolsillo. ¿Más presión añadida?
Creo que eso no se piensa. La gente quiere salir a jugar, a disfrutar, a defender nuestros colores. Y, a partir de ahí, a intentar ganar partidos.
Usted llega en plena forma, justo después de una buena Copa.
En los entrenamientos se ha notado un poco la carga de trabajo que hemos tenido con los equipos estas últimas semanas. Cada uno tiene una carga diferente hasta llegar aquí, pero yo me encuentro bien físicamente. Poco a poco, me voy adaptando a la forma de jugar que tiene el equipo, otra vez a la que tiene Sergio (Scariolo) de entrenar… Tengo ganas de ponerme mejor aún de forma y de ayudar al equipo.
Lo que está claro es que el baloncesto canario manda en esta convocatoria: Fran Vázquez, Xavi Rabaseda, Javier Beirán, Rodrigo San Miguel y usted.
Eso representa que las cosas también se están haciendo bien allí. Los equipos están apostando por gente que tiene futuro y están dando confianza a cada uno para que se sientan importantes. Para mejorar y hacer ver que somos jugadores que podemos estar aquí. Todos venimos con las mismas ganas, ilusión y objetivo: intentar ganar partidos para que España se clasifique para el Mundial.
Parece que esta vez sus partidos van a tener más eco, ya que se van a televisar en una cadena generalista (Cuatro). ¿Qué más hace falta para que la gente se entere de que la selección ahora también juega durante la temporada, como en el fútbol?
Tienen que ser conscientes de que, al final, estos son partidos clasificatorios. Hay unas normas o circunstancias que no permiten venir a competir a todos los jugadores de todas las ligas. Nuestros clubes nos lo permiten, lo cual hay que agradecer. Es una semana en la que no pueden contar con nosotros para entrenar y nos permiten venir a estar con la selección, a competir por algo que realmente nos hace ilusión.
La gente tiene que entender que nosotros somos jugadores que lo único que queremos es que España se clasifique. Dejarnos todo por esta selección. Por supuesto, necesitamos el apoyo de la gente. Igual que en un campeonato más. Si no se ganan estos partidos, el campeonato no llegará. Y queremos que llegue.
Bielorrusia, a priori, es el rival menos temible del grupo. ¿Qué es lo que más les preocupa a ustedes de ellos?
Nos tenemos que preocupar, sobre todo, de nosotros mismos: hacer nuestro trabajo, tener las ideas claras y saber lo que tenemos que hacer en cada momento. A partir de ahí, cuando todo esté más masticado, hay que preocuparse del rival. Ahora mismo, no sabemos lo que pueden hacer los rivales. Son períodos muy cortos de entrenamiento y cada uno preparará cosas diferentes. Los jugadores serán diferentes, o no, a los de la 'ventana' anterior. Hasta que llegue el día de partido o el anterior a este, tenemos que preocuparnos de hacer nuestro trabajo, prepararnos bien, encajar cada día más como grupo e ir todos a lo mismo tanto en entrenamientos como en el día de partido.
También van a tener que combatir el frío. ¡12 bajo cero de máxima y 18 de mínima el viernes en Minsk!
No lo había visto [risas]. Estos países son así y los pabellones están acondicionados. Creo que eso es algo que no nos debe afectar demasiado. Tenemos que preocuparnos por el baloncesto. Estoy seguro de que una vez que entremos al pabellón estará todo más que preparado para que la temperatura ambiente de fuera no se note demasiado dentro.
El lunes espera Montenegro. Y en Zaragoza. Imagino que espera salirse entonces.
Para mí, jugar allí siempre es especial. Al final, es una ciudad que es mi segunda casa después de Granada. Se han portado siempre más que bien conmigo. Fueron tres años magníficos, tuve la suerte de conocer a mi novia allí y la verdad es que volver, con la cantidad de amigos y la familia que dejé, siempre es especial. Va a ser el segundo partido que juegue con el equipo nacional en Zaragoza. El primero fue increíble y estoy seguro de que este va a ser igual o mejor.
¿Qué le parece la competencia en su puesto? Entre los que están en la selección ahora y los que no… Vaya nivel.
España tiene plantilla para largo y para dar guerra muchísimos años. Tanto la selección absoluta que hay ahora, con los NBA y Euroliga, como la de los jugadores que no disputamos esas competiciones y venimos detrás. Tenemos una cantera, o ya no tan cantera, que viene pisando fuerte, con mucho talento. También tenemos la suerte de contar con jugadores en todas las posiciones. Eso es muy positivo a la hora de hacer el cambio generacional o los cambios que vengan de aquí en adelante. Para que España siga teniendo equipos de calidad y talento. Para seguir compitiendo muy bien en todos los campeonatos.
Aunque la cita todavía está lejana, ¿usted se ve con un hueco en el equipo para un hipotético Mundial de 2019?
Ojalá que sí, pero es pronto para hablar de eso. Todavía no se sabe el equipo que puede o no puede ir, cómo van a ir estos partidos… Primero, tenemos que centrarnos en conseguir la clasificación. Que España realmente pueda estar ahí. Ahora mismo, todo pasa por el partido contra Bielorrusia. Ese tiene que ser nuestro principal objetivo.
Tras un tiempo sin venir (oro en el Eurobasket de 2015 y bronce en el de 2013), ¿se notan muchos cambios en el equipo?
Ahora sí. En el campeonato de Lille, todos los jugadores que había eran de la generación de oro: Pau, Rudy, Ricky… Todos los compañeros son nuevos en ese sentido. Pero tienen muchísimo talento y calidad. Además de muchas ganas de estar en la selección y defender su camiseta por mucho tiempo. Hay nivel para ello.
En este nuevo rol de veterano, ¿qué le ha pedido Scariolo?
Lo que estoy intentando hacer es tener la máxima concentración. Sobre todo, porque soy uno de los jugadores que no se sabía los sistemas. Intento dar lo máximo de mí en cada momento, animar a los compañeros, ayudar a los que han estado menos veces aquí para que mejoren en todos los aspectos y se integren lo más rápido posible… El galardón de subcapitán está ahí, pero al final somos todos compañeros. Todos tenemos el mismo objetivo: jugar bien, ayudar al equipo y ganar partidos.
Ahora está en un buen momento, pero parece que las lesiones siempre le afectan cuando mejor le van las cosas.
[Risas] Bueno, creo que no hay que pensar demasiado en eso. Cuanto más lo piensas, más vienen. Tengo que intentar olvidarme de todo ahora que estoy bien, seguir trabajando para estar aún mejor cada día y no pensar más allá. Si algo tiene que pasar, pasará.
De no haber sido por los problemas físicos, ¿cree que le habríamos visto jugar con más continuidad en un grande?
Nunca sabes. Son circunstancias que se dan en el momento. Nunca sabes lo que podría haber pasado si todo se hubiese dado de una forma diferente. Siempre quedará esa espina de poder pensarlo, pero es algo en lo que no pienso. Vivo en el presente. Estoy muy contento de poder jugar al baloncesto a nivel profesional, de poder estar en Gran Canaria con un equipo y una ciudad como esos, de poder disputar ACB y Eurocup con ellos. Estoy muy agradecido de poder dedicarme a esto y no pienso más allá.
Incluso tuvo algún coqueteo con la NBA.
Sí, cuando salí de Granada fui allí a hacer workouts con varios equipos. Hace tres años también estuve jugando la liga de verano con Dallas. Como jugador de baloncesto europeo, siempre queda esa espinita, ese sueño de 'ojalá algún día hubiese tenido o tenga la oportunidad de estar allí'. Ahora mismo, estoy centrado en la selección. Cuando acabe esto, estaré centrado en el Gran Canaria. Y, a partir de ahí, que venga lo que tenga que venir. Y, por supuesto, bueno será.
¿Y qué retos le quedan pendientes a Pablo Aguilar?
Puf, no lo sé. Cada año y partido son un reto. Ahora mismo, mi principal reto, aunque suene repetitivo, es hacerlo bien contra Bielorrusia, ayudar al equipo y defender la camiseta del país al que amo. A partir de ahí, el siguiente reto será el partido contra Montenegro, volver a mi equipo y ayudar al máximo. Creo que los retos son semanales y tenemos que pensarlos así, sin ir más allá en el futuro.