Vista del Olímpico de Badalona, pabellón del Joventut. Foto: www.penya.com

Vista del Olímpico de Badalona, pabellón del Joventut. Foto: www.penya.com

Baloncesto ACB

El resurgir del Joventut: de la desaparición a la ampliación de capital

7 agosto, 2018 13:17

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Cuando se habla del baloncesto español los equipos que suelen mencionarse son Real Madrid, Barcelona, Baskonia, Estudiantes y, por supuesto, el Joventut de Badalona. El conjunto catalán es uno de los históricos de la Liga ACB. Una entidad con empaque y que, en su momento, tuvo poder en Europa. Es la cantera del baloncesto español por antonomasia. De ahí han salido verdaderos talentos a lo largo de la historia de este deporte. 

Un trabajo en las categorías inferiores que, combinado con fichajes, ha llevado al club hasta lo más alto. Pero estos últimos años no han sido buenos tiempos para la Penya, que ha vivido sumida en una depresión que ha durado en exceso y que pudo ser más grave.

Y es que el cuadro verdinegro estuvo a punto de descender a la LEB Oro por primera vez en su historia. Junto a Madrid y Estudiantes, los de Badalona no habían probado las hieles de un descenso que el pasado curso no se consumó de milagro. De hecho, es el único equipo español, junto a los blancos y al Barcelona, que cuenta con una Copa de Europa en sus vitrinas. Historia pura del baloncesto español.

Plantilla del Joventut que ganó la Copa ULEB de 2008.

Plantilla del Joventut que ganó la Copa ULEB de 2008. EFE

En caso de haber caído a la segunda categoría del baloncesto español, la Penya podría haber firmado su certificado de defunción. Sin embargo, resistió con exacerbada agonía para ver la luz al final del túnel apenas dos meses después. La salvación se consumada por partida doble. 

Problemas económicos

El descenso podría haber acarreado un problema de muy difícil solución. Sin los ingresos propios de la ACB y con los inconvenientes en cuanto al capital se refiere, el histórico Joventut hubiera pasado, muy probablemente, a mejor vida. Siete victorias en los últimos ocho partidos de Liga provocaron el éxtasis y la fiesta de un equipo que todavía tenía que solucionar los problemas de la caja. 

Nico Laprovittola y Sergi Vidal tras un partido del Joventut

Nico Laprovittola y Sergi Vidal tras un partido del Joventut EFE

Allá por el mes de febrero, el futuro de la Penya estaba en peligro. La situación no era muy halagüeña, ni en el ámbito deportivo ni en el institucional. Los verdinegros perdían el sustento del Ayuntamiento de Badalona, que ha sido uno de los principales pilares económicos del club. El Consistorio sostenía que no podía aportar más dinero a la causa del Joventut. El grifo se cerró y los rumores de la desaparición del club se expandían como la pólvora. 

La deuda engordaba y el Consejo de Administración decidió no liquidar el club y forzar su desaparición. Siguieron estudiando opciones y buscando un flotador al que agarrarse para evitar lo que se antojaba como una muerte ineludible. Pero la cosa cambió el pasado lunes. La Penya volvió a respirar tranquila. 

La ampliación de capital

El Joventut de Badalona anunció un acuerdo con el grupo inversor Scranton Enterprises. Esta firma se convertirá, a partir del próximo 13 de septiembre, en el accionista mayoritario de un equipo al borde del desahucio. Antes de que eso ocurra, eso sí, los accionistas actuales deben aceptar una ampliación de capital de 3,69 millones de euros. Un soplo de aire fresco para el club y para Badalona.

La entidad ha acordado con el grupo vinculado a la familia farmacéutica Grífols, que la ampliación de capital que no sea suscrita por los actuales socios pueda serlo "íntegramente" por Scranton Enterprises. "Una nueva etapa" en la vida de la Penya, que podrá recuperar "el rumbo" perdido durante tantos años. El esfuerzo de los dirigentes verdinegros tras el resurgir es luchar por nuevos títulos. Es decir, devolver al Joventut a la élite del baloncesto español.