La selección española de baloncesto volvió a dar una lección de orgullo, casta y trabajo colectivo para renacer y clasificarse para las semifinales del mundial, que se está jugando en Tenerife, en donde luchará por las medallas con Australia, Estados Unidos y Bélgica.
España demostró ante Canadá que es un equipo campeón y que nunca se le debe dar por muerto. Maniató a su rival, una de las revelaciones del torneo, y esperó hasta asestar el golpe definitivo al partido en el último cuarto, con un parcial de 3-21 y un marcador de 53-68. España se enfrentará a Australia en la segunda semifinal.