Tras la marcha de Kobe Bryant en el año 2016 hay un nuevo rey en Los Angeles Lakers. LeBron James llegó el pasado verano a la costa oeste con la misión de levantar a una franquicia que en los últimos años ha luchado por no sostener el farolillo rojo en la NBA. Ahora, bajo el mando del jugador de Akron, la franquicia angelina comienza la temporada con ilusiones renovadas.

Además, la pasada madrugada, los aficionados del equipo púrpura y oro pudieron ver al fin a su nuevo ídolo en el Staples Center, en el segundo partido de pretemporada del equipo en solo tres días. Fue de nuevo ante unos Denver Nuggets que se volvieron a llevar la victoria como ya hicieron el pasado lunes en el Valley View Casino Center de San Diego.

Pero muy poco importaron las derrotas. LeBron estaba en casa y ni los 20 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias de Nikola Jokic consiguieron eclipsar a un jugador que vive en una nube. "¡Simplemente me siento diferente! ¡La piel de gallina!", escribió el de Ohio en su perfil de Instagram en su estreno oficial con los Lakers hace dos días.

LeBron James se lamenta de una jugada Reuters

Ya ejerce de líder sobre el parqué

LeBron, que en el primer partido anotó 9 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias, mejoró sus números en el segundo asalto ante el equipo de Juancho Hernangómez (protagonista también en el primer partido) con 13 puntos, 3 rebotes, 3 asistencias, 2 robos y 1 tapón. 

Para la galería dejó grandes jugadas, como una asistencia picada de lujo para su compañero McGee o un coast to coast marca de la casa que acabó con el aro destrozado, todo un estreno por todo lo alto para un jugador cuyo rostro ya inunda las calles de Los Angeles y cuya próxima cita será este viernes, en un nuevo partido de pretemporada ante Sacramento Kings.

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