España logra una sufrida y merecida clasificación a los cuartos de final del Mundial de China. La defensa, el carácter y el buen hacer de Llull y Juancho mandan a Italia a casa antes de tiempo y a la Selección a una ronda más. [Narración y estadísticas: España 67-60 Italia].
El partido arrancaba. Marc ganaba el salto inicial. El balón llegaba a las manos de Ricky y ahí comenzaba un partido de (casi) vida o muerte. Quizá por esa presión; quizá por los nervios de los malos arranques de la primera fase o puede ser que por el hecho de lo buena selección que es la italiana, pero España parecía nueva en este tipo de situaciones.
Las pérdidas traen malos presagios
Bajo la dirección de Ricky Rubio, la Selección cometía una y otra vez fallos en ataque que repercutían en el aro propio. Seis pérdidas de balón casi consecutivas que ponían un 5-15 en el marcador que obligaba a Scariolo a reaccionar.
La segunda unidad, con Llull como base, entraba en acción e iban a lograr erizar los pelos de todo español amante al baloncesto. Una mirada de ira. Un gesto de tensión. Las venas de su brazo hinchadas como si de Bruce Banner se tratase antes de su transformación.
Llull coge la capa
Llull había vuelto. El base del Real Madrid se echaba a la selección española, al todo el baloncesto nacional y cada aficionado carente de esperanza a la espalda para remontar el partido.
Con siete puntos, un tapón, un robo y dos asistencias Llull se ponía la capa que tanto tiempo lució Navarro para devolver la ilusión al equipo de Scariolo.
Contagio vírico el que logró el madridista con una segunda unidad de sobresaliente. Ribas, Oriola y los Hernangómez mordían cada defensa, como había pedido Scariolo y llevaban el partido al final del primer cuarto con un 18-18 más que alentador.
Marc se estrella con Biligha
El segundo cuarto no rompió la igualdad con la que terminó el primer acto. Romeo Sacchetti, seleccionador italiano, mostraba una mirada seria y melancólica al ver en España el baloncesto que tanto tiempo practicó el en Varesse. Gallinari tiraba del carro para la tranquilidad de su entrenador y paliaba la reacción de España junto a la gran defensa de Biligha sobre Marc.
El pívot español no encontraba la manera de superar al cinco italiano. Su temporada fuera de la zona en Toronto parecía haber hecho mella y la increíble sensación de que Marc se había olvidado de postear rondaba por el pabellón. Scariolo seguía forzando el juego con el de los Raptors, sabiendo que su aportación era vital para España tras el descanso. Parón al que se llegaba con 30-31 en el marcador.
La igualdad no se rompe
El timón del tercer acto lo cogía Juancho Hernangómez. Siete puntos seguidos del canterano de Estudiantes para que España se pusiera dos canastas por encima. Partidazo el suyo que tendría una importancia tremenda en el devenir del choque con defensas soberbias.
Al show inicial de jugador de los Nuggets se unía un Víctor Claver que había dejado su sello en la primera mitad con una defensa y una lectura de juego excelente. El alero del Barcelona, criticado sin razón habitualmente por algunos encefalogramas de dudosa valía, crecía por momentos y España cogía su máxima diferencia a falta de 5 minutos para el término del cuarto.
Pero un partido tan importante no podía romperse tan pronto. Italia, con un inesperado Della Valle al mando, lograba acercarse en el marcador. El base italiano acertaba en cada decisión ofensiva y, por su parte, Llull no estaba tan acertado como en los primeros 20 minutos.
Sequía en el momento decisivo
El último cuarto hacía su aparición. No quedaban uñas pero si ansias de triunfo. Con 50-48 entraban España e Italia al último periodo. Los fallos y las malas decisiones ofensivas se alternaban entre las dos selecciones. España seguía en la pugna por el partido y eso que Marc Gasol no sumaba ni un punto a falta de seis minutos para el término del choque.
El tiempo corría sin cesar y la igualdad no se movía. Belinelli, horrendo durante todo el partido, se obsesionaba una y otra vez con ser el protagonista y eso beneficiaba a España. Dos tiros forzadísimos del NBA, obligado por la defensa española, daban cuatro puntos a España tras el pertinente rebote.
Con garra, a cuartos de final
Si la defensa de los de Scariolo había sido notable a lo largo del partido, en el último tramo se volvía excelente. Italia ponía en pista a todos sus tiradores, cuatro abajo en ese momento, y el partido estaba ahí.
Y fue entonces cuando anotó Marc. Dos puntos vitales desde el poste para sentenciar la contienda. Dos puntos que sirven a España para plantarse en los cuartos de final antes de enfrentarse a Italia. Dos puntos para hacer que el partido muriese en la línea de tiros libres y ahí España no falla.
Unos nuevos cuartos de final esperan a España. Una vez más, los nuestros representan al baloncesto español de la mejor manera posible. El carácter competitivo ya está aquí y cuidado. Cuando España huele la sangre échense a correr.
España 67-60 Italia
España: Rubio (15), Rudy (5), Juancho Hernangómez (16), Claver (7), Marc Gasol (2) - quinteto inicial – Colom (-), Llull (11), Ribas (5), Beirán (-), Rabaseda (-), Oriola (2), Willy Hernangómez (4).
Italia: Belinelli (7), Hackett (5), Datome (12), Gallinari (15), Biligha (6) - quinteto inicial - Gentile (7), Brooks (1), Della Valle (6), Tessitori (1), Abass (-), Filloy (-), Vitali ().
Parciales: 18-18 | 15-10 | 20-17 |17-12
Incidencias: Primer partido de la segunda fase de grupos del Mundial de China disputado en Wuhan (China) en el Wuhan Sport Center.