La NBA quiere retomar la competición y va a hacer todo lo posible para que así sea. A pesar de que hay muchos jugadores que no están dispuestos a viajar a Orlando, la liga está intentando ofrecer los mayores medios posibles para convencerles. El último ha sido la creación de un anillo inteligente para evitar el Covid-19.
Se trata de un sistema denominado Oura que es capaz de predecir los síntomas del coronavirus hasta tres días antes y con una fiabilidad del 90%. Con esta medida se pretende ofrecer a los jugadores una mayor seguridad tanto a nivel física como a nivel menta, para centrarse en la mayor medida de lo posible en el juego.
Este anillo inteligente mide la temperatura corporal del individuo, registra las funciones respiratorias y el ritmo cardíaco del sujeto. Con esta nueva tecnología, la NBA quiere aportar un motivo más que le garantice que su show organizado en Orlando no se detendrá hasta tener un nuevo campeón.
Llega el control 'total' a la NBA
Esta curiosa sortija, de la cual afirman que no es nada incómoda, será ofrecida de forma voluntaria y no tendrá un carácter obligatorio. Sin embargo, habrá que tener en cuenta que muchos equipos sí podrían instar a sus jugadores a llevarlo, ya que les permite tener un control más exhaustivo de diferentes datos personales.
Habrá que ver también qué opinan al respecto los jugadores, protagonistas de esta historia de ciencia ficción y que serán los que tengan que estar controlados prácticamente las 24 horas del día. El nuevo anillo inteligente podría suponer un motivo más en la disputa por ver si finalmente se realiza esta fase final de la liga.
A los Kyrie Irving, Dwight Howard y compañía podría no gustarles esta nueva medida de control y multiplicar aun más su enfado. Si la crisis del coronavirus y de los disturbios acontecidos en Estados Unidos tras los episodios de racismo vividos en las últimas semanas ya pusieron contra las cuerdas la reanudación de la NBA, esto podría suponer una piedra más en el camino.
La NBA no se rinde
El trabajo de la mejor liga del mundo de baloncesto por cerrar de alguna forma esta temporada tan atípica no ha cesado desde que la luz al final del túnel ofreció sus primeros rayos. Lo primero fue buscar una sede que permitiera la celebración de una fase final cumpliendo las medidas de seguridad sanitaria.
Y tras situar en Orlando el centro del baloncesto mundial, llegó la creación allí del búnker de DisneyWorld. En dichas instalaciones se alojarán los mejores jugadores del planeta para dar por concluida la temporada regular y unos playoffs que, hace tan solo unos meses, parecían abocados a su desaparición.
Sin embargo, la vuelta de la NBA parece cada vez más cercana, si Irving y su séquito no lo remedian, y este anillo inteligente podría convertirse en un nuevo protagonista. Hasta que el balón ruede de nuevo al otro lado del Atlántico, la NBA no respirará tranquila, ya que la idea de poder cerrar la temporada de la mejor forma sigue siendo firme.
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