Pau Gasol sigue con el sueño de poder terminar su carrera como jugador de baloncesto en los Juegos Olímpicos de Tokio en 2021. El pívot continúa con la recuperación de sus problemas en el pie que le obligaron a no tener minutos el año pasado en la NBA y que todavía mellan su plenitud física. Con el objetivo de volver a jugar antes de esa cita, el de Sant Boi ha entrado en dos meses claves de esa recuperación.
El jugador de 40 años confesaba esta misma semana en una entrevista para EFE que será en "noviembre o diciembre" cuando sabrá a ciencia cierta si podrá volver a jugar. Si ve que "hay alguna complicación o las cosas no van como tendrían que ir", la estrella del baloncesto español confirmará su retirada del baloncesto profesional. Aunque la gran ilusión de Pau sea retirarse en esta cita olímpica, no comprometerá su estado físico ni entorpecerá a Sergio Scariolo a la hora de hacer la lista.
Aunque sea una institución en el baloncesto nacional, la realidad es que Gasol no está como debería de estar para poder competir al cien por cien. Ya va más de un año y medio que el pívot no pisa una cancha de baloncesto de forma profesional. El 10 de marzo de 2019 disputaba algunos minutos en el Milwaukee Bucks - San Antonio Spurs. La fractura en el hueso navicular del pie izquierdo por la que pasó por el quirófano en mayo de ese mismo año no le ha dejado volver a jugar hasta ahora.
Se trata de una zona muy delicada, situada en la parte superior del pie y que estructura todo el apoyo que realiza el jugador. Este hueso es el responsable de que Gasol no pueda jugar, ya que en el mundo del baloncesto una lesión en esta zona supone un impedimento trascendental. Y es que es la parte que recibe toda la carga en saltos y caídas, dos movimientos básicos que se dan de forma constante durante los partidos.
Dos meses claves
La carrera de Pau ha tenido muchos momentos trascendentales, pero quizá esté ante el más relevante. Después de los títulos con el Barça, de su crecimiento en la NBA, de los dos anillos de campeón, del All-Star junto a su hermano, los éxitos con la selección y, por supuesto, el nacimiento de su hija este mismo año, el momento de la retirada del mejor jugador de baloncesto de la historia del país siempre será recordado. Y Gasol no quiere que sea así, sin verle sobre la pista.
Dijo noviembre, pero Pau apurará hasta el último día de diciembre para determinar si hay opciones o no. Poder volver a competir desde enero y hacer seis meses al más alto ritmo sería un tiempo más que suficiente para poder preparar la cita de este próximo verano aplazada por el coronavirus. Teniendo en cuenta cómo llegó este verano, quizá hasta la vida le ha dado una nueva oportunidad para poder recuperarse completamente y poder disputar esta cita olímpica que marcaría su adiós.
El miedo de Gasol a la recaída le ha hecho más cauto que nunca. En septiembre de 2019, después de recuperarse de la operación, trató de volver a las canchas, pero se encontró con que volvía a tener problemas en el mismo hueso. A todo el mundo le extrañó que tras seis meses sin competir, la misma zona se volviera a ver afectada. Aún así, ahora ha pasado aún más tiempo, por lo que el hueso debería haberse consolidado en estas fechas.
Si bien es cierto que Gasol ha hecho trabajo físico e incluso con alguna sesión sobre la pista para recuperar sensaciones, esos seis meses de trabajo serían más para encontrar el ritmo de competición que para estar buscando los aros de la competición que sea desde el primer momento. Es decir, que con casi toda seguridad en el mes de enero no se le vería compitiendo. Además, tiene el ejemplo de Luis Scola y cómo trabajó en solitario para llegar en buena forma al Mundial del año pasado.
El oro más 'barato'
Después de que Adam Silver haya dejado en el aire la presencia de jugadores de la NBA ya que pretende que la competición no se pare cuando llegue la cita olímpica, el abanico de opciones entre el resto de selecciones a hacerse con el oro se ha abierto más que nunca. Eso también supone que los españoles NBA podrían verse envueltos en una polémica que no les permita jugar en Tokio en el verano de 2021.
"Creo que es poco probable, que, si comenzamos tarde, pararemos para los Juegos Olímpicos. Porque, como saben, no es solo una función de detenerse durante el período en el que compiten en Tokio. Pero requieren un campo de entrenamiento, y luego requieren descanso", explicaba el comisionado de la liga norteamericana. No habrá el habitual 'Dream Team' que conforma Estados Unidos con jugadores de la NBA, pero otras selecciones también verán comprometido su rendimiento con jugadores de esta competición.
Hasta 108 jugadores que no son estadounidenses juegan en la NBA. Por lo que, si España podría perder a Sergio Scariolo, Marc Gasol, Ricky Rubio y los hermanos Hernangómez, Eslovenia, si se clasifica, no tendría a Goran Dragic ni a Luka Doncic, Francia tampoco contaría con Rudy Gobert y Nico Batum y Australia vería como no podría llamar a Ben Simmons, Joe Ingles y AronBaynes. El nivel de la competición de baloncesto durante esta cita se vería muy comprometido.
Futuro en el baloncesto
Durante los últimos meses se rumoreó con la posibilidad de que el Barcelona se hiciera con los servicios de Pau para esta temporada. Nunca se sabrá si fue una cuestión del estado de forma del pívot o si las condiciones económicas no eran suficientes para convencer al mayor de los Gasol, pero por el momento no se ha producido. Eso sí, en la entrevista de esta semana tampoco lo descartó por completo y esa vía seguirá abierta en el caso de que quiera volver a competir.
Pau calificó esas noticias de "fake news", apuntando que "si al final las cosas no salen del jugador ni del club, solo son rumores". El catalán se ha mostrado molesto porque "han creado el mismo ruido con igual veracidad", algo que le sorprende dado que no han "sido contrastadas en ningún momento", según confesó en esa misma entrevista que ha concedido esta semana a EFE. La respuesta también viene al hilo de los rumores más recientes del regreso de su hermano a Europa.
España quiere ver a Gasol vistiendo la camiseta roja en Tokio. Ahí la figura de Pau puede volverse trascendental para liderar un equipo que, incluso con las restricciones que puede provocar la decisión de la NBA, competirá y aspirará a lo máximo. Todo depende de si su pie reacciona bien al tratamiento, porque nadie duda del compromiso del mejor jugador de la historia del país. El jugador, la selección y todo el mundo se merecen un final tan dulce como podría ser esa medalla de oro.
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