La Euroliga, golpeada por la Covid: los brotes ponen en duda su viabilidad sin tener una 'burbuja'
La máxima competición del baloncesto continental cuenta con varios rebrotes en sus clubes. El plan B de la Euroliga vuelve a salir a escena.
14 octubre, 2020 00:04Noticias relacionadas
La máxima competición de baloncesto, que no pudo terminar la temporada pasada de la forma esperada por la Covid-19, vuelve a enfrentarse a las consecuencias deportivas de una pandemia incontrolable. La Euroliga está viviendo en los últimos días varios rebrotes en sus clubes participantes y el futuro de la liga continental está en el aire.
La idea que se viene defendiendo desde la cúpula de la competición es que el protocolo creado al inicio de temporada tiene respuesta a todos los contratiempos sanitarios. No quieren pensar en una suspensión como la del curso 2019/2020. Pero, en caso de que se tuviera que vivir el peor escenario posible, la Euroliga ha confirmado públicamente que tiene un Plan B. No se ha determinado cuál es, pero todo apunta a que la famosa 'burbuja' se terminaría por desarrollar.
Esta posibilidad es la que ya se barajó el año pasado. Como sucedió con la ACB, con grandes resultados además, o recientemente en la NBA, la Euroliga también estudió las opciones de finalizar la temporada en una misma sede. Sin embargo, el nivel de expansión de la pandemia y las restricciones impuestas por algunos países impidieron que la 'burbuja' de la Euroliga se terminara celebrando.
Todo ello solo ocurriría si la Covid-19 deja al borde del descalabro a la Euroliga. Si no ocurre un mal mayor, la intención que tienen desde la organización es que se puedan seguir celebrando los partidos tal y como están marcados. Según indica el protocolo, un mismo encuentro puede aplazarse hasta en tres ocasiones si se ve afectado por las restricciones sanitarias locales.
Otro de los casos que se recogen en el protocolo es que si un equipo no puede disponer de ocho jugadores para disputar el encuentro, este se le dará por perdido por 20-0 tras pasar el caso por el juez de disciplina de la competición. En último lugar, si un equipo se niega a disputar un partido, será sancionado en un primer momento con ese resultado de 20-0 y, si repite su postura en una segunda ocasión, descalificado.
El debate que surge es si la Euroliga, máxima competición del baloncesto europeo y referente mundial tras la NBA, puede mostrar el nivel esperado en una temporada marcada por partidos aplazados, suspendidos y dados por perdido y simplemente disputados con plantillas repletas de jugadores secundarios. En definitiva, si el nivel que se espera de la Euroliga va a ser el que merece.
Los brotes entre clubes
El procolo de la Euroliga es claro: se debe realizar una PCR obligatoria tres días antes de disputar cada partido de la competición. Y gracias a este estricto control se han podido detectar los numerosos contagios que, desde la primera jornada, se han confirmado entre los grandes clubes del continente.
Son más de 30 afectados por la Covid-19 entre jugadores y miembros de los cuerpos técnicos. Desde el Estrella Roja hasta el ASVEL o el Zenit, dos de los equipos más tocados por culpa de la pandemia. Ello ha obligado a que la Euroliga aplace, con serias opciones de acabar suspendiendo, varios de los partidos organizados.
El Estrella Roja fue el primero de los clubes en confirmar un caso positivo por coronavirus. Lo que parecía una noticia aislada, se convertiría poco después en algo habitual entre los participantes en Euroliga. El FC Barcelona, además, sería uno de los afectados. El conjunto de Jasikevicius se enfrentó al CSKA en el Palau. Poco después, el cuadro ruso notificó tres contagios. Uno de ellos había estado presente en el partido, aunque sin llegar a jugar.
Las alertas saltaron. El Barcelona ya había confirmado los positivos de Jasikevicius y su segundo entrenador, que poco después aumentaría a un total de tres afectados por otro contagiado en el cuerpo técnico culé. Este mismo martes, Mirotic ha sumado el cuarto positivo de la entidad. La Covid-19 se siguió extendiendo hasta un total de siete clubes y, tras pasar por el Zalgiris y su estrella Lauvergne, ha generado tres brotes altamente peligrosos para la competición.
Uno de ellos en el Zenit, otro en el ASVEL y el último en el Khimki. El Zenit de Xavi Pascual cuenta con 13 infectados, seis de ellos jugadores de la primera plantilla y con el técnico español entre los positivos por la Covid-19. Al no tener ocho jugadores como mínimo para disputar la jornada de Euroliga, la competición ya ha notificado que los duelos ante Baskonia y Valencia no se jugarán. Todo apunta a que, en ambos casos, se dará el partido por perdido con un 20-0 de marcador.
El ASVEL, por su parte, vive una situación similar. Primero confirmó 11 casos por coronavirus entre jugadores, cuerpo técnico y empleados de primera línea. Después de detectarse dos jugadores con sintomatología propia de la Covid, la Euroliga también ha procedido a suspender su partido ante el Panathinaikos. El juez de disciplina, como en el caso del Zenit, será quien determinará cómo se soluciona.
El Khimki, el tercero de los equipos más afectados, parece que viajará a España. Los rusos tienen un total de cinco positivos. Se enfrentará a Real Madrid y Baskonia. Todo si los ocho jugadores justos con los que cuentan se mantienen disponibles hasta horas antes de los inicios de los partidos.
La duda de futuro
La Euroliga no tiene la experiencia de otras competiciones como la ACB a la hora de organizar una burbuja. No sabe el impacto que tendrá, ni si el funcionamiento será totalmente positivo. En el caso de la liga española, los resultados fueron satisfactorios y ya se tiene ese punto a favor de cara a futuras ocasiones. La Euroliga, sin embargo, no.
Como el propio Bertomeu explicó, se barajó esa posibilidad y estuvo muy cerca de desarrollarse, pero varios clubes no podían salir de sus países y la competición optó por suspender la temporada de forma definitiva. Esta temporada se ha mantenido el formato, con una liga regular que ya aprieta lo suficiente el calendario deportivo y que complica mucho cualquier reubicación. Si a eso se le suman los problemas en ligas nacionales como la ACB, o internacionales como las selecciones, el panorama es muy pesimista.
La forma en la que la Euroliga se desarrollará si la Covid-19 sigue haciendo de las suyas no está clara. La 'burbuja' no se descarta, aunque como última opción, pero es clave tener en cuenta que la relación de la organización con otras entidades como las ligas nacionales y la FIBA no es buena en los últimos años.
El ejemplo más reciente es el de la Euroliga femenina. Desde un principio va a jugarse con un formato de 'burbuja', y con los partidos desde cuartos de final en una sede única. El futuro es incierto y el gran temor reside en no repetir las caídas de un 20 y 30% en los ingresos de la máxima competición a nivel de clubes en Europa.
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