La NBA y su temor a la Covid: oleada de positivos y amenaza de arruinar un calendario sin respiro
Los contagios detectados en la primera ronda de test pueden hacer que el inicio de la temporada se retrase provocando pérdidas millonarias.
5 diciembre, 2020 23:40Noticias relacionadas
El pasado 12 de octubre, Los Ángeles Lakers vencían a los Miami Heat en el sexto partido de las finales y se proclamaban campeones de la NBA. Se ponía fin así a la temporada más larga, extraña y complicada de la historia de la mejor liga del mundo. El baloncesto americano, como otras competiciones, había tenido que amoldarse a los caprichos de la pandemia para poder llegar al final de la mejor forma posible. Con esfuerzo, se terminó consiguiendo.
Sin embargo, la influencia del coronavirus no se limitaba solo a esa temporada. El tiempo avanza y ha llegado la nueva temporada, momento para evaluar los daños y ver en qué condiciones se puede retomar la competición. Finalmente, tras mucho tiempo de negociación y de tira y afloja entre los jugadores y la propia dirección de la liga, se pensó en diciembre como la fecha clave para el regreso.
La idea principal era volver cuando el público pudiese retornar a las gradas, algo que por el momento parece complicado. Sin embargo, retomar de nuevo la competición, especialmente en deportes como el baloncesto, es complicado por la gran cantidad de partidos y viajes que se producen. Además, casos como el de la NBA son todavía más particulares, ya que la competición regresa de un modo muy diferente a como lo hizo tras el confinamiento. Se acabaron las ‘burbujas’, es turno de enfrentarse a la Covid tal y como se conocía el baloncesto hasta ahora.
Se encienden las alarmas
El regreso de la nueva temporada en la NBA está más cercano que nunca y ya se han realizado la primera sesión de test para detectar positivos. Los resultados no han sido especialmente positivos a pesar de que el comisionado de la liga prefiere quitarle hierro al asunto y no encender las alarmas en un primer momento. Las pruebas se han realizado entre los días 24 y 30 de noviembre y los resultados han sido claros. Se han notificado 48 positivos por la Covid-19.
El resultado ha sorprendido a algunos sectores de la liga porque es una cifra muy alta teniendo en cuenta lo cerca que se encuentra la reanudación de la rutina en la mejor liga del mundo. A pesar de que los jugadores han tenido un periodo de vacaciones algo inferior a dos meses en el peor de los casos, se tratan de muchos casos cuando resta muy poco tiempo para que regrese la competición.
Adam Silver y el departamento de la liga encargado del control de los test, que volverá a trabajar con la empresa Bio Reference, como ya sucedió en la 'burbuja' de Orlando, lo consideran cifras normales, pero todo parece ser una cortina de humo para no encender las alarmas a las primeras de cambio.
Los datos, por ejemplo, son superiores a los encontrados en el retorno de la competición a finales del mes de junio, aunque en ese momento había habido un confinamiento. La preocupación ya se ha instalado en las franquicias porque han empezado a echar cuentas y se han dado cuenta de que, si las cuarentenas de los jugadores se alargan y si se siguen produciendo contagios, tendrán muy difícil arrancar la competición en la fecha establecida o, en su defecto, no tener que parar a los pocos días o semanas. En líneas generales, se respira mucha tensión en el entorno de la NBA.
Comienza la pretemporada
Es una realidad que los equipos de la mejor liga de baloncesto del mundo comienzan a preocuparse a la vez que notifican positivos de algunos de sus miembros porque la temporada, aunque no lo parezca, ya ha arrancado. Las franquicias han comenzado con el inicio del mes de diciembre sus training camps, lo que ellos llaman las sesiones de entrenamiento previas a la pretemporada. Sin embargo, con positivos, muchos jugadores no podrán estar presentes.
Se han implantado estrictas medidas para que los equipos vayan regresando a los entrenamientos con un método seguro, aunque su eficacia está aún por ver. En las primeras sesiones, los jugadores acudían en grupos de cuatro junto a otros cuatro asistentes, de manera que cada jugador entrenara de forma individualizada con un preparador. Además, para poder ejercitarse, ambos debían tener tres pruebas PCR negativas en los últimos días.
Con el paso de los días, la idea era que los equipos pudieran ejercitarse en grupo cuando todos estuvieran seguros, principalmente en grupos de cinco contra cinco. Sin embargo, en algunas franquicias, esos positivos han desajustado sus planes. Se trata de una situación muy complicada porque los training camps son, prácticamente, los únicos momentos en los que los técnicos pueden entrenar de verdad con sus jugadores e instaurar conceptos globales a nivel de equipo, ya que durante la temporada, la carga de partidos y el descanso lo hacen casi imposible.
Ya existen equipos con varios positivos dentro de sus plantillas que han tenido que tomar medidas de aislamiento, aunque ahora lo que realmente preocupa es la cantidad de días que tiene que estar un jugador fuera del equipo hasta poder regresar. En el mejor de los casos, se calcula que son 12 días, lo cual en la NBA significa mucho, mucho tiempo.
Además, la pretemporada de forma oficial, es decir, los primeros partidos de preparación empiezan en menos de una semana, el día 11. Eso quiere decir que ya hay jugadores que saben que no podrán llegar. Este periodo finalizará el día 19, ya que el calendario tan encorsetado solo permite que haya unos pocos días de adaptación en los que los equipos jugarán, como mínimo, dos partidos.
La temporada arranca
Una vez todos los jugadores estén inmersos en la dinámica de sus equipos, volverán a comenzar los problemas. Los entrenamientos ya han comenzado, la pretemporada lo hará en breve, pero la temporada real también está a la vuelta de la esquina. Los primeros partidos están programados para el día 22 de diciembre tras el acuerdo al que llegaron la Asociación de Jugadores y la propia NBA. Sin embargo, si los positivos aumentan en las próximas semanas, esta fecha podría estar en serio peligro, lo que sería un gran perjuicio para la competición.
Todos los jugadores deberían llevar ya varios días en las ciudades en las que compiten sus respectivos equipos y, aunque no hay unas ‘burbujas’ establecidas como tal, es básico y fundamental que intenten reducir sus contactos al máximo para que se creen brotes dentro de las franquicias. Por ello, equipos como los Golden State Warriors o los Washington Wizards han afirmado que tomarán medidas después de confirmar positivos en sus vestuarios.
El miedo y el peligro que tienen ahora los equipos, los jugadores y los entrenadores es el comienzo de los partidos y de la competición. Será imposible controlar los contactos dentro de los partidos y se multiplicarán los viajes y los desplazamientos, por lo que la frontera del peligro se abre, permitiendo que los contagios vuelvan a subir. El gran temor que tienen los técnicos es que con bajas de tres o cuatro jugadores en sistemas de competición como el de la NBA, con más de tres partidos por semana, es imposible de sostener para plantillas tan cortas. Si se ven obligados a jugar una media de siete partidos, los correspondientes a dos semanas que podría durar una cuarentena, con ocho jugadores, será muy difícil evitar lesiones graves, desgaste y posibles contratiempos.
Aplazamientos y caos
Si algo de especial tendrá esta temporada NBA será su calendario, medido al milímetro y encorsetado casi con calzador en un curso que será realmente complicado. La dirección de la liga ha hecho un gran esfuerzo por intentar contentar a todos y elaborar un calendario que, poco a poco, permita ir recuperando el ritmo normal.
En un primer momento se habló de retomar la competición en enero. Sin embargo, eso suponía una gran pérdida económica debido a los derechos televisivos que se cobran por los partidos de Navidad. Finalmente, y si no hay contratiempos, se comenzará el 22 de diciembre y la temporada concluirá en vísperas de los Juegos Olímpicos para aquellos jugadores que tengan que jugar las finales y si estas se alargaran hasta el séptimo partido. Por ello, hay poco margen de maniobra con las fechas. Además, el calendario ya se ha reducido de los 81 partidos habituales a solo 72 por franquicia.
SI los positivos en las franquicias obligan a suspender algunos partidos, eso podría provocar un importante trastorno en un calendario tan comprimido, lo cual podría ir arrastrándose en el tiempo hasta crear un problema grave. La única solución, que seguramente sería insuficiente, sería eliminar el receso introducido en mitad de la temporada, del 5 al 10 de marzo. No obstante, se antoja poco tiempo para corregir problemas tan grandes con esos posibles partidos aplazados.
Para la NBA será primordial que no sucedan cosas como las que se viven en la NFL, donde los contagios ya superan los 300 desde que comenzara la liga en septiembre y que han provocado que se suspendan muchos partidos, poniendo en riesgo la celebración de la Super Bowl en las fechas establecidas. Si la NBA pasara por este problema, muchos jugadores podrían no llegar a los Juegos de Tokio 2021, en especial la selección de Estados Unidos. Además, el retraso en el calendario, sobre todo si coincide con alguna fecha importante como la Navidad, supondría una pérdida millonaria para la liga por ingresos televisivos.
Para arrojar más drama todavía a la situación, nadie en el entorno de la liga está tranquilo porque la situación del país es catastrófica. Estados Unidos se encuentra en plena crecida de casos y empalma varios días por encima de los 200.000 diarios. Y esto, afecta sin lugar a dudas a este tiempo de competiciones como ya ha demostrado especialmente en la Liga Nacional de Fútbol Americano.
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