Irving, el 'terraplanista' que tiene en jaque a la NBA: de odiar a LeBron a sus escándalos en los Nets
El jugador que pasó por Cavaliers y Celtics sigue protagonizando espectáculos lamentables y va camino de crear una leyenda de lo más excéntrica.
17 enero, 2021 00:30Noticias relacionadas
Kyrie Irving es uno de los grandes protagonistas de la temporada en la NBA. A nadie le hubiera extrañado esto si se lo plantea justo antes del inicio de la temporada. Los Brooklyn Nets son uno de los equipos que más expectación generaba ante el regreso a las pistas de Kevin Durant tras su larga lesión. La pareja formada por Irving y Durant estaba llamada a dominar la liga y a ofrecer un gran espectáculo a todos los aficionados al baloncesto de Nueva York. Además, ya sonaba la posible llegada de James Harden, hecho que se acaba de consumar.
Por ello, que Irving fuera protagonista al formar parte de este trío que puede ser legendario, no era de extrañar. Sin embargo, ahora, meses después, sí que extraña que solo haya disputado 7 partidos, que ya haya dejado infinidad de polémicas y que se haya convertido en protagonista, pero desgraciado, de una NBA que está amenazada por la Covid-19 y que no necesita comportamientos ni actitudes como las que está teniendo este jugador que ya empieza a cansar a más de uno en la liga.
Caos en los Nets
Los Brooklyn Nets estaban llamados a ser uno de los grandes dominadores de la temporada y a ser el equipo que pudiera hacer frente a los dos gigantes de Los Ángeles, ciudad que por primera vez en muchos años vuelve a tener a dos equipos punteros y a un derbi californiano a la altura. Sin embargo, y a pesar de que esas buenas sensaciones se pudieron ver a principios de temporada, ahora los Nets son un equipo irregular en el que pesan más los asuntos extradeportivos que lo que sucede en la pista, algo que no está gustando a Kevin Durant, máxima estrella.
En estos momentos, los Nets son quintos en la Conferencia Este y hay hasta nueve equipos en toda la NBA que tienen mejor balance que sus 7 victorias y 6 derrotas. Esto es algo que tiene profundamente cabreados a los dirigentes de la plantilla, que culpan a una persona principalmente de su irregularidad. Kyrie Irving, la otra gran estrella del equipo, es el nombre que todos tienen en la cabeza.
De buenas a primeras, el base del equipo de Brooklyn decidió ausentarse del equipo alegando motivos personales y sin decirle nada a Steve Nash, su entrenador, que hacía frente a las preguntas de la prensa como buenamente podía. Irving solamente dijo que no jugaba y se fue, se dio a la fuga. Un partido tras otro, las ausencias de Irving han provocado que más de uno estallara incluso fuera de la franquicia neoyorquina hasta el punto de pedirle su retirada inmediata en lugar de seguir manchando la camiseta y la reputación del equipo que le paga.
Además, algunos se sienten engañados porque llegaron a preocuparse por la situación del jugador y por si su baja se debía realmente a problemas personales con su familia, ya que alguien podría, por ejemplo, estar pasándolo mal con el coronavirus. Sin embargo, ha sido incluso pillado de fiesta y sin mascarilla en estos días, lo que ha supuesto un escándalo completo que ha llevado el caos a los Nets. Ni siquiera el fichaje de James Harden y formar ese equipo soñado ha servido para rebajar la tensión de un equipo que debe aspirar al anillo los próximos años. Por el momento, la NBA ya le ha sancionado con 50.000 dólares por asistir a esa fiesta y su equipo le ha multado con más de 800.000 dólares por los partidos a los que, literalmente, no se ha presentado.
Un largo historial
Lo peor en la historia de Kyrie Irving es que a nadie le sorprenden ya este tipo de comportamientos por parte de un jugador que ya ha tomado la decisión de pasar a la historia por sus escándalos, sus conductas y sus comportamientos en lugar de por sus triunfos y por su enorme talento. Irving es uno de los jugadores más habilidosos de la liga, no obstante, los líos que ya ha protagonizado ensombrecen casi cualquier hazaña que pueda conseguir.
Uno de sus líos más sonados fueron los comentarios que lanzaba día sí y día también cuando compartió vestuario con LeBron James en los Cleveland Cavaliers. A pesar de que consiguieron ganar un heroico anillo juntos ante unos Golden State Warriors muy superiores, Irving nunca pudo llegar a soportar que el liderazgo lo llevara 'el rey', y por ello se dedicaba a ensombrecer su figura cada vez que podía. Esto provocó que la pareja que había sido capaz de reinar en la NBA se rompiera y que Irving saliera a los Boston Celtics, donde no dejó de criticar a un LeBron James que siempre se mostró muy por encima del conflicto.
Otros de sus escándalos han llegado tras adquirir el cargo de vicepresidente de la Asociación de Jugadores de la NBA, de la que se ha sentido líder y portavoz en muchos momentos, lo que le ha llevado a tener numerosos enfrentamientos con compañeros de la liga que no piensan como él. Este cargo, en el que sustituyó a Pau Gasol, persona conciliadora y diplomática donde las haya, le sirvió incluso para criticar la celebración de la fase final de Orlando del curso pasado tras reanudar la temporada después del confinamiento general. En este conflicto tuvo que salir el propio LeBron James a decirle a Irving que se estaba equivocando, a pesar de que desde su conflicto había rechazado cualquier confrontación con él.
Otros de los conflictos sonados que ha tenido Irving han sido con la prensa, y los últimos se han producido esta misma temporada cuando se negó a hablar con los periodistas después de los partidos asegurando que eran marionetas y que su atención valía más que responder a sus preguntas. El base de los Nets aseguraba que hablar con los periodistas le distraía de su juego y que eso era precisamente lo que querían ellos, que no expresara su arte. Hasta su amigo y excompañero Kevin Love tuvo que salir a reprenderle asegurando que los periodistas, al igual que él, solo hacen su trabajo y que lamentaba mucho que una persona a la que adora se hubiera expresado en esos términos.
Talento sin control
Muchos creen estar asistiendo al fin de un jugador único. Tras su salida de los Cavaliers donde podría haber formado una sociedad histórica junto a LeBron James y después de su fracaso también en los Boston Celtics, el tren de los Brooklyn Nets y su súper plantilla parece ser una de sus últimas oportunidades para subirse definitivamente al éxito e intentar labrarse una carrera legendaria como su talento merece.
Irving está considerado por la mayoría como uno de los mejores jugadores de la liga, especialmente en el uno contra uno, ya que hay pocos que sean más desequilibrantes con sus driblings. Además, tiene un talento y una habilidad casi inalcanzable con el bote, donde es un verdadero mago y un verdadero artista, recordando a jugadores de la talla de Allen Iverson. Sin embargo, su mala cabeza, sus salidas de tono y su falta de profesionalidad sobre todo fuera de la pista provocan que se haya estancado en un jugador de highlights puntuales.
En los siete partidos que ha jugado este año, Kyrie Irving tiene un promedio de 27 puntos, 6 asistencias y 5 rebotes por partido, números realmente buenos, pero que no son suficientes para quitarle protagonismo a sus líos fuera de la cancha. A lo largo de su carrera, desde su debut en la liga en la temporada 2011, cuando se llevó el premio de Rookie del Año, tiene unas medias de 22 puntos, 6 asistencias y 4 rebotes por partido. Números que hablan de un gran jugador. Sin embargo, durante casi toda su carrera, su mala cabeza ha podido con su gran talento para el baloncesto.
Irving el 'terraplanista'
Si Kyrie Irving ha tenido escándalos y espectáculos sonados, sin duda el que se lleva la palma de todos ellos fue lo que pasó durante los días en los que confesó ser 'terraplanista', es decir, defensor de la teoría de que la tierra no es un esferoide oblato, una esfera achatada por los polos, sino completamente plana. Esta afirmación de Irving dejó a todo el universo de la NBA con la boca abierta y con las manos en la cabeza, con una sensación de estupor y también de compasión ante Irving, especialmente porque no había una necesidad real de hacer esta confesión.
Irving, que reincidió varias veces en sus afirmaciones, aseguraba que no había fotos reales que pudieran demostrar que la tierra era esférica y que, por tanto, se sentía un firme defensor de la teoría de que la tierra podía ser plana. Además, completó su argumentación indicando que había formado su idea en base a una investigación encontrada en Instagram. Esto provocó que se hicieran muchas bromas con su figura dentro del universo que rodea a la NBA y que se quedara ya como un mito en torno a la figura del jugador.
Sin embargo, tiempo después de sus afirmaciones, no se sabe muy bien si porque acertó a ver la luz o porque simplemente quiso acallar este tipo de comentarios, matizó que en realidad se había equivocado. Dejó la duda de si lo que realmente estaba mal era pensarlo o simplemente decirlo, ya que, una de sus disculpas fue que incluso la gente que piense eso no debe salir y decirlo de esa forma, sino reservarlo para conversaciones privadas. Además, cerró su mensaje afirmando que él tampoco es demasiado listo. Así es Kyrie Irving, el hombre que tiene en jaque a toda la NBA con sus espantadas, sus fiestas y del que ya piden su retirada tras tantos escándalos que han ensombrecido su talento.
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