Dennis Rodman siempre tendrá la indudable capacidad de no dejar indiferente a nadie. Es un reclamo mediático como pocos ha habido en el baloncesto y en la historia del deporte. Sin ser una súper estrella ni un súper clase del deporte de la canasta, supo crear un personaje que superó con crecer su calidad como jugador a pesar de terminar su carrera con cinco anillos de la NBA.
Donde mejor le conocen es en Chicago y en Detroit después de sus éxitos y de sus mil aventuras en los Bulls y en los Pistons. Pero también pasó por los San Antonio Spurs y Los Ángeles Lakers. Aunque pudo haber fichado por muchos más, ya que Rodman, además de un gran icono, era un excelente defensor y un reboteador nato. Bajo el aro, pocos podías con él.
Sin embargo, su leyenda ha trascendido mucho más allá de su legendaria carrera ya que fuera de las canchas dio más que hablar incluso que dentro. Tanto es así que él mismo se extraña de seguir vivo después de tantos años de excesos, locuras y descontrol. Eso es algo que le han dicho muchas veces, pero Dennis se siente orgullo de estar todavía donde está.
Ahora acaba de cumplir los 60 y ha hablado con la cadena WSVN 7News de Florida, donde reside, para repasar su carrera y para sacar pecho de seguir en este mundo en contra de lo que muchos podrían pensar tras una vida que ha sido el manual del desfase sin pensar ni un solo segundo en su carrera deportiva, algo que muchas veces irritaba a sus compañeros.
"Me sorprende que todavía esté vivo. Mucha gente pensó que estaría muerto a los 40, 45, 50, 55, cumplí 60 y dije, 'wow, todavía estoy aquí'. Alguien tiene una mano en mi hombro y dice que me queda mucho para cumplir con algo dedicado a la gente de todo el mundo".
Rodman, pozo de anécdotas
Uno de esos compañeros que sufría cuando le veía entrenar recién llegado de fiesta y sin dormir en toda la noche era el gran Michael Jordan. Sin embargo, el considerado por muchos como el mejor de todos los tiempos aseguraba que no le podía decir nada porque siempre se dejaba la vida en la pista "corriendo como una gacela".
Ahora, Rodman ha asegurado que sigue manteniendo trato y buena relación con Jordan, a pesar de que todavía no le ha invitado a su campo de golf donde se refugia del mundo: "Michael está en Júpiter en este momento. ¡Tiene su propio campo de golf! Todavía no me ha invitado, pero veo a Michael de vez en cuando. Sigue siendo Michael".
Rodman también ha recordado un pasaje de su carrera cuando estuvo a punto de fichar por los Miami Heat en los que Pat Riley era el entrenador: "Pat Riley es demasiado genial. Muchos equipos me querían en 1999 porque todavía tenía algo de gasolina en el tanque. Pat se enorgulleció demasiado. Tiene demasiado orgullo. Había gente que era mucho peor que yo. Soy un ganador, hermano. He sido un ganador durante mucho tiempo. Me gané ese lugar, así que desearía que hubiera apretado el gatillo.
'El Gusano', como era conocido, reconoce que ahora vive más tranquilamente a pesar de que su espíritu indomable no morirá nunca y seguirá estando con él mientras el cuerpo aguante. Por si acaso, intenta no perder la forma para seguir dándolo todo: "Estoy haciendo mis entrenamientos y todo eso. Me siento lleno de energía".
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