Manuel Pellegrini ya puede presumir de ser uno de los grandes protagonistas de La Liga a pesar de que solo se llevan disputadas dos jornadas del campeonato nacional. El Real Betis no ha comenzado bien y el entrenador chileno está especialmente nervioso, algo demostró en rueda de prensa.
El Betis no pudo pasar del empate ante el Cádiz en el Benito Villamarín, un resultado positivo para los de Álvaro Cervera que así lo evidenciaron con sus pérdidas de tiempo en los minutos finales, las cuales desquiciaron al entrenador del equipo verdiblanco, que quiso transmitir una queja de forma general.
Para Pellegrini, La Liga tiene un problema con su ritmo y con las muchas pérdidas de tiempo que se producen en cada partido y que convierten al campeonato español en el que más demora sus partidos y en el que menos se juega de Europa. Este dato ofrecido por el chileno fue dado por los árbitros antes del comienzo del curso.
Sin embargo, el entrenador del Betis se quejó de los propios colegiados no hacen nada para que eso cambie, por lo que pide un esfuerzo generalizado para evitar que esto se convierta en una tónica habitual durante los próximos años, lo cual iría en contra de la prosperidad de La Liga como producto.
La rajada de Pellegrini
Pellegrini aseguró que siente vergüenza por cosas como las sucedidas este viernes sobre el césped del Benito Villamarín, algo que afea el espectáculo y que reduce las posibilidades de vender el campeonato como un producto atractivo para el exterior, algo fundamental para la nueva dirección de la patronal que encabeza Javier Tebas.
"Tenemos que hacer un esfuerzo entre árbitros, técnicos y jugadores para que la Liga española no sea esta vergüenza porque en la reunión de los árbitros nos dijeron que es la liga de Europa que se juega más lento, se demora más el saque de una falta, se simula constantemente y hay un espectáculo que tenemos que cuidarlo. O cuidamos esto o va contra el espectáculo, la gente paga una entrada para algo".
Pellegrini estaba especialmente cabreado y quemado tras lo vivido en el duelo contra el Cádiz cuando el final del partido estuvo marcado por la pillería de un Cádiz que se aferró a ese último punto como si no hubera un mañana. El entrenador chileno se desesperó en la recta final del duelo contra el cuadro cadista y señaló a los colegiados como los principales culpables, quienes deben apremiar a los jugadores para que no tarden en poner el balón en juego o para que no pierdan tiempo en protestas o en simulaciones de algunas jugadas. Además, dejó un palo final también para el Cádiz.
"Es la Liga en la que menos se juega, los árbitros deben apurar a los porteros para sacar pronto, a los bandas, a que no se tiren... Tenemos que cuidar el espectáculo. El Cádiz solo se defiende y con ventaja es doblemente difícil porque se echa atrás y se juega la mitad de minutos. Los últimos 15 minutos ni se jugaron".
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