Connor Williams tiene 19 años, mide 2,13 metros de altura y pesa 163 kilos. Actualmente es jugador de baloncesto y participa con el St. John Fisher College en su primer año como universitario. Sin embargo, nada de esto importa. El joven estadounidense se ha convertido en viral en plataformas como TikTok o Twitter por, literalmente, una caída. El físico del jugador llama la atención y un tropiezo durante un partido le llevó a las pantallas de miles de usuarios. El tiempo ha cambiado lo que en un primer momento pudieron ser burlas por una popularidad envidiable y merecida para 'Big Cozy'.
La imagen que lo comenzó todo, la caída que detonó el 'fenómeno Connor Williams' se produjo hace unas semanas durante un partido entre St. John Fisher College y Buffalo correspondiente a la tercera división neoyorquina. El equipo universitario de Williams perdía con claridad por 76-49 en la cancha de Buffalo. En un ataque, el interior cayó por su propio pie al suelo. Rápidamente se levantó, pero la imagen ya había llamado la atención: el joven con sobrepeso se tropezaba sin contacto alguno en pleno partido.
El trasfondo de la jugada, pese a todo, fue mucho mayor. Connor Williams se levantó dolorido por una torcedura de tobillo, volvió a su posición en la rotación y se sacó una asistencia perfecta para uno de sus compañeros. Una acción para mostrar tanto su calidad en el parqué como su perseverancia en la cancha. Pasaron los días, el vídeo se compartió y Connor Williams ha generado ya cientos de miles de de visualizaciones.
Los vídeos con sus acciones en la cancha se encuentran a montones. Y, lejos de mostrar el fracaso de un jugador, permiten ver a un interior con una gran visión de juego para todo aquel que haya jugado al baloncesto en algún momento de su vida. No es rápido ni busca el dribbling, pero la inteligencia y la potencia en la pintura le permiten firmar más de una jugada espectacular que está a solo un click. Algo que más de un jugador universitario querría con 19 años.
La prensa especializada, de hecho, ha dejado ver su aprecio al jugador. "Connor Williams es uno de los jugadores de baloncesto más talentosos que he cubierto. Gran chico también. No merece nada más que amor y respeto", es como le define el periodista Billy Heyen. "Puede tirar, puede pasar... es el paquete completo", le reconoce Rodger Sherman, de The Ringer, con más de 80.000 seguidores en Twitter. Hay vídeos que incluso superan el millón de visualizaciones.
Los periodistas de medios más locales no son los únicos que han querido dar protagonismo a Williams. Hasta ESPN, una de las cadenas de referencia en el baloncesto de Estados Unidos, ha conseguido generar más de 60.000 visualizaciones en uno de los vídeos de Connor compartidos en TikTok. En él, además de lucir su peculiar físico, queda contrastada su capacidad para anotar desde el triple o para asistir en la pintura. "Es una bestia", le llegan a calificar en alguna otra cuenta donde supera las 28.000 vistas.
Williams, pese a todo, puede decir que estuvo presente en el All-Great Rochester en dos ocasiones y que fue elegido mejor jugador del Condando de Monroe en 2021-
Del fútbol americano a ayudar al resto
Antes del baloncesto Connor Williams probó en el fútbol americano. Ahí puede que su físico sí que encajara con mayor facilidad. Sin embargo, es en el deporte de la pelota naranja donde ha encontrado su escenario de diversión mientras estudia ciberseguridad. Un lugar para desplegar sus habilidades físicas, que las tiene, y que además le han llevado a sacar rendimiento de su gran popularidad.
Los halagos hacia el joven de 19 años no se quedan en sus capacidades baloncestísticas, sino que también llegan al ámbito personal. Y es que Williams, que en Instagram cuenta ya con más de 46.000 seguidores, ha utilizado su viralidad para sacar a la venta camisetas con fines sociales. Por ejemplo, como se puede observar en su cuenta, vende este tipo de prendas para destinar cinco dólares de cada una a plataformas que ayudan a las familias locales y deportistas sin recursos que necesitan de fondos.
La historia se cuenta sola. El chico que se hizo viral por un tropiezo, y que pudo ser el centro de mofas y bullying por su físico, se ha convertido en un rostro admirable por todo el baloncesto universitario y que suma visualizaciones en cada acción que protagoniza. Qué mejor broche a su corta pero viral carrera que sacar su versión solidaria con el objetivo de beneficiar a las familias sin recursos.
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