Real Madrid y FC Barcelona volverán a verse las caras esta temporada. El Clásico que la Covid paralizó para abrir el año 2022 tendrá lugar en el WiZink Center. El duelo se produce en un momento clave donde los de Pablo Laso se han hecho con el liderazgo tanto de la Liga Endesa de la Euroliga. El Barça atraviesa uno de los momentos más delicados de la temporada. Y la guinda a una cita de altura la pondrá Felipe Reyes, que esta vez sí tendrá el homenaje que la pandemia le arrebató.
La disputa de El Clásico de Liga Endesa no ha sido nada sencilla. El duelo debería haberse disputado el pasado 2 de enero, pero los casos de coronavirus en el conjunto catalán no dejó otra opción que la del aplazamiento. El equipo azulgrana, como antes le había pasado al Real Madrid, sufrió un duro brote en su vestuario que ha generado bajas durante las últimas semanas.
El Barça contó los positivos de Jasikevicius y su staff técnico, así como de fichajes como Hayes o veteranos como Kyle Kuric. En total, entre cuerpo técnico y jugadores, el cuadro azulgrana contabilizó cerca de 18 contagios en su plantilla a principios de año. El brote ha concluido recientemente con el negativo de Nikola Mirotic, que podrá estar de vuelta en el WiZink Center para volver a saborear la pitada del público madrileño.
El Real Madrid, de igual manera, también tuvo que anteponerse a la crisis por la Covid. El equipo merengue empezó a notificar casos a mediados de diciembre. Y lo que en un primer momento comenzó con bajas como la de Pablo Laso o Thomas Heurtel se acabó convirtiendo en un brote imparable.
Los jugadores merengues fueron cayendo en la lista de bajas y los aplazamientos se encadenaron. Cuando parecía que ya habia pasado lo peor, jugadores que se habían resistido como Vukcevic, Rudy o Tavares acabaron contagiándose. Rudy y Edy, los dos últimos casos en el Real Madrid, estarán también presentes en el duelo ante el FC Barcelona tras haber dado negativo en las últimas pruebas realizadas.
Así las cosas, El Clásico de Liga Endesa supondrá un triunfo de ambos equipos tras haber superado los contagios en el seno de los vestuarios. El calendario y estas bajas pasarán también factura a la hora de organizar el desgaste físico de los quintetos.
La crisis del Barça
El equipo azulgrana llega en peor posición que el Real Madrid. Y no solo por un simple análisis de clasificaciones, sino por la mala racha que ha encadenado el cuadro catalán. El Barça cerró el 2021 perdiendo ante Baskonia en un resultado que se pudo aceptar. Sin embargo, la forma de abrir el año nuevo no pudo ser peor. Después de días de descanso por los casos de Covid, el 9 de enero regresaron para perder contra todo pronóstico el derbi ante Manresa (95-96).
El primer golpe ya lo habían recibido. Lo que podía quedarse como un simple traspiés se alargó en el tiempo y el Barça volvió a perder en el Palau Blaugrana ante Olimpia Milano (73-75). Ante Anadolu Efes (82-77) y con el público catalán presente se recuperaron fuerzas, pero los de Jasikevicius no reflotaron la situación y volvieron a perder ante Unics Kazan (70-64).
De esta manera, con un 1-4 de balance en los últimos cinco partidos, llega el Barça a la capital. Todo mientras el Real Madrid ha encontrado uno de sus mejores momentos físicos tras haberse impuesto a las bajas. El gran nivel de Yabusele y el reciente fichaje de Gabriel Deck son algunas de las novedades con las que los de Pablo Laso esperan tomarse la revancha del anterior duelo de Euroliga (93-80 para el Barça).
El adiós a Felipe
El partido tendrá un protagonista sorpresa con Felipe Reyes. El exjugador del Real Madrid, retirado la temporada pasada con 41 años, recibirá el aplauso de todo el pabellón en el que será su primer homenaje con público desde que dijera adiós. El eterno capitán y ahora embajador merengue realizó un acto con familiares y amigos a final de la pasada campaña, pero la relajación de las medidas y la vuelta de público a la grada permitirá que ante el Barça reciba el calor del aficionado.
Felipe Reyes, tal y como ha confirmado el Real Madrid, saltará a la pista en el minuto 9 de partido. El duelo se paralizará y el cordobés tendrá todos los focos sobre sí. Un Clásico en el que definitivamente se despedirá de los aficionados y donde los sentimientos estarán a flor de piel. Sin ir más lejos, pese a la animadversión que genera Mirotic en la capital, el hispano-montenegrino siempre ha tenido una gran amistad con el capitán madridista.
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