La muerte de Kobe Bryant el pasado 26 de enero de 2020 zarandeó los cimientos del baloncesto mundial. La estrella estadounidense perdió la vida en un accidente de helicóptero en el que viajaban, entre otras personas, su hija Gianna. Dos años después, el caso sigue sin estar de todo cerrado por la pugna legal que mantiene su esposa contra las autoridades de Los Angeles. Su familia, durante este tiempo, se ha apoyado en un íntimo de Kobe como Pau Gasol.
Los Bryant y los Gasol son una. Tanto que las imágenes del exjugador español junto a esposa e hijas del mito de los Lakers siempre dan la vuelta al mundo. Las pequeñas le llaman "tio". Pau las ve como sobrinas. Y a la mínima ocasión, ambas familias aprovechan para desconectar juntos tras años de estrés en la élite del baloncesto.
"Quería hablar de Kobe Bryant, me gustaría mucho que estuviera aquí. Pero así es la vida. Es muy injusta a veces. Le echamos mucho de menos. Me enseñó a ser un mejor líder, un competidor, un ganador. Yo siempre lo he considerado como un hermano mayor", llegó a recordar Pau en el emotivo acto de despedida del baloncesto profesional. Un apoyo que está siendo fundamental.
La familia Bryant continúa con su vida, en parte, gracias a ese respaldo. Vanessa es la encargada de gestionar la herencia. Un poder que también le ha generado problemas con Pam, madre de Kobe. En su poder están, según medios estadounidenses, unos 600 millones de dólares. Los beneficios por contratos de patrocinio y las empresas impulsadas por el jugador fundamentan esa masa económica.
También continúan alejadas de los focos las hijas de Kobe. La más popular es Natalia, que antes de la tragedia dedicaba gran parte de sus esfuerzos al mundo del voleibol. Lo sucedido ese enero de 2020 lo cambió todo. Ahora, su objetivo no es otro que triunfar en el cine.
Conflicto con Villanueva
Sin embargo, la parte negativa que se mantiene de la muerte de Kobe Bryant es la del conflicto legal con Alex Villanueva. El sheriff de Los Angeles fue acusado por Vanessa Bryant de difundir, junto al resto del cuerpo, las imágenes del accidente. Un presunto delito que por el momento ha costado 2,5 millones de dólares al condado de Los Angeles.
El caso comenzó cuando tanto Vanessa como los familiares del resto de víctimas denunciaron públicamente la toma de fotografías del accidente. El problema residía en que estas no se realizaron con el objetivo de desarrollar su investigación, sino simplemente para uso personal. A pesar de que Villanueva negó a la viuda de Kobe que se fueran a producir este tipo de acciones, las imágenes acabaron en teléfonos externos a la investigación.
Los familiares de las víctimas decidieron acudir a la justicia. El condado de Los Angeles, consciente de que contaba con la opinión pública en su contra, acabó negociando una compensación de 2,5 millones de euros a repartir entre dos familias. Una de ellas era la liderada por Matthew Mauser, cuya esposa -entrenadora- falleció en el accidente. La otra era la de los hermanos Altobelli, quienes perdieron a su hermana y a sus padres en el accidente.
Vanessa optó por iniciar el proceso de forma individual. A diferencia del resto de víctimas, no se ha acordado aún ningún tipo de indemnización. Es más, la defensa del sheriff ha pedido varios informes psicológicos para constatar que la compensación que se pide se debe a la depresión que generó en los Bryant que se compartieran esas imágenes. Vanessa continúa en su lucha por el honor de Kobe, pero el acuerdo para la indemnización sigue sin cerrarse mientras las autoridades policiales ponen en duda su relato.
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