El All Star de Cleveland ya es historia. Sin embargo, ha dado para mucho, ya que dos de sus hijos predilectos brillaron en su propia casa. LeBron James fue el capitán del equipo ganador y el autor de la canasta que selló el triunfo. El otro héroe fue Stephen Curry, que se llevó el premio de MVP del partido gracias a sus 50 puntos, rebotes y a sus 16 triples, una auténtica animalada.
El partido de las estrellas recuperó toda su esencia en una edición marcada por el apoyo de grandes leyendas y mitos de la historia de la NBA. El 163-160 final también marcó el gran espectáculo ofensivo que se vivió en un choque que se decidió en los instantes finales gracias a la aparición de 'King' James. El de los Lakers recuperó la sonrisa después de la terrible temporada de los angelinos para celebrar su triunfo contra el Team Durant.
La mejor liga del mundo celebra su 75 edición y lo hizo a lo grande con un homenaje precioso en el que estuvieron presentes muchos personajes célebres, no solo del baloncesto, sino también del deporte. Además, el choque supuso la revancha personal de un Stephen Curry que fue abucheado por el público a pesar de ser originario de Ohio. Su rivalidad con James le ha pasado factura, pero tras ponerse el traje de extraterrestre, borró toda la animadversión a golpe de triple.
Con sus 50 puntos, se quedó a solo dos del récord marcado en el año 2017 por Anthony Davis. Lo que si batió fue el récord de triples anotados en el partido y que hubiera supuesto también el mejor registro de la historia en un partido de la NBA. El hombre que ha revolucionado el universo del tiro de tres y que ya es el mejor francotirador de la historia, sigue de dulce y presentando su candidatura al MVP de la temporada. De momento, el del All Star en honor a Kobe Bryant ya lo tiene en su vitrina. Su momento de mayor éxtasis llegó en el tercer cuarto, cuando anotó cuatro de manera consecutiva.
El nuevo formato del partido de las estrellas provoca que los tres primeros cuartos se conviertan en una batalla totalmente diferente al último. El objetivo es que las diferencias para uno u otro no se disparen. Y en el definitivo es donde se compite hasta una cifra marcada en función de la anotación. En este caso fue el 163, tanteador al que llegó LeBron James con una canasta decisiva.
La pelea final
Mientras Curry se lo tiraba todo desde fuera, terminó con 16 de 27 en triples y solo una canasta de dos, LeBron y Antetokounmpo peleaban por el partido. El de los Lakers, con una canasta a la media vuelta, cerraba su quinta victoria como capitán y mánager de sus equipos en el All Star.
El partido contó con la gran ausencia de Kevin Durant, capitán en el otro lado de la cancha y que no pudo estar por lesión y por el triste fallecimiento de su abuela que incluso le impidió estar en el pabellón de Cleveland. En su ausencia, el líder fue Joel Embiid, que se tomó el choque muy en serio como demuestran sus 36 puntos, 10 rebotes y 4 asistencias. El de los 76ers quiere todos los premios individuales este curso. Junto a él, Dejounte Murray y LaMelo Ball y también apostaron fuerte por la victoria.
A pesar de que lo intentaron todo, el 'Big Three' del equipo 'local' terminó imponiendo su ley gracias a la exhibición de Curry y las buenas actuaciones de LeBron, con 24 puntos, 8 asistencias y 6 rebotes, y Giannis Antetokounmpo, con 30 puntos y 12 rebotes.
El equipo de Durant llegó un punto arriba al último cuarto, 139-138, y terminó sucumbiendo en el acto final, en el que se deben marcar al menos 24 puntos en honor a Kobe Bryant, por 21-25 para ese 160-163 final. Discreto partido de Luka Doncic que estuvo 24 minutos en pista y solo anotó 8 puntos y repartió 3 asistencias con dos triples y un 50% de acierto.
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