Brittney Griner continúa detenida por un presunto delito de tráfico de drogas. La jugadora de la WNBA lleva más de un mes retenida en Rusia y poco se sabe de ella. La información no sale a la luz y según The Washington Post, esto se debe a la estrategia conjunta tomada por la familia, la WNBA y el Gobierno de los Estados Unidos de América.
El punto es mantener un perfil bajo. Ya se ha acusado a Rusia de "violar las normas internacionales". Se cree que es una fórmula de los rusos para presionar a EEUU por la guerra con Ucrania. De ahí que por el bien de la deportista porque se cree que una campaña mediática de alto perfil para su liberación solo empeoraría su situación al agregarle valor a los ojos de las autoridades rusas. Así lo habría aconsejado una empresa de comunicaciones de crisis.
El caso de Griner se suma a la de otros ciudadanos estadounidenses retenidos en territorio ruso. Las relaciones entre Estados Unidos y Rusia atraviesan ahora su momento de más tensión desde la Guerra Fría y eso provoca que ser ciudadano de EEUU en suelo ruso representa un alto peligro. En especial en situaciones como la de Brittney Griner y con un perfil tan alto como el de la deportista.
Estrategia de defensa
El Servicio Federal de Aduanas de Rusia anunció la detención de la jugadora de la WNBA este mes de marzo. Aunque fue en febrero, de este mismo 2022, cuando la detuvieron en el aeropuerto de Sheremetyevo, cercano a la ciudad de Moscú. Desde este ente se aseguró que fue un perro rastreador el que les llevó a registrar el equipo de mano de Griner. Allí, según ellos, se habrían encontrado cartuchos de vaporizador que contenían aceite de hachís (concentrado de marihuana con alta concentración en THC).
Las dudas se centran en el porqué pasaron tres semanas desde la detención al anuncio público de lo sucedido. De hecho, en estos momentos no se conoce cuál es el paradero exacto de la deportista. Sí se sabe que no se le han permitido visitas del personal de la Embajada de Estados Unidos. Todo ello mientras se enfrenta a una condena que puede alcanzar los diez años de cárcel.
"El hecho de que hayamos solicitado acceso consular y no se haya otorgado es muy inusual y extremadamente preocupante", han afirmado desde EEUU. Este ostracismo parece haber provocado una reacción para llevar la mejor defensa posible a la jugadora.
Es por esto por lo que tanto la familia de Griner, como sus representantes, los funcionarios de la WNBA y Phoenix Mercury, además de altos funcionarios del Gobierno de EEUU guardan silencio. Tal y como señalan expertos en relaciones ruso-estadounidenses, esta postura es la base de una estrategia orquestada por una empresa de comunicaciones de crisis.
El punto rojo es alejar ese perfil alto que puede tener una estrella del deporte de Estados Unidos. Rebajar hacia un perfil bajo el caso es clave. Porque una campaña mediática a bombo y platillo para lograr la liberación de Brittney Griner podría ser contraproducente. Dando como resultado completamente el contrario al que se pretende. Cuando mayor sea el ruido en EEUU y en el mundo, mayor valor tendrá la figura de la jugadora para las autoridades rusas.
En Estados Unidos aseguran estar "haciendo todo lo posible" para ayudar a la deportista. Mientras que también se afirma que "este caso no debe ser político" y que "debe manejarse sobre una base legal". Hay que recordar que además de ser una estrella de la WNBA y también de jugar en Rusia al baloncesto, Griner también es una activista por los derechos LGTBI+ y contra el racismo.
¿Juicio justo?
Jonathan Franks ha trabajado en otros casos similares al de Brittney Griner. Es decir, casos en los que ciudadanos estadounidenses se han visto implicados en asuntos turbios, y poco claros, con otros gobiernos hostiles. Precisamente, él es el portavoz de la campaña de Trevor Reed, del que recientemente escribimos.
"Esto tiene muchas características de una detención muy injusta y arbitraria. Encontré extraño el video del servicio de aduanas ruso. La están exhibiendo ante las cámaras. La foto policial fue completamente innecesaria y estúpida", ha asegurado Jonathan Franks.
En estas declaraciones para la CNN, Franks ha señalado que están haciendo parecer a Griner "un capo de la droga". "Creo que es poco probable que la Sra. Griner tenga un juicio justo porque nadie tiene un juicio justo en Rusia. Es un juego amañado", ha sentenciado.
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