Deporte y maternidad deben ir de la mano. Como Ronda Rousey en la WWE, Serena Williams en el tenis o Alex Morgan en el fútbol. Ser madres no debe ser una barrera para seguir en la élite. Algo que también pasa en la WNBA. Doce jugadoras, además de una que está embarazada (Napheesa Collier), son madres en la liga norteamericana de baloncesto.
Tianna Hawkins representa lo que es un ejemplo de conciliación, pero también de educación para la siguiente generación. Su hijo se ha convertido en uno más. El joven Emanuel Hawkins es un niño que se ha convertido en el ojito derecho de las Washington Mystics de la WNBA. Y es que ha compartido con todas mucho tiempo. Siendo uno más en la burbuja durante los tiempos más duros de la pandemia de la Covid-19.
"Además de todo eso, está rodeado de tantas hermosas mujeres negras. Le da una perspectiva cruda, una visión cruda de lo fuertes y poderosos que somos. Y a su vez lo obligará a crecer para respetarnos. Y eso es una gran cosa para mí. Defendemos lo que queremos. Defendemos la justicia social y sabemos lo que es correcto y justo", dice la jugadora.
Conciliación entre deporte de élite y maternidad. Pero también un ejemplo para las nuevas generaciones. El hijo de Tiana Hawkins está creciendo en un entorno de competitividad sana, en el que está aprendiendo los valores de trabajar en grupo y todo lo que ello conlleva. Pero también de respeto hacia la figura de la mujer.
Una madre en la WNBA
Desde el momento en que decidió ser madre y también cuando tuvo a su hijo en sus brazos, para Tiana Hawkins no había dudas sobre cómo iba a cambiar y ser su nueva situación: "No iba a ningún lado sin mi hijo. Desde que nació, dondequiera que voy, viene conmigo".
En declaraciones para The Washington Post, la jugadora visibiliza la manera en que ha conciliado su rol como jugadora profesional de baloncesto en los Washington Mystics de la WNBA. "Es genial. Solo por tener una profesión en la que lo acepten porque te da la tranquilidad de saber que está bien ser madre. Está bien tener a tu familia a mi alrededor", reconoce.
Durante la burbuja por el coronavirus, el niño fue uno más dentro del equipo. Y todos los miembros de la plantilla le 'adoptaron'. Jugaban con él. Dibujaban con él. Y también protagonizaban alguna que otra travesura. Esto se ha trasladado con el paso de los meses al día a día.
La pareja de Tianna es profesor en el condado de Baltimore. No tienen niñera, por lo que reciben la ayuda de su familia para cuidar del pequeño. Eso sí, cuando Emanuel debe acompañar a su madre a los entrenamientos, esto no supone ningún problema. Está totalmente integrado dentro de las instalaciones del equipo.
Tiana Hawkins presume de situación y de hijo: "Quiero que vea lo duro que trabaja mamá. Él ver la adversidad. Él ve el bien. Él ve lo malo. Él ve lo feo. Solo quiero que lo vea por sí mismo, para que cuando crezca en diferentes situaciones sepa que no debe darse por vencido".
Su situación la entienden en el club y, en especial, su entrenadora asistente. LaToya Sanders ya tuvo que conciliar su trabajo como jugadora, y ahora como miembro del cuerpo técnico, con ser madre. "Ni siquiera como entrenadora, y mucho menos como jugadora, no podía imaginar que mi hijo no viajara conmigo en este momento. Incluso mi esposo lo sabe. Donde sea que esté, ahí es donde estará él", afirma. Deporte y conciliación con la maternidad. Dos conceptos que unen fuerzas.
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